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16 de enero de 2019

Primeras reflexiones para un balance

El Chaco dice ¡Basta!

Entrevistamos a Rodolfo Schwartz, secretario del PCR del Chaco, quien nos aporta un primer análisis de esa histórica marcha.

—¿Qué tuvieron en cuenta para impulsar la marcha El Chaco dice ¡Basta!?
—El momento político y económico y la situación y estado de ánimo de las masas.

Luego de aprobar el presupuesto nacional 2019 con las exigencias del FMI, Macri anunció que los próximos meses serán peores. Decidimos que había que profundizar y ampliar la lucha y que era urgente, antes de que sea peor, una lucha más grande, que conmueva, mostrando una clara oposición a esta política, que trate de unir a todos los sectores castigados por las mismas y muestre una salida. Con una iniciativa que posibilite participar de distintas maneras, en distintas etapas y que no enfrente con medidas sectoriales a quienes deben luchar juntos en medio de la bronca que crece.

Ajustar el golpe principal en la política de Macri y unir todo lo posible contra él, usando las contradicciones con independencia.

Para unir era necesario definir con claridad el golpe a la política de Macri en general y como se expresa para cada sector en particular: trabajadores ocupados, desocupados, jubilados, privados y estatales, pequeños y medianos campesinos, comerciantes y pymes, levantar sus reivindicaciones, la defensa del federalismo y la soberanía nacional y elaborar un programa que difunda las medidas a tomar para dar respuestas y abrir un camino a favor del pueblo y de la patria.

—¿Sobre qué base se realizó la convocatoria?
—Se elaboró un borrador de un documento político y programático desde la CCC, la FNC, Originarios en Lucha, el PCR y el PTP y se iniciaron reuniones de ampliación y ajuste, con sindicatos, movimientos, diferentes sectores políticos –que inclusive están en disputa entre ellos–, organizaciones del empresariado regional, consejos municipales y se le hizo llegar a la Iglesia. Los dos gremios de estatales y docentes más grandes de la provincia y la región como UPCP y Sitech Federación y ATE, adhirieron desde el inicio y los primeros participaron activamente colaborando y marchando. Hubo cuatro consejos municipales que adhirieron al documento en sesiones de los mismos. Se produjo un profundo debate político en todos lados donde nuestros compañeros con audacia y convencimiento, fueron al debate, logrando apoyo logístico de todo tipo.

—¿Cómo se definió la consigna?
—Ese fue un tema clave. Es un momento complejo. De divisiones, disputas y reagrupamientos en curso, en el propio gobierno nacional y provincial y en todas las fueras políticas, había que precisar el golpe sin ampliarlo, tratando de no unir a quienes tienen distinto grado de contradicciones o por lo menos neutralizarlos.
La provincia depende en un 86% de los Fondos de Coparticipación Federal y en el chantaje de Macri a los gobernadores, Peppo hizo votar todas las leyes que le pidió. A su vez Macri en el Chaco juega a bloquear el armado de un frente más opositor de otros dirigentes del PJ.

La consigna general fue: “El Chaco dice ¡Basta!”, pero la misma no especificaba el destinatario del golpe principal. Al ser una lucha provincial podía golpear sólo a Peppo, como plantean algunos sectores de izquierda y de la interna, sin nombrar a Macri. Otra presión era golpear a Macri y Peppo por igual. Teniendo en cuenta los acuerdos y diferencias por arriba, definimos Macri, el Chaco no acepta el ajuste, la entrega y la represión. ¿Peppo de qué lado estás?
Esta pregunta era en relación a la Marcha, para no emblocar y para que todos los que tuvieran alguna contradicción con Macri pudieran jugar de una u otra manera en apoyo o por lo menos no enfrenten la lucha. Eso permitió en primer lugar que se ampliara la participación en los movimientos y nuevos afluentes y que sectores del PJ de uno u otro sector, la vieran con mayor o menor simpatía. Eso se expresó también en la actitud de gremios y consejos municipales, aunque uno de los que firmó la adhesión al documento, es dirigido por una vertiente radical. Hubo apoyo de dirigentes, cuadros intermedios y fundamentalmente de las bases.

Eso no fue lineal. En algunos casos, apoyos iniciales se redujeron y fue una permanente unidad y lucha. No es fácil para algunos sectores acostumbrados a dirigir, sumar a una lucha que no hegemonizan.
Al mismo tiempo sobrevolaba cierta desconfianza, impulsada desde algunos sectores, creando el temor a la pérdida de gobernabilidad y posibilidad de caos.

—En el documento se puede observar preocupación por ir al debate dominante de cuáles son las causas de la crisis y por evitar entrar en la falsa opción de este presente o el pasado.
—Así es, está en el debate de masas cuales son las causas de la crisis. El gobierno y sus grupos periodísticos y de economistas dicen que es la corrupción, los subsidios, el alto costo laboral. Otros centran en los vagos “planeros” que “no quieren agarrar una pala y con los impuestos le pagamos nosotros”. Se oculta que en la corrupción de la obra pública se sentaban a la mesa a decidir los sobreprecios y los beneficiarios de las mismas, las cámaras donde estaban sentados hasta el propio presidente. Esas no eran coimas, era asociación ilícita. Ocultan que endeudan al país por cinco generaciones, en 150 mil millones de dólares y se los llevan los fondos financieros extranjeros que traen dólares para especular con depósitos al 70% de interés y se los llevan.

La disyuntiva no es esto o volver al pasado. Hay que cambiar el presente de cara a un futuro de desarrollo del mercado interno, las economías regionales, la industria nacional y las pymes; que recomponga el salario, nacionalice el comercio exterior, saque la plata de la especulación y la vuelque a la producción con una reforma monetaria, se impulse una agricultura con agricultores, acumulando fuerzas para una reforma agraria integral y la suspensión del pago de la deuda externa, mientras se investígue la misma. Son cosas que no se hicieron y deben hacerse.

—¿En cuánto tiempo se organizó una marcha de 7.000 personas que caminaron 170 kilómetros en cuatro días y acamparon siete días en Resistencia?
—La iniciativa se lanzó en el acto de inauguración del local del PTP de Castelli y se realizó un mes después. Algunos compañeros destacaron que se organizó en treinta días. Eso desde un punto de vista fue así, pero de fondo, tiene que ver con veinte años del trabajo del Partido por arraigar en los centros de concentración de una provincia agraria, y en los años de articulación de las luchas con los sindicatos en las multisectoriales que impulsamos desde hace tiempo. Para una acumulación estratégica y alumbrar el camino de cada lucha de los movimientos y organizaciones que ayudamos a construir, hacen falta los horcones en cada lugar, como decía Mártires López por los compañeros del Partido, para construir una sólida organización para una salida revolucionaria.

—¿Qué balance general hacen?
—Lo logrado es muy importante, desde el punto de vista político y reivindicativo. Según los medios que cubrieron con mucha veracidad y respeto, ha sido la lucha más grande de los últimos 15 años.

Es necesario destacar la importancia de que una amplia convocatoria multisectorial se haga desde lo más explotado y oprimido de la patria, superando cualquier convocatoria estrecha, parcial y unilateral, que enfrente a los que deben luchar unidos. El papel del campesinado pobre-originario es clave en una provincia agraria como la nuestra, buscando consolidar la alianza obrero-campesina, que conmueva y sea referencia del conjunto del pueblo, aunque por ahora, muchos sectores se mostraron expectantes, pero con simpatía. Nuestras fuerzas estuvieron a la cabeza, con gran amplitud y fue destacado el papel dirigente del Partido en todas las instancias.

Los logros acordados fueron importantes: Mantener abiertos 500 comedores escolares en el verano, dirigidos por los padres, con provisión de mercadería de la provincia y compra de la producción a los pequeños y medianos campesinos de la zona; la apertura de centenares de copeos de leche, el refuerzo a los comedores populares, los bolsones navideños, las semillas y el gasoil, los montos para reparaciones de tractores, vehículos y herramientas, la compra de tierras urbanas y la participación en la Comisión Interpoderes de la ocupación que recupera 3 mil de las 10 mil hectáreas originarias de Miraflores, las soluciones habitacionales con Servicios de Techos, articulados con ladrillerías en cada pueblo, cuatro carpinterías, una herrería y cuatro galpones, son algunos de los principales puntos acordados. La Mesa Provincial de Delegados de la CCC y la FNC, ya resolvió democráticamente la distribución y nos encontramos realizándolas presentaciones para el cumplimiento. Está resuelto el estado de alerta para garantizar el cumplimiento de los puntos.

—¿Se está discutiendo lo electoral en la provincia? ¿Cómo ven ese tema?
—Eso se está discutiendo en todo el país. Nosotros creemos que no hay que contraponer luchas con elecciones. Es necesario elevar el debate político en las luchas por las necesidades populares, buscando la máxima unidad para enfrentar la política de Macri. Eso mecánicamente no se va a expresar en las elecciones, pero debemos esforzarnos para ello. Constituir un frente programático, equitativo y público y para eso es fundamental contar con la herramienta, política y legal del PTP, e ir a las conversaciones sin complejos, teniendo en claro que un frente se construye con unidad y lucha.

Hoy N°1750 16/01/2019