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02 de octubre de 2010

El viernes 6 de junio, el secretario general del PCR cerró las actividades de este año del seminario "Che, vigencia de su lucha y pensamiento", desarrollado en Rosario.

El Che, un coloso de la revolución

Charla de Otto Vargas en Rosario (Parte 2 de 2)

El seminario, organizado por la Comisión permanente de homenaje al Che, se realizó en la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR, y se inscribe en la conmemoración del aniversario del nacimiento de Ernesto Guevara.  Reproducimos la segunda parte de los extractos de la exposición realizada por el secretario general del PCR, en el cierre del seminario. La versión completa puede verse en nuestra página de Internet, y los videos de todas las jornadas en www.seminariodelche.blogspot.com

 

Interpretaciones de la revolución cubana
Es muy difícil entender, para ustedes, que la Revolución Cubana rompió la idea del fatalismo geográfico. Porque aquí había la idea de que la revolución no podía triunfar en América Latina hasta que no triunfara en el resto del mundo. Porque éste era el patio trasero, era el último lugar que se iba a liberar. Para entender lo que le pasó a nuestra generación hay que tener en cuenta esto… Porque existía esa idea que lo último que se iba a liberar era América Latina. Y de pronto a 80 millas de Estados Unidos, se libera Cuba.
Si no se ve cómo era el mundo en ese entonces, no se entiende. En esos momentos la Unión Soviética tenía superioridad militar sobre los Estados Unidos…  Por eso tiene mucha importancia estudiar, porque hubo muchas interpretaciones. Hubo una interpretación que llevó a la muerte a miles de jóvenes en América Latina, lo mejor de la generación de los 60 y los 70 en América Latina. Porque murieron centenares, miles. Y en nuestro país casi una generación fue arrasada. Era la idea que bastaba con un grupo de combatientes que diera el ejemplo para alzar a la lucha al pueblo y que triunfara la revolución. Esta era la idea. En una ocasión a Fidel le preguntaron ¿Y el foco dónde, en cualquier país?, y Fidel contestó “hasta en Berlín occidental”. Es decir hubo quienes estimularon esta idea.
Hubo algunos, como el PC de la Argentina, que consideraron que la revolución cubana fue como “un gato ciego que cazó un ratón muerto”. Estaba contento el gato con su ratoncito, pero fue una casualidad. Tampoco estudiaron lo que pasó allí…
El Che me invitó a Las Villas, recorriendo toda la zona donde estuvo la guerrilla allí. Se hizo un gran acto, el Che andaba con muchos problemas con el asma, estaban los campesinos, armados, con carteles que decían “queremos los títulos de propiedad de las tierras”, “reforma agraria”, porque todavía no se había hecho la reforma agraria. El Che les dijo “¿ustedes ocupan las tierras?”, “¡Sí!”, contestaban. “¿Ustedes tienen las armas?”, “¡Sí!”. “¿Y entonces para qué quieren los títulos?”. Pero no los convenció a los campesinos. Ellos querían los títulos de propiedad de las tierras. Esto es muy importante, porque no es lo que hizo Salvador Allende en Chile. Allende expropió la tierra, pero no les daba los títulos de propiedad a los campesinos. Camino que también siguió el sandinismo en Nicaragua, con la idea de formar cooperativas, o no sé que cosa…
El Che me dio una gran lección en ese momento. Yo venía de Europa, era el momento del 20 Congreso del PCUS, y yo venía muy confundido, muy equivocado. Creía que el 20 Congreso era una medida justa contra el dogmatismo de Stalin. El Che se rió de mí. “¿A vos te parece lo de la vía pacífica y lo que dicen de Stalin, los ataques que le hacen?”. Yo no lo pude entender en ese momento pensando que “él viene de la sierra…”, pero la verdad que tenía razón el Che, tenía mucha razón.
En otra ocasión que estuve en Cuba, fue en julio de 1960, cuando se desarrolló el Primer Congreso Latinoamericano de Juventudes. Se había aprobado la reforma agraria. Se le dio la tierra en propiedad a todos los que trabajaban menos de cinco caballerías. Se habían formado las milicias nacionales revolucionarias, estaban en campaña de alfabetización. Y el Che hizo, en la inauguración ese discurso del que leí un fragmento antes. Al mismo tiempo, se había aprobado una ley que autorizaba al presidente y al primer ministro la nacionalización de empresas con expropiación forzosa, a los bienes y propiedades de ciudadanos o empresas yanquis. Los yanquis amenazaron con sacar la cuota de azúcar de Cuba. Y Fidel contestó, vamos a cambiar cuota, por nacionalización.
Se clausuró el Congreso. Fidel leyó el discurso de nacionalización. Se quedó sin voz, tuvo que subir Raúl. Estaban el Che, Raúl, estaban todos en el palco, era la clausura del Congreso Latinoamericano (de Juventudes). Nacionalizaron las refinerías de petróleo, las compañías de electricidad y teléfono. Ciento cinco ingenios azucareros, etc., etc. No sé si ustedes se pueden imaginar lo que era para nosotros, jóvenes latinoamericanos, ver eso. Era el sueño por el que luchábamos.
Arrancó Fidel “a partir de hoy se nacionaliza la refinería de petróleo…” y estaba todo el estadio rodeado de milicianas armadas, en los techos. Se puso todo el estadio de pie y empezaron con “Fidel, Fidel, qué tiene Fidel, que los americanos no pueden con él”. Y no terminaban. Arrancaban con el himno, terminaban con el himno y volvían con el “Fidel, Fidel…”, tardaron como una hora en leer el decreto.
La revolución cubana, en esa época, era la revolución de la rumba, de la alegría. De todo hacían una rumba. Al triunfar la revolución, en el primer discurso de Fidel, se da vuelta y le pregunta a Camilo Cienfuegos “¿Voy bien Camilo?”, “Vas bien Fidel”. Al rato ya estaba la rumba “¿Voy bien Camilo? Vas bien Fidel”. Era una revolución alegre. Era la alegría de todos los pueblos latinoamericanos que veíamos realizado el sueño por el que habíamos luchado, por el que estábamos luchando, y por el que seguiríamos luchando en América Latina. Yo digo esto para que veamos las diferencias que tenemos actualmente con los procesos encabezados por Chávez y por Evo Morales. Que todavía no destruyeron el viejo Estado, que hicieron algunas nacionalizaciones y no hicieron aún la reforma agraria. Hoy esta teoría que vino avanzando, del neodesarrollismo.
Algunos dicen que es lo que están haciendo los Kirchner en la Argentina. La verdad que se parece mucho al desarrollismo de Frondizi, que entregó el petróleo, que entregó la industria automotriz, que entregó todo. Ellos “argentinizan” el petróleo. Y algunos hablan de la línea de Fidel, Evo, Chávez, Correa. Yo no niego las diferencias entre lo que están haciendo Chávez, Morales o Correa, que están haciendo reformas importantes, y lo que están haciendo los Kirchner acá. Lo único que quiero decir es que mientras no liquiden al viejo Estado oligárquico-imperialista no estará garantizada la transformación en ninguno de esos países…  Al Che lo dejaron solo
Había superioridad militar soviética. Esto que dije, que era otro mundo. Ahora conocemos bien la posición del PC con la lucha del Che en Bolivia, cuando lo dejaron solo. Hay muchos elementos que muestran cómo lo abandonaron. Hemos estado en Bolivia en la conmemoración de su asesinato.
Yo lo que quiero decir es lo siguiente. El Che entra en contradicción con Fidel. En realidad entra en contradicción con la Unión Soviética. En el año 1964 hace una conferencia sobre el Manual de economía soviética en el Ministerio de Industria, y va a la crítica de eso. También en el 64, en febrero, pronuncia su discurso de Argel, donde dice “¿qué países socialistas son estos que aprovechan las ventajas de las tijeras del intercambio?”, como hicieron los checoslovacos que, cuando los cubanos quisieron comprar máquinas barredoras les mandaron máquinas para la nieve. Así los trataban “fraternalmente” los llamados países socialistas.
El 15 de marzo regresa a Cuba, tiene una discusión con Fidel y con Raúl, y el 2 de abril sale para el Congo. Cuando el Che ha sido derrotado en el Congo, Fidel lee la carta que había dejado el Che (tomando en cuenta que ahí hace una larga cita de elogios de Fidel), con lo que el Che no puede volver más a Cuba. Entonces viene a Bolivia. Yo tengo un seguidor, Sergio Ortiz, del Partido de la Liberación, que se especializa en escribir sobre mí en Indymedia. Se indigna por lo que yo digo, pero fue así. Los cubanos se apoyaron en el Partido Comunista de Bolivia para ayudarlo al Che. Nosotros todavía estábamos en el PC. Yo soy testigo cuando vino Arnedo Alvarez a una reunión de la provincia de Buenos Aires y dijo “pasó por aquí Monje”, antes de verlo al Che. Monje venía de Moscú con las instrucciones. Yo digo lo que conversé con Zamora, dirigente entonces de un partido maoísta en Bolivia. “Decíme Motete, ¿quién lo mató al Che?”. “Al Che lo mató la CIA”, me dijo. “¿Y la KGB?”, “la KGB lo puso en Bolivia para que lo mate la CIA”. Es exacto.
Se indigna Sergio Ortiz, porque yo hago referencia a Tania (Tamara Bunke). Tamara trabajó conmigo un año en Viena. Ahí están las fotos de Tamara en mi casa, en el libro “¿Ha muerto el comunismo?”. Cuando yo digo que Tamara era una agente de la República Democrática Alemana, yo no lo deduzco… Una gran muchacha. Una comunista, que era de los servicios de inteligencia de Alemania Oriental porque era comunista dispuesta a dar la vida como la dio por la revolución. A ella la mandaron para que estuviera al lado del Che. Y entonces ella, que estaba en La Paz, y tenía todo ese grado de relaciones, resulta que va a llevar a Debray y a Ciro Bustos para contactarse con el Che, que está en medio del monte, y deja en el jeep que queda en el pueblo de Camiri, su chaqueta, con una agenda con todos los contactos. El Che escribe en su diario, “se han perdido años de trabajo” ¿Ustedes qué quieren, compañeros, que yo crea que Tamara pudo cometer ese error? A partir de que Tamara hace eso, se tiene que quedar con el Che, allí arriba en la montaña. Y murió como murió Tamara, cumpliendo su misión. Pero hete aquí que había dos personas cubriendo el área de protección civil del Che. Una era Tamara, y el otro era su jefe, un jefe de la inteligencia cubana llamado Sánchez. Apenas pasa esto con Tamara, Sánchez se va. Pero Sánchez, años después, pasa a ser el jefe de la inteligencia del gobierno sandinista de Nicaragua, el jefe de Gorriarán Merlo y otros. Y Cuba no mandó a nadie en su reemplazo. Y entonces el Che va a escribir en su diario “Manila (por La Habana) no contesta”.  

 

Un coloso del pensamiento revolucionario
Lo mataron al Che. Lo mataron porque el Che se mofa de las conclusiones del Manual de Economía Política soviético. Dice el Manual, “las guerras no son ya fatalmente inevitables”. Y dice el Che: “A qué es a lo que llaman guerra estas gentes”. ¿Cómo es esto que las guerras no son inevitables? Se mofa sobre la imposibilidad de la quiebra del mundo socialista, si ya estaban quebrados, estaban divididos Rusia y China. Se mofa del llamado camino parlamentarista. Dice el Che “no lo creen ni los italianos, que no tienen otro Dios”, el partido comunista italiano, que era más parlamentarista que el más parlamentarista de los partidos burgueses. Dice que las últimas medidas económicas de la URSS son semejantes a las que llevaron a Yugoslavia a un retorno gradual hacia el capitalismo. Coincide con Mao en la necesidad de la crítica a ese manual. Los chinos decían del dogmatismo (del dogmatismo stalinista) al revisionismo. Del revisionismo (el 20 Congreso del PCUS) a la traición. Y de la traición al socialimperialismo. El Che no llegó al concepto de socialimperialismo al que ya había llegado Mao. Pero sí dice del dogmatismo intransigente de la época de Stalin al pragmatismo inconsistente actual. Afirma que se está regresando al capitalismo. Se manifiesta contra la interpretación del 20 Congreso de una frase de Lenin sobre la posibilidad de tomar el poder por vía pacíficas. Se manifiesta contra la posibilidad de conjurar una nueva guerra mundial, dice, una de las más peligrosas tesis de la Unión Soviética.
El Banco de la Unión Soviética había abierto sucursales en París y en Londres. Y decía el Manual que el Banco estatal soviético era “el Banco más poderoso del mundo”. Dice el Che “Puede preguntarse si esto no influirá en los métodos y concepciones de la Rusia soviética. Así como las instituciones crediticias pertenecientes al Partido argentino, influyen en su línea de acción política”. O sea el Credicoop. Como dijo un viejo dirigente del PC que no ocultó nunca que estaba relacionado a los servicios soviéticos, Oscar Arévalo, antes teníamos un partido que tenía un Banco, ahora hay un Banco que tiene un partido. Habría que aclarar, un Banco que tiene dos partidos: el PC de Echegaray, y el de Pereyra, que se unió en un momento con Libres del Sur, y ahora se separó porque dice que Patria Libre ya está pensando en el poskirchnerismo, y ellos son tan kirchneristas que no piensan en el poskirchnerismo. Uno entiende por qué Echegaray fue a la plaza el otro día. Porque el jefe de Echegaray es el mismo jefe que el del Partido de Pereyra.
Dice el Che sobre Stalin: “En los pretendidos errores de Stalin está la diferencia entre una actitud revolucionaria y una revisionista. Stalin sale al paso de la relaciones mercantiles, mientras que la nueva dirección acentúa la dirección mercantil”. Y dice “Pocas voces se le oponen (a lo que dice el Manual) demostrando así el tremendo crimen de Stalin. El haber despreciado la educación comunista e instaurado el culto irrestricto a la autoridad”. Vieron en el video, recién, lo que dice el Che a los jóvenes sobre la actitud ante la autoridad, nada de chupamedias.
En definitiva, compañeros, el Che, que no era un utópico, que era un comunista, que es un ejemplo para todos los revolucionarios, porque el Che hacía lo que decía, y llevaba la revolución en la sangre, y era capaz de dar su sangre por el triunfo de la revolución. Eso fue el Che Guevara, y por eso hoy se ha transformado en la imagen del revolucionario modelo, independientemente de que pudo haberse equivocado, porque cualquiera que está en la acción se equivoca, el problema son los que se quedan mirando por televisión como pasan las cosas. Lógicamente que se equivocó, pero fue un genio, un coloso de la revolución. Eso fue el Che Guevara.