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05 de noviembre de 2014

El Código Civil fue parte del acuerdo de la “Triple Alianza”

Breves de la historia argentina

 Los acuerdos secretos que precedieron a la guerra contra el Paraguay, se conocen poco. Algunos archivos todavía hoy permanecen sin difundirse. Uno de los acuerdos secretos fue la obligación de Argentina de dictar un código civil, que permitiera el funcionamiento de la propiedad, de acuerdo a pautas conocidas y seguras. Por ello se dice que, si bien Vélez fue el padre del Código Civil, la monarquía del Brasil y los ingleses fueron sus abuelos. Finalizada la guerra, y como parte del sistema que los vencedores le impusieron al Paraguay, se obligó a este país a utilizar el Código Civil argentino como código propio. De esta manera, utilizaron los mismos mecanismos jurídicos para robarse las tierras públicas en ambos países.
Brasil tenía el código de Freitas, pero no les servía a los apropiadores de tierras en el Paraguay derrotado, porque dicho código determinaba que el dominio privado del Estado, necesitaba una desafectación para ser vendido a particulares y en Paraguay, desde 1811 hasta el fin de la guerra, había muy pocos propietarios. Las tres cuartas partes de las tierras pertenecían al gobierno desde la expulsión de los jesuitas. Por ello, para robarse las tierras estatales necesitaban un código que facilitara el remate o la adjudicación directa, y no vacilaron en adoptar el Código Civil argentino como ley interna del Paraguay. 
Los especuladores argentinos, ingleses, brasileros y norteamericanos se lanzaron sobre la presa, acaparando centenares de miles de hectáreas. Los mecanismos utilizados tenían su base en la vigencia del Código Civil argentino y de la reglamentación jurídica sobre las formas de adquirir el dominio que éste reglamentó.
Decretada la vigencia del Código Civil argentino en Paraguay, el gobierno títere de posguerra ordenó un censo de tierras públicas y organizó su privatización. 
Una muestra más de cómo las leyes sirven a quienes detentan el poder. El código argentino rigió en el país hermano durante casi 100 años.