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30 de abril de 2019

¿Qué cambia con el proyecto macrista de reforma?

El Código Penal y el aborto

Un nuevo proyecto de reforma del Código Penal del macrismo plantea modificaciones al delito de aborto entre otros delitos, tema que genera nuevamente discusión en el marco de una marea verde que recorrió la Argentina el año pasado, y que sigue su curso.

En lo que interesa de la reforma, el nuevo texto mantiene las mismas penas para quien realice un aborto con el consentimiento de la mujer (1 a 4 años de prisión).

En relación a la no punibilidad, se mantienen las causales: El aborto practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer embarazada no es punible: 1°) Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud física o mental de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios. 2°) Si el embarazo proviene de un abuso sexual.

Se agrega en el nuevo texto las palabras física y mental, lo que en principio pareciera no pretender generar situaciones de retroceso en la actual situación de atención de abortos no punibles que se practican en el sistema de salud (nivel primario de atención).

La pena a la mujer que realiza su propio aborto se reduce de uno a 4 años (actual Código) a 1 a 3 años (proyecto reforma). Esto implicaría, si mantuviéramos el Código Penal actual, que la mujer nunca estaría detenida salvo excesos de los operadores judiciales. El problema es que en el marco de un pretendido Código Penal más duro como el que se propone, donde la pena en suspenso es excepcional, la situación general es de agravamiento del poder punitivo.

Lo novedoso sería el siguiente texto: “El juez podrá disponer que la pena se deje en suspenso o eximirla de ella, teniendo en cuenta los motivos que impulsaron a la mujer a cometer el hecho, su actitud posterior, la naturaleza del hecho y las demás circunstancias que demuestren la inconveniencia de aplicar pena privativa de la libertad”.

La suerte de la mujer quedará librada a que toque un juez u otro, a la moral de uno u otro, lo que no garantiza derechos sino que vuelve a la mujer dependiente de una voluntad judicial subjetiva. Este párrafo que otorga la posibilidad al juez de dejar la pena en suspenso, pero no impone el deber, subordina nuestros cuerpos y nuestra libertad a la moral de un juzgador. Sigue siendo un tratamiento patriarcal de nuestros derechos que hará que las mujeres pobres sigan muriendo por decidir sobre sus cuerpos en el marco de la clandestinidad.

Tratándose de un proyecto de reforma que se someterá a debate luego del tratamiento del proyecto de ley de despenalización de 2018 (proyecto que se presentará nuevamente a fines de mayo de este año), sin dudas esta propuesta atrasa y es reaccionaria, acorde a los sectores que salieron a jugar con ofensiva luego de la aprobación del proyecto de despenalización en Diputados.

Opiniones de Stella Manzano
El gran retroceso lo intentan con las lesiones al feto, como un delito autónomo. En tal sentido, nos dice Stella Manzano, médica del fallo FAL: “Es un retroceso grave. Creemos que lo pusieron para criminalizar a las y los profesionales que recetan pastillas para abortos medicamentosos, aunque la posibilidad de malformaciones por misoprostol es bajísima en caso de continuar el embarazo. Lo más grave de esta penalización es que desconocemos la causa de la mayoría de las malformaciones fetales, que la automedicación es una constante entre muchísimas personas, y que serían castigados médicos inocentes por fármacos que no recetaron, porque un fármaco puede provocar diversas malformaciones. Lo que más nos preocupa a quienes tratamos embarazadas es que hay fármacos que es imprescindible usar y que pueden provocar malformaciones como los anticonvulsivantes. Se estima que un 2% de las embarazadas es epiléptica. Si se las medica el feto puede nacer con malformaciones por acción de los fármacos, y si no se la medica, también, porque la hipoxia provocada por convulsiones largas, también los podría afectar.

“Esta criminalización no existe en casi ningún país, salvo algunos estados conservadores de EEUU; donde se usa para poner presas y arrebatarles sus hijos a las mujeres adictas.

“¿Se pondrán presos a los dueños de empresas que fumiguen con agrotóxicos, o solo se busca dejar a las embarazadas enfermas sin médicos que se atrevan a atenderlas? Porque esto es lo que pasará. Nadie querrá tratar embarazadas con alguna patología, por temor a la cárcel, aún habiendo actuado correctamente. Este punto llevará a la realización de muchos más abortos. Además dice que no se culpabilizará a la embarazada en ningún caso, solo a los profesionales, pero son puertas que una vez entreabiertas, terminan abiertas del todo”.

Escribe Mariana Vargas

Hoy N° 1764 30/04/2019