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24 de junio de 2020

Córdoba: Solidaridad activa para combatir la pandemia

El Comité de Emergencia de Amancay y Amboy

Villa Amancay y Amboy son dos pequeños y apacibles pueblos del Valle de Calamuchita, en la zona oeste del  interior cordobés. En estas sierras de Comechingones, entre arroyos y montes nativos, la pandemia y la cuarentena también se hicieron sentir. Si bien el crecimiento con el pasar de los años ha cambiado la fisonomía de ambos pueblos, su densidad demográfica hace que haya carencias en cuanto a servicios se refiere. En otras palabras, para encontrar un banco o ir a una farmacia, por ejemplo, es necesario trasladarse varios kilómetros en algún vehículo. Ya antes de la pandemia la única línea de colectivos que entraba tenía muy pocos horarios.

Ni bien decretado el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, comenzaron  los problemas a resolver. El puntapié inicial fueron los remedios de los mayores: era necesario garantizar que se quedaran en sus casas y que recibieran sus remedios. Con ese objetivo se habló con una de las doctoras que vienen al pueblo y con una receta firmada por la doctora en la que dejaba constancia de que en el pueblo no había farmacia, comenzamos a salir. A partir del contacto con la gente se empezó a ver que ese no era el único problema, y se definió organizarnos entre vecinos, mediante un grupo de whatsapp, el Comité de Emergencia de Amancay y Amboy, con alrededor de 40 vecinos y vecinas autoconvocadas que en un rico proceso fueron tomando la solución de los problemas colectivos en sus manos. Constituimos tres comisiones diferentes (todas integradas mayoritariamente por mujeres): Higiene y Salud, Alimentos y Ropa.

La Comisión de Higiene y Salud  entendió que una primera necesidad era poner un barbijo o tapabocas en la mano de cada abuelo de ambos pueblos. Con donaciones de tela fabricaron alrededor de 150 barbijos que fueron entregados uno por uno en la mano de los mayores.  Luego se decidió proponerse a confeccionar batas, cofias y barbijos para entregarle a los trabajadores del Hospital Regional Eva Perón, de Santa Rosa, único hospital público que hay en todo el valle. Hace unos días, y con el esfuerzo inconmensurable de nuestras costureras, hicimos una primer entrega de esos insumos a esos laburantes que están en la primera línea de batalla. Esta pandemia mostró de manera amplificada una problemática social y alimentaria que sufre una buena parte de la población. Problemática que creció exponencialmente con esta situación, pero que ya existía. Nuestros pueblos, por supuesto, no son ajenos a esa realidad. La Comisión de Alimentos  tuvo la difícil tarea de ayudar a las familias que empujadas por esta situación necesitaban un refuerzo en lo alimentario. En esta Comisión tienen gran protagonismo las mujeres. Con cajas en los negocios para que la gente deje alimentos no perecederos, pidiéndole a panaderos y comerciantes de la zona y ciudades aledañas, consiguiendo aportes solidarios, donaciones de los participantes de la compra comunitaria de frutas y verduras, se logró armar y entregar bolsones con relativa regularidad a muchas familias vecinas de Villa Amancay, Amboy y San Ignacio. Con mucho esfuerzo y no sin dificultades se siguen armando bolsones.

El invierno en el valle puede ser bastante crudo, la leña no alcanza para calentarse. Se suele ver a las sierras pintadas de blanco, y en nuestros pueblos puede haber temperaturas bajo cero. Por ese motivo la Comisión de Ropa comenzó una campaña de donaciones a la que se sumaron infinidad de vecinos solidarios que donaron abrigo, tan necesario en esta época. Las compañeras recibieron, catalogaron, acomodaron y repartieron ropa. Los niños y niñas de la zona hoy tienen una campera, un par de zapatillas, un pantalón para abrigarse gracias a la solidaridad de la gente de ambos pueblos y de estas vecinas solidarias.

Hoy el Comité sigue funcionando con sus comisiones donde participan activamente compañeros del Partido y la CCC, de la iglesia del pueblo, bomberos, otras organizaciones y vecinos autoconvocados, y va acomodando su trabajo de acuerdo a las problemáticas y a las necesidades que van surgiendo. Ante el miedo, el dolor y la incertidumbre, van demostrando que con organización, democracia directa y protagonismo popular el pueblo pueden tomar la solución de sus problemas en sus manos y resolverlos. En otras palabras, el pueblo puede (y debe) tomar la política en sus manos.

Compañeros de Amancay y Amboy

Hoy N° 1820 24/06/2020