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04 de marzo de 2020

La enfermedad está en el sistema de explotación y opresión

El coronavirus y el colapso financiero mundial

En un mundo con crecientes nubarrones de una nueva crisis económica (Informe del CC del PCR, enero 2020), la expansión de la epidemia del coronavirus de China a más de 40 países durante el mes de febrero ha significado un duro golpe a la producción y el comercio internacionales, acrecentando la disputa entre las distintas potencias imperialistas y la explotación y el saqueo de los países dependientes del sistema capitalista-imperialista.

China es la segunda economía más grande del mundo y la principal nación comercial, por lo que su mayor contracción económica por el coronavirus cae en un momento particularmente malo para economías de otras potencias como Japón, Alemania e Italia, después de un año de tensiones comerciales mundiales que venían pesando sobre su producción y exportaciones. Con la propagación del coronavirus de China y sus efectos en la economía y el comercio mundiales, también están siendo afectados Japón, Corea del Sur, Alemania, y potencialmente incluso los Estados Unidos. Lo que ha repercutido rápidamente en el colapso de todos los mercados financieros, con una semana negra en todas las Bolsas del mundo que registraron caídas sin precedentes desde la gran crisis de 2008.

La actual es una crisis financiera que ya se venía augurando los últimos años por el aumento de las tensiones en la economía mundial capitalista imperialista en sectores claves como la producción siderúrgica (acero y aluminio) e industrias derivadas como la de los automotores, astilleros, etc. que llevaron a la guerra comercial entre las dos superpotencias imperialistas, Estados Unidos y China, con sus efectos dañinos sobre todas las economías del mundo. No sólo las de los países dependientes oprimidos por los imperialismos sino también sobre las economías de los otros imperialismos, particularmente de Japón y de los de la Comunidad Económica Europea (CEE). Lo que se venía manifestando también en el deterioro de sus monedas (el yen y el euro) frente al dólar al haber agotado sus posibilidades de seguir bajando sus tasas de interés, cuando todavía podían hacerlo los Estados Unidos e Inglaterra.

La semana pasada todas las bolsas y monedas de los países dependientes sucumbieron ante el colapso financiero mundial, principalmente los más dependientes de las exportaciones a China como los que integramos el Mercosur sometidos a la monoproducción agroexportadora por el latifundismo y la dominación económica, social y política (y militar) de los imperialismos que se disputan el mundo. También todos los precios de las materias primas que exportamos se desplomaron la semana pasada, sean las agroganaderas o las mineras y energéticas. El derrumbe de las Bolsas y mercados por la expansión del coronavirus de China fue generalizado en todos los países del mundo, incluido los Estados Unidos y Rusia, como expresión de la enfermedad de fondo del sistema mundial capitalista-imperialista ante el que se rebelan el proletariado y los pueblos y naciones oprimidas por este sistema. Para los bonos y acciones de Argentina hubo una dosis extra de incertidumbre por los trascendidos en las pujas sobre la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional y los bancos y fondos usureros privados.

Hoy N° 1804 04/03/2020