En relación a la decisión de la Mesa Federal de la CCC sobre la invitación que la Fundación Alvarado había realizado a la Comisión de Fomento de cinco barrios de La Matanza, entre los cuales está el Barrio Salamanca (ver hoy nº 1447), nos decía el coordinador nacional de Desocupados de la CCC, Juan Carlos Alderete: “Este ha sido un debate que llevó varios meses con todos los compañeros, que tomamos con retraso dado que subestimamos la influencia que dicha Fundación con un sector de la Iglesia había logrado en los numerosos asentamientos aledaños, a través de Toti Flores del Barrio la Juanita, cuya hija había sido ganada como secretaria de dicha Fundación, financiando la construcción de casas y propagandizando la posibilidad del financiamiento de la tan necesaria sala de salud para los cinco barrios.
Al abrirse la discusión nosotros llevamos la propuesta de la línea de Salud del Barrio María Elena: que los vecinos tomen el problema de la salud en sus propias manos. En primer lugar, construir con esfuerzo propio la Sala de Salud. Así el barrio realizó distintas actividades para recoger fondos propios y se comenzó a construir en forma solidaria.
En el medio aparece de nuevo la propuesta de la Fundación Alvarado para su cena anual –del 28 de noviembre–, de juntar fondos para esta sala que ya había comenzado. En primer lugar comenzó el debate con las organizaciones de los compañeros que iban a trabajar solidariamente y otros, que había que rechazar ese dinero de la Fundación, lo que llevó varias reuniones pues muchos compañeros pensaban que había que aceptarlo. En este debate fue decisiva la posición de dos compañeros que por la falta de la sala perdieron familiares: uno que se le murió la beba el año pasado y otro que perdió la madre, ambos por falta de atención médica cercana y a tiempo.
El convencimiento de esos dos compañeros ayudó mucho a avanzar en reuniones más extensivas con los de la CCC del barrio y otros cercanos, realizándose cuatro asambleas con todo el movimiento. Costó la realización de las asambleas con todos los compañeros que no son de la CCC. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de una Junta Vecinal que nuclea unas 5.000 familias de los cinco barrios, habiendo solo 46 casas de compañeros de la CCC en el Barrio Salamanca.
En estas reuniones, que siguen en curso, participaron más de 1.700 compañeros. Una parte muy pequeña, la más cercana a la CCC, dijo pensemos. La mayoría dijo agarrar la plata, hagamos la sala y que se vayan todos. Pero esta mayoría logró entender de no participar en la cena, que ninguno de la CCC participe en la cena. De vuelta a la asamblea de la CCC, ésta resolvió que nadie de esa organización participe en la cena, llevándose la propuesta a la Mesa Federal de separar de la organización a quien así lo hiciera. Por su parte, el Comité de la zona del Partido había resuelto que si algún camarada lo hiciera sería sancionado con su inmediata expulsión”.