El Dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes Aegipty, de persona infectada a persona sana.
Crece en aguas limpias, baldes, tanques, cubiertas de autos, basurales donde se pueda acumular esta agua. Por lo tanto el saneamiento ambiental y las condiciones de vida digna, son fundamentales.
Hay tres tipos de virus diferentes, el que está más difundido ahora produce entre 7 y 10 días de síntomas de la mayor gripe con alta fiebre, dolores musculares y vómitos. Pero si se produce una segunda picadura se puede transformar en hemorrágico y es mortal. Puede atacar a cualquiera, pero si una persona tiene las defensas bajas por desnutrición o tuberculosis su efecto inicial puede ser mucho más grave.
No es casual que el centro de la epidemia desatada esté en la provincia más pobre de la Argentina. Tampoco que sea Charata el foco inicial, la zona que más avanzó la soja, terminando con montes y expulsando a miles de campesinos y obreros rurales al borde de la ciudad en condiciones precarias de vida, de vivienda y de acceso al agua potable, almacenándola en lo que se pueda. Esta zona al mismo tiempo tuvo una alteración de su ecosistema por las fumigaciones aéreas de los sojeros durante años, de alcances todavía valorados.
En los últimos años creció en Paraguay, Brasil y últimamente y en mayor medida en Bolivia y por vía terrestre en el tránsito de personas y de vehículos o aéreos por esta zona, puede haberse introducido.
El gobierno de Capitanich ocultó el brote inicial, desprotegiendo a la población local y por la movilidad de la gente, al conjunto de los argentinos. Se estiman que los enfermos superarían los 12.000, aunque se reconocen mucho menos. Las acciones iniciales de fumigación se hicieron con insecticidas vencidos en el año 2006. Hay distintos tipos y se habla de que algunos de los que se están usando podrían producir malformaciones a los chicos en gestación. Hay una gran cantidad de población que tiene síntomas de fiebre y malestares que no serían Dengue, pero pueden ser causa del tipo de insecticida que se utiliza. Algunos son para matar al mosquito y otros deben ser para matar a las larvas.
El gobierno nacional debe declarar la emergencia y enviar los fondos necesarios para disponer de los elementos requeridos y adecuados para las fumigaciones, con la movilización popular que la debe tomar en sus manos para terminar con las fuentes de crianza de las larvas y con los mosquitos, barrio por barrio, casa por casa y chacra por chacra. Es necesario en cada lugar la formación de comité de crisis multisectoriales para coordinar las acciones exigiendo los elementos y las instrucciones adecuadas.
Esta es una vez más la demostración del abandono que hacen los gobiernos a la población expuesta a enfermedades erradicadas como la tuberculosis, el dengue, la fiebre amarilla, sin campañas y destinando los fondos para negociados, la compra de voluntades y el pago de la deuda externa. Debemos también en este campo enfrentar esta política y tomar la defensa de nuestra salud en nuestras manos, exigiendo las respuestas necesarias.
02 de octubre de 2010
