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02 de octubre de 2010

Por capitalización, los grandes bancos chinos se han convertido en los primeros a nivel mundial. También se destacan los monopolios de hidrocarburos.

El desarrollo desigual

Cambios en la correlación de fuerzas

A sólo cinco años de finalizada la anterior, estalló una nueva crisis económica mundial, cuyo detonante y centro es Estados Unidos, actualmente la única superpotencia imperialista. Una vez más se verifica la validez del análisis de Marx sobre las contradicciones del sistema capitalista de producción y la inevitabilidad de sus crisis cíclicas. En éstas se manifiesta la contradicción principal de este régimen de producción, la contradicción entre el carácter social de la producción y la apropiación capitalista. Son crisis de superproducción relativa. No es que sobren productos porque la población tenga sus necesidades satisfechas. Todo lo contrario, centenares de millones de personas padecen hambre, carecen de agua, de vivienda, de los elementos básicos a los que tiene derecho todo ser humano.
A diferencia de los sistemas que lo precedieron, bajo el capitalismo estallan las crisis no porque se produzca menos para abastecer el consumo sino, al revés, porque se produce “en exceso”.
Desmintiendo las teorizaciones revisionistas sobre la “desaparición de la clase obrera”, en los últimos quince años el número de obreros en el mundo se multiplicó por cuatro. En su gran mayoría perciben salarios muy bajos, trabajan en condiciones tremendas y carecen de sistemas de seguridad social. Así ha crecido en escala gigantesca la extracción de plusvalía y su acumulación por los grandes capitalistas monopolistas privados y estatales del Oeste y del Este.
La actual crisis empezó expresándose en el estallido de las burbujas especulativas que se venían inflando en el mercado inmobiliario. Al reventarse, desataron la crisis financiera y bursátil. Pero en estas crisis se manifiestan la “sobreinversión” y los “excedentes de capital”.
Los índices oficiales del producto bruto norteamericano indican que cayó y se estancó la actividad económica (el crecimiento bajó del 4,9% en el trimestre anterior al 0,6% en el último trimestre). La construcción de viviendas cayó el 23,9%. Descendió el índice de actividad manufacturera. El índice de desocupación ha empezado a subir de nuevo.
Los bancos están acusando grandes pérdidas y acecha el peligro de grandes corridas bancarias. Al 23 de enero los 10 bancos más afectados habían anunciando pérdidas por un total de 133 mil millones de dólares. Se trata de los yanquis Citigroup, Merril Lynch, Bear Stearns, Bank of America, Morgan Stanley y J.P.Morgan, el chino-inglés HSBC, el francés Credit Agricole, el inglés Northern Rock y la UBS (Unión de Bancos Suizos). Ellos forman parte de los principales grupos monopolistas de capital financiero. En los últimos días de 2007 hasta el 4 de enero de 2008, el Banco Central Europeo puso 348.607 millones de euros a disposición de los bancos. En un solo día, el 15 de enero, el Citi y el M.Lynch recibieron un auxilio de 19.100 millones de dólares.
En un solo día, el 21 de enero, en las bolsas europeas el derrumbe del precio de las acciones significó una baja de 440 mil millones de euros en la capitalización de las compañías cotizantes.

Desarrollo desigual
La crisis ahonda el desarrollo económico y político desigual, a saltos, de los países capitalistas. En lo que va de la presente década hay cambios importantes en el ritmo de crecimiento: mientras que, por un lado, EEUU, Alemania, Inglaterra, Japón, Italia, Francia y Canadá muestran un crecimiento anual promedio del 2,5%; por otro lado, China, India y Rusia vienen creciendo a un promedio anual del 8%. El dólar, la moneda de reserva mundial, se viene debilitando. Si bien esto le puede servir a la burguesía yanqui para ganar en competitividad, la devaluación del dólar respecto al euro, al oro, al yen, expresa el debilitamiento relativo de EEUU.
Si tomamos los cinco primeros de la clasificación mundial de bancos en 2007 por capitalización tenemos que el 2 de enero era así: 1) Citigroup (yanqui), 2) Banco Industrial y Comercial de China, 3) Bank of America (yanqui), 4)Hongkong Shanghai Banking Corporation- HSBC (chino-inglés) y 5) J.P.Morgan (yanqui). En cambio, al 31 de diciembre de 2007 los chinos ya habían pasado al frente: 1) Banco Industrial y Comercial de China, 2) Banco de la Construcción de China, 3) HSBC (chino-inglés), 4) Banco de China y 5) Bank of America (yanqui).
Los cambios son también muy grandes en el mapa de los monopolios de una rama fundamental como la producción de hidrocarburos, Ya no son las “siete hermanas”. Ahora se destacan ocho grandes compañías: dos yanquis (Chevron Texaco y Exxon Mobil), dos rusas (Gazprom –principal productor mundial de gas– y Rosneft), dos chinas (Petrochina y Sinopec), una angloholandesa (Shell) y una inglesa (British Petroleum).
Como descubrió Lenin en su estudio sobre el imperialismo, en esta etapa monopolista del capitalismo se acentúa al máximo la desigualdad del desarrollo. Esto se produce en condiciones en que se agravan las contradicciones del sistema, especialmente la que opone al puñado de potencias opresoras y la gran mayoría de pueblos y naciones oprimidas, la contradicción entre la clase obrera y la burguesía y las contradicciones interimperialistas. En determinados países convergen con mayor agudeza esas contradicciones y estos países se convierten objetivamente en eslabones débiles en la cadena imperialista, generando condiciones particularmente favorables para el desarrollo y el triunfo de la revolución.