Cristina Kirchner, asesorada por teóricos de pacotilla, afirmaba sin pestañear que la Argentina se iba a “desenganchar” de la crisis porque estaba asociada a potencias que no iban a ser afectados por ella. Se refería, principalmente a China, la potencia a la que N. Kirchner considera “nuestra aliada estratégica”. Ahora resulta que el imperialismo chino acaba de destinar 586 mil millones de dólares para tratar de salvarse del tsunami de la crisis. Es el equivalente a la quinta parte del PBI chino.
02 de octubre de 2010