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23 de enero de 2024

Misiones

El DNU quiere destruir la regulación en la yerba mate

Venimos de varios años de lucha contra la liquidación de la CRYM (Comisión Reguladora de la Yerba Mate), creada en 1936 y eliminada por Menem en 1991. Tras un enorme “tractorazo” con cientos de productores y tareferos en la plaza 9 de Julio de Posadas que habían llegado el 29 de mayo del 2002 traspasando los piquetes policiales y recibidos por miles de personas, la Gobernación quedó “sitiada” y con piquetes en las rutas nacionales 12 y 14 que impedían la circulación de yerba mate. Así se logró después de más de 50 días de lucha la ley de creación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), aprobada en el Congreso.

El Directorio del INYM está constituido por representantes de organizaciones de productores, de secaderos, molinos, tareferos, de las provincias de Corrientes y Misiones. La presidencia es designada por el gobierno nacional con dependencia en el Ministerio de Agricultura.  El INYM tiene facultades de registro de productores y de toda la cadena productiva, autorización de plantaciones, registro de producción verde, canchada (salida de secaderos) y molida (salida de la industria para el consumo), exportaciones. Establecer las condiciones de calidad y fundamentalmente, acordar y fijar el precio mínimo de la “yerba verde” al productor, el valor del kg seco “yerba canchada” de los secaderos con destino a la molienda y envasado.

Con la desregulación de Menem se produjo una acelerada concentración, quedando unos 10.000 productores. La mitad tiene menos de 10 has y produce el 25% de la yerba. Ciento veinte grandes productores (más de 100 has de yerba mate) producen otro 25%; entre ellos se destacan Navajas Artaza (“Taragüí”), Ramón Puerta (asociado a Molinos Río de la Plata, “Nobleza Gaucha”), Hreñuk (Rosamonte) y otros con más de 4.000 has cada uno. El 85% de la yerba mate es producido en Misiones, y el 15 % en Corrientes.

Existen alrededor de 200 secaderos, de los cuales solo 20 procesan el 75% de la producción. Hay 110 molinos envasadores de yerba; y solo 6 grandes molineros comercializan el 60% de la yerba. Las Marías de la familia Navajas Artaza (Corrientes) tiene el 20% del mercado (Taraguí y otras marcas de la empresa). Tengamos en cuenta que el 98% de los hogares argentinos consume yerba mate, y solo se exporta el 10% de la producción, principalmente al Líbano y Siria.

Con el INYM se logró, durante 22 años, mantener cierto equilibrio en el mercado. En el 2022 hubo un intento de liberar la plantación a grandes “inversores” que solicitaron permisos de plantaciones por más de 5.000 has, y el directorio por mayoría limitó las plantaciones a 5 has por productor. Ello fue aprobado por Nación y apoyado por el gobierno de Misiones. Corrientes se opuso y junto con grandes molineros se presentaron a la justicia.

Es la única producción regional que consiguió dar marcha atrás con la desregulación y constituye un ejemplo “maligno” de gran importancia,  por la cantidad  de productores, el empleo de 15.000 obreros rurales en la cosecha (tarefa-cosecha), el establecimiento y actualización periódica del precio obligatorio, la concreción del acuerdo de “Corresponsabilidad Gremial” entre las organizaciones de productores y Uatre que establece una tarifa incluida en el costo de la “estampilla” de cada paquete de yerba, con destino a cubrir los aportes y cargas sociales de los trabajadores en forma automática.

Se puso en marcha la cobertura de obra social para alrededor de 3.000 productores de hasta 25 has que es cubierto por el INYM con el precio de la estampilla y en un 50% por la provincia de Misiones.  El Instituto se sostiene sólo con la recaudación de la estampilla; y realiza además la promoción del consumo y apoya la investigación para la mejora productiva, planes periódicos de distribución herramienta para el manejo del cultivo y cosecha; cuenta con un equipo de asesoramiento técnico a productores con orientación hacia la producción agroecológica.

Hubo por tanto una mejora en la situación general y cierta bonanza de precios inevitablemente produjo una diferenciación social entre los productores;  un grupo de los mismos se “autoconvocaron” durante la pandemia y comenzaron a golpear a los trabajadores rurales por el tema de la incompatibilidad entre los planes y el trabajo en blanco;  el trabajo en la cosecha de yerba mate insume solo cinco meses al año, por tanto el blanqueo producía la baja del plan con la consiguiente negativa a blanquearse de un sector importante de trabajadores ante la demora en  recuperar sus ingresos al terminar la cosecha. Ello recién pudo ser superado en el 2023 por la demora “burocrática” del Estado.

Producido el anuncio del DNU, inmediatamente un grupo de productores, entre ellos los líderes del tractorazo del 2002, decididos a oponerse llevaron un tractor a la plaza de Posadas (frente a la Casa de Gobierno) con carteles contra el DNU. A partir de allí se fue generando una corriente de opinión favorable y un reagrupamiento para oponerse a la desregulación. Se presentó un amparo aprobado por la justicia provincial firmado por ocho asociaciones de productores. El propio gobierno provincial hizo el suyo y ello provocó la suspensión de la acción del DNU.

A su vez, el gobierno provincial anunció la iniciativa de creación de un Instituto Provincial de la Yerba Mate. Esto no frenaría el daño de la desregulación puesto que quedaría libre plantación para Corrientes, donde hay tierras aptas, y grandes inversores dispuestos.

Ahora vamos con todo al paro del 24 de enero con multisectoriales en varias ciudades y pueblos para enfrentar esta ofensiva reaccionaria de Milei apoyada entusiastamente por Puerta, Navajas y el gobierno de Corrientes.

 

Escribe Víctor Rosenfeld

Hoy N° 1995  23/01/2024