El Encuentro es un evento único en el mundo, que nos ofrece un espacio donde las mujeres podemos encontrarnos, intercambiar experiencias y potenciar nuestras fuerzas y rebeldía para la lucha.
El Encuentro es un evento único en el mundo, que nos ofrece un espacio donde las mujeres podemos encontrarnos, intercambiar experiencias y potenciar nuestras fuerzas y rebeldía para la lucha.
La realización de los encuentros es un triunfo de las mujeres que lo tomamos como propio y defendimos en cada lugar su carácter autoconvocado, autónomo, pluralista, horizontal, federal y profundamente democrático. Tomamos en nuestras manos su defensa, garantizando el funcionamiento de los talleres, ese lugar donde pasamos de ser una a ser todas, donde todas debatimos en qué avanzamos y en qué no, donde todas compartimos nuestras realidades y la forma de enfrentarlas. Los talleres funcionan con el consenso como práctica democrática, esto nos permite llegar a las conclusiones, en las que se expresan cada una de las opiniones compartidas por nosotras, durante dos días de intenso debate, no votando.
Las mujeres ganamos este espacio con la lucha y reafirmamos, cada uno de estos 28 años, su democracia grande.
Venimos a San Juan en un año donde las mujeres hemos seguido la lucha en la defensa de nuestros derechos, enfrentando la política del gobierno nacional de Cristina Kirchner, y cada uno de los gobiernos provinciales y municipales que hacen oídos sordos a nuestros problemas.
Es un camino que venimos recorriendo hace años, lo que nos permitió conquistar importantes triunfos, como la libertad de Romina Tejerina, la sanción de la Ley 26.485 de “Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres”, y tantas otras cosas.
La agenda de las mujeres y sus cuestiones más importantes
La inflación, producto de la crisis que vive la Argentina, golpea cada vez más a los sectores populares, que encuentran como única respuesta aumentos salariales ínfimos que no están a la altura del aumento del costo de vida, y mentiras como que con 6 pesos diarios se come; el impuesto a las ganancias que pagamos las trabajadoras y trabajadores, la falta de tierra para vivir y trabajar, la criminalización de la protesta social. Esta crisis que el conjunto del pueblo enfrenta en las calles con luchas que se desarrollan a lo largo y ancho del país. Luchas que son nuestro lugar para enfrentar el ajuste en curso en cada lugar en el que estamos: los barrios, las escuelas, las fábricas, etc., y denunciar que no queremos que la crisis se descargue sobre nuestras espaldas, en beneficio de un puñado de monopolios, bancos y terratenientes que se enriquecen a costillas del pueblo.
La violencia que sufrimos, los femicidios, abusos, violaciones, muertes por abortos clandestinos, y esclavitud sexual, están dentro de las formas que con mayor crueldad se expresa nuestra doble opresión. Todos los días aparece una mujer o niña abusada, maltratada, quemada, asesinada. Estos crímenes, son la expresión máxima de la violencia de género, es decir, el crimen de una mujer por el hecho de ser mujer.
El recrudecimiento de la violencia hacia las mujeres nos moviliza en distintos lugares de nuestro país exigiendo medidas concretas e inmediatas de prevención, atención y contención de las víctimas, con refugios adecuados para la mujer y sus hijos, que se aparte al violento de su hogar dentro de las 24 horas, instrumentos legales, atención psicológica y presupuesto.
El gobierno nacional es el mayor responsable por estas situaciones que padecemos las mujeres, ya que contamos con la Ley N° 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres –fruto de muchos años de pelea del movimiento de mujeres- pero en su mayoría no se aplica por decisión política, y se le asigna un presupuesto miserable.
La trata y el tráfico de mujeres y niñas/os con fines de prostitución son formas de violencia y esclavitud para la explotación sexual. Este año nos llenamos de bronca y odio durante el juicio farsa por el secuestro y esclavitud de Marita Verón, en el cual se garantizó la impunidad de las redes de trata que actúan en connivencia y beneficio de políticos, policías y funcionarios de los distintos poderes del Estado.
La contrapropuesta del movimiento de mujeres a esta situación son los escraches a los prostíbulos y la denuncia de la esclavitud sexual de miles de mujeres.
La respuesta del gobierno fue, en la reforma de la Ley Nº 26.364, aumentar algunas penas irrisoriamente, sin resolver el desmantelamiento de la redes de trata que día a día continúan esclavizando mujeres de nuestro pueblo.
La ilegalidad del aborto, también es violencia hacia las mujeres. Los abortos clandestinos e inseguros son la principal causa de muerte materna. Cristina Kirchner se ha manifestado en contra del aborto, negándose sistemáticamente a discutir esta problemática. Es un avance que en el Congreso de la Nación se haya empezado a debatir el tema e instalado el debate en la sociedad, por la lucha sostenida por la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, y el movimiento de mujeres en su conjunto.
Las mujeres exigimos
- Eliminación del IVA a la canasta básica de alimentos.
- Jardines maternales en lugares de trabajo y barrios.
- Declaración de la Emergencia en violencia sexual y doméstica contra las mujeres.
- Incorporación de la figura de femicidio al Código Penal.
- Aplicación y presupuesto de la Ley N° 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
- Incorporación de la figura del infanticidio al Código Penal.
- No a la trata y explotación sexual de mujeres y niñas/os, desmantelamiento de las redes cómplices del Estado.
- Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal seguro y gratuito para no morir.
- Inmediata sanción de la ley de interrupción voluntaria del embarazo presentada por la Campaña por aborto legal, seguro y gratuito.
