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11 de octubre de 2017

El Encuentro somos todas

32 Encuentro Nacional de Mujeres Chaco 2017

Una vez más, miles de mujeres de todo el país nos encontramos en nuestro Encuentro Nacional, una experiencia única en el mundo, que las argentinas sostenemos año tras año defendiendo en cada instancia los pilares que lo sostienen. A lo largo de estos 32 años hemos garantizado que sigan siendo plurales, democráticos, horizontales, federales, autónomos, autosostenidos y autoconvocados. Esto ha permitido su continuidad, porque los encuentros se metieron en nuestros corazones. Son una gran jornada de lucha que nos permite conocer y discutir lo que nos pasa, compartir nuestras experiencias y saber que los que nos pasa a una es un problema de todas. Volvemos fortalecidas a nuestros lugares para seguir avanzando en la conquista de nuestros derechos. Dispuestas a protagonizar nuestro 32 Encuentro nacional venimos a Chaco, porque el Encuentro somos todas.
 
Pará la mano
Este es el segundo Encuentro que se realiza con Macri como presidente. En estos dos años, el gobierno profundizó su política de “ricos para ricos” descargando el ajuste sobre el bolsillo de nuestro pueblo, con inflación y tarifazos, el crecimiento del hambre y la pobreza es insostenible, cada vez es más difícil para una familia poder alimentarse. A esto hay que sumarle los 240.000 despidos del 2016 y los más de 22.000 en lo que va del 2017.
Para justificar sus políticas, el gobierno usa como argumento “la pesada herencia” y que “hacen lo que pueden”. De esta manera, descarga su ajuste sobre el pueblo, y para garantizarlo reprime, escudándose en la creación del protocolo antipiquetes, porque sabe que en Argentina no queremos retroceder, y que al ajuste el pueblo lo enfrenta con la lucha en las calles.
Estamos a sólo una semana de las elecciones de octubre, y Macri busca un resultado favorable para aplicar a fondo su plan de ajuste. Sin embargo, y pese a lo que digan las urnas, otro hecho contundente es que el pueblo argentino no deja de luchar contra su política de ajuste, entrega y represión. Como lo demuestra la confluencia de organizaciones sociales que desde el 7 de agosto de 2016 vienen juntas en la calle por la Emergencia Social y la Emergencia Alimentaria. Que se unió a la extraordinaria y gigantesca movilización del 22/8 junto al movimiento obrero.
 
El Plan de Macri
El gobierno espera salir airoso de las elecciones de octubre para ir a fondo con su plan de ajuste que tiene como objetivo clave una reforma laboral que implica, entre otras cosas: rebaja de los salarios, recorte de las indemnizaciones por despidos y accidentes de trabajo, extensión de la jornada laboral, aumento de la edad de jubilación a 70 años a los hombres y 65 a las mujeres y jubilaciones de miseria. Reforma laboral que apunta sobre todo a atacar los derechos de los trabajadores, que no solo nos costó años de lucha, sino que corrió mucha sangre del movimiento obrero y, apunta a liquidar toda representación gremial: cuerpo de delegados, comisiones internas y sindicatos. Hoy más que nunca es necesario un paro nacional activo y multisectorial, para frenar este tremendo ajuste que viene hasta el hueso y que no pasa sin represión.
Sabe que el pueblo argentino no es un pueblo manso y que va a salir con todo a enfrentar ese plan, por eso necesita las fuerzas represivas. Continúa encubriendo el rol de gendarmería y niega su responsabilidad en la desaparición forzada de Santiago Maldonado. No mueve un solo dedo para esclarecer el cobarde atentado a Julia Rosales (dirigente del PCR y la CCC), compañera que fue protagonista en la lucha para conquistar la emergencia social y que continúa, con la más amplia unidad en la calles, luchando por su total implementación, por la Ley de emergencia alimentaria y la emergencia en violencia contra las mujeres.
 
Las más golpeadas
La política de este gobierno profundiza las problemáticas que nos atraviesan. En nuestro país las mujeres ganamos en promedio un 27 por ciento menos que los varones y somos las más afectadas por la desocupación: 10,2%, mientras que para los varones es del 8,5. Entre las más jóvenes, en varias provincias superan el 20%. Realizamos además, el 76% del trabajo doméstico no remunerado. Y en el trabajo remunerado más de un tercio tenemos trabajos no registrados. Siete de cada 10 pobres en nuestro país somos mujeres. Estos son solamente algunos de los datos que describen el panorama de desigualdad al que estamos sometidas.
Sabemos además que cuando crece el hambre y la pobreza, también crece la violencia. Y que frente al flagelo de los femicidios que avanza, este gobierno no da respuestas. Las mujeres somos las más afectadas por esta política, nuestros problemas se agravan junto a los del conjunto del pueblo.
 
Emergencia ya
En los últimos años las estadísticas de la Argentina dicen que la violencia contra las mujeres ha crecido en número, frecuencia y en el recrudecimiento de los métodos con que ésta es llevada a cabo. Desde 2008 a la fecha han ocurrido 2426 femicidios y en lo que va del 2017 fueron asesinadas más de 120 mujeres. Estos son solo algunos datos que desnudan la realidad que vivimos.
Desde hace varios años que el movimiento de mujeres de Argentina, junto al conjunto del pueblo, viene reclamando la aprobación de una ley de Emergencia en Violencia Contra las Mujeres. Una semana después del 3 de Junio del 2016, producto de la lucha, logramos que se dé media sanción en el Senado al proyecto de Ley de declaración de la emergencia nacional, pero se negó su tratamiento con maniobras vergonzantes por parte de diputados del PRO y posteriormente fue cajoneado. De no aprobarse antes de fin de año caería la media sanción. ¿Por qué no se avanza en la declaración de emergencia? La respuesta es sencilla: primero porque implica que el gobierno asuma la responsabilidad que le cabe ante el agravamiento de la violencia contra las mujeres; segundo, porque implica destinar partidas presupuestarias extraordinarias. Es decir, implica que se invierta dinero del Estado en salvar nuestras vidas, eso es lo que Macri no quiere hacer.
Ante la negativa del gobierno las mujeres debemos redoblar la lucha para conquistar nuestros derechos. La lucha por la emergencia en violencia contra las mujeres va de la mano por la exigencia de políticas públicas que garanticen una vida sin violencia. La clandestinidad del aborto, sigue llevándose la vida de las más pobres. Un aborto realizado en una clínica tiene un costo de $16.000, lo que nos condena a la realización de la interrupción voluntaria del embarazo en condiciones de insalubridad y de clandestinidad, seguimos en la lucha por la aprobación del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo presentado por la campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
La trata de mujeres con fines de esclavitud sexual se lleva a nuestras jóvenes, en esta problemática se entrelazan lo más podrido del poder político, judicial y policial. Seguimos exigiendo la aparición con vida de las pibas que se llevan y a las que condenan a una vida llena de dolor.
 
Promotoras barriales en prevención de violencia, un camino para avanzar
Los femicidios crecen, pero sabemos que son la conclusión de múltiples violencias que atravesamos las mujeres. El gobierno no implementa verdaderas políticas de asistencia, pero menos aún lo hace en materia de prevención. Es imposible aislar este fenómeno como un hecho sin relación con las desigualdades vinculadas a lo económico y social, que abonan a la profundización de las de género que se construyen en nuestra sociedad.
Otro aspecto de la realidad es que somos muchas las mujeres a las que a diario nos toca escuchar, albergar y acompañar a otras. Son amigas, parientas, vecinas. Partiendo de esta realidad y del hecho de que día a día se agravan nuestras problemáticas, mujeres de los movimientos sociales que vienen juntas en la calle (CCC, Movimiento Evita, Mumalá y Seamos Libres) lanzaron la Consulta Popular “Vivas Nos Queremos”. El objetivo es relevar datos sobre la vida de las mujeres, con tres ejes que hacen una mirada integral del problema de la violencia, trabajo/hambre, jardines maternales y violencia, dicha consulta nos permitirá visibilizar la necesidad y el reconocimiento de las 30.000 promotoras en prevención de violencia en la provincia de Buenos Aires. Peleamos esto como parte integral de la emergencia en violencia contra las mujeres y no suplantando el deber del Estado sino reconociendo una tarea que ya realizamos y que debe ser remunerada.
Las promotoras son mujeres que conocen la vida cotidiana en su barrio, en su cuadra, son las que ganan las calles y la confianza de las vecinas. Se capacitan para fortalecer una tarea que ya venían haciendo: acompañar a otras mujeres que atraviesan situaciones de maltrato, toman en sus manos las herramientas conquistadas con la lucha, como la Ley 26.485 “de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en todo ámbito en el que se desarrollan sus relaciones interpersonales”, para armarse de argumentos que permitan hacer cumplir sus derechos y construyen un camino de manera sostenida en el tiempo, donde las mujeres se convierten en protagonistas de las acciones de prevención.
 
Les hacemos el Encuentro
¡El 32 Encuentro Nacional de Mujeres es de todas! Hagamos que vibren los talleres, nadie nos va a callar, cada instancia nos pertenece y es parte de este evento que es único en el mundo. Vamos a demostrar, una vez más, que estos 32 años de historia son parte fundamental de nuestras vidas y nuestras luchas. Exigimos:
  •   Basta de hambre, ajuste y represión
  •   No a la reforma laboral 
  •   Paro nacional activo y multisectorial
  •   Basta de femicidios
  •   Declaración nacional de la emergencia en violencia contra las mujeres. Ni una menos.
  •   100.000 promotoras en prevención de violencia en todo el territorio nacional. ¡Vivas nos queremos!
  •   Basta de trata. Vivas las llevaron, vivas las queremos.
  •   Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
  •   ¡Aparición con vida de Santiago Maldonado! Esclarecimiento ya del atentado a nuestra compañera Julia Rosales.