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02 de octubre de 2010

El escándalo de los autos diplomáticos

Otra del cambio que no cambia

Cuando saltó el nuevo caso de corrupción K por la venta de autos para diplomáticos, muchos recordaron los autos con patentes truchas para ricos y famosos de comienzos de la década del ’90, en los comienzos del menemismo.
El matrimonio presidencial está que trina, más que por el escándalo, por la comparación. Cómo el gobierno de los “derechos humanos” va a hacer las mismas cosas que Menem, ¡qué barbaridad!
El caso es que hay diplomáticos de cerca de 40 países involucrados en las maniobras de ingreso al país de lujosos coches, con precios “para diplomáticos”, que después eran vendidos por 3 o 4 veces el precio de compra.
Los medios serviles al gobierno K tratan de poner el eje en los diplomáticos y los compradores, para salvarle la ropa a los principales responsables del Ministerio de Relaciones Exteriores, quien autorizó el ingreso de estos vehículos entre el 2004 y el 2007 en una verdadera maniobra de contrabando. Y estos no son otros que nuestros conocidos Rafael Bielsa, y quien en ese entonces era su vice, hoy canciller, Jorge Taiana.
De los 903 coches ingresados para diplomáticos, una investigación sobre 98 de ellos determinó que el 93% fue nacionalizado antes del tiempo permitido por las convenciones internacionales, y el 18% “fueron vendidos tan rápidamente que no pudieron completar el trámite para ostentar chapas diplomáticas”.
El canciller Taiana, que denunció las maniobras antes que le estallaran en las manos para poder echar a algún “fusible”, se lamenta en privado por no poder hacer lo que más le gusta a los funcionarios kirchneristas, que es echarle la culpa al gobierno anterior.