Hace pocos días, la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia realizó un informe sobre las actividades de inteligencia “ilegal” realizadas sobre opositores durante el gobierno de Macri.
En este informe, de casi 400 páginas, se consigna que fueron espiadas al menos 354 personas, y aproximadamente 171 organizaciones sociales y partidos políticos.
De la vastedad del espionaje político en tiempos de Macri, da una idea el siguiente párrafo del informe: “Este espionaje ilegal, en términos operativos, se instrumentó a través de agentes regulares de la Agencia Federal de Inteligencia (A.F.I.), del Servicio Penitenciario Federal (S.P.F.) con acciones abiertamente ilegales o enmascarados bajo supuestas órdenes judiciales. También, contó con la colaboración de agentes irregulares vinculados a dicho organismo y al Ministerio de Seguridad de la Nación, y de un nicho de magistrados de la Justicia Federal”.
Además del informe mencionado, se dieron a conocer dos dictámenes, uno por la mayoría de la Comisión, compuesta por diputados del Frente de Todos, y otra por la minoría, básicamente de Juntos por el Cambio. El de la mayoría tiene un claro sesgo de defensa del gobierno kirchnerista, y centra sus acusaciones en los espionajes y montaje de causas judiciales a dirigentes de ese espacio político. El de la minoría, obviamente habla de “presuntas actividades de espionaje ilegal” y se victimiza por la “persecución política contra la administración del gobierno anterior”.
De cualquier manera, el Informe citado, en el que aparecen mencionados nuestro PCR y la CCC entre los espiados, sirve para conocer parcialmente algunos de los mecanismos que utilizan los servicios de inteligencia estatales para espiar a las personas y a las organizaciones. A lo largo de las 383 páginas se pueden seguir casos de espionaje y seguimiento de los más variados, desde dirigentes políticos, familiares de los desaparecidos del submarino ARA San Juan, presos, integrantes de comedores y merenderos, de parroquias, y hasta micreros que trabajan con las organizaciones sociales. Hay además montajes judiciales y operaciones mediáticas. De los “seguimientos, obtención, almacenamiento y análisis de información” no se salvaron ni el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Rodríguez Larreta, ni la hermana de Mauricio Macri.
Los revolucionarios sabemos que este Estado tiene entre sus tareas habituales el espionaje e infiltración de las organizaciones políticas y sociales populares. Es parte de su esencia y por eso no descuidamos la vigilancia revolucionaria en nuestras filas.
No vamos a enumerar los muchos ejemplos de nuestra historia, pero recordemos simplemente el Proyecto X de la Gendarmería Nacional, que operó como base de información de las causas judiciales a las compañeras y compañeros que dirigieron la toma de Kraft en el 2009.
Si se quiere, como dice el dictamen de la mayoría, terminar con los “sótanos de la democracia”, hay que ir a fondo para desmantelar este aparato de “inteligencia” contra el pueblo. Nuestro PCR, a fines de la dictadura videlista, planteaba la necesidad de “no dejar piedra sobre piedra” de ese aparato estatal. 38 años después, esta consigna mantiene toda su vigencia. Damos un solo ejemplo. Ninguno de los gobiernos constitucionales, hasta hoy, accedió a abrir todos los archivos de los servicios, que servirían, por ejemplo, para tener más datos de los 400 niños apropiados por la dictadura que aún no han recuperado su identidad.
Es importante avanzar en la denuncia que hace este Informe, y conocer la magnitud nacional de su alcance. Nuestro Partido pelea para conocer todo el espionaje macrista sobre nuestra organización y sus dirigentes. También para que se elimine la Agencia Federal de Inteligencia, así como todos los aparatos de infiltración y espionaje a las organizaciones populares, existentes en todas las fuerzas represivas. Esas fuerzas son parte esencial del podrido Estado oligárquico imperialista. Por eso acumulamos fuerzas para abrir un camino revolucionario, que barra este Estado y que el pueblo construya uno nuevo, basado en la democracia grande.
Hoy N° 1863 12/05/2021