Noticias

11 de junio de 2020

El espíritu del EMVYJ. Lo que fue y dejó de ser

Documento de LIBERPUEBLO, Asociación por la Defensa de la Libertad y los Derechos del Pueblo

Desde Liberpueblo consideramos necesario hacer pública nuestra  postura en relación a la  situación que atraviesa hoy el Encuentro Memoria  Verdad y Justicia y que motiva nuestro alejamiento actual.

 

Lo que fue

Hemos  sido  cofundadores del  Encuentro en el  año 1996, al  cumplirse 20 años  del  golpe que instaló la dictadura genocida más sangrienta  de  nuestra historia.

A lo largo de muchos años el  EMVyJ fue un organizador y referente fundamental en la lucha democrática. Surgió respondiendo a la  necesidad  de nuestro pueblo  de  conformar  un  amplio  espacio, independiente  de los  gobiernos, para  la lucha contra la  impunidad y  la represión  de  ayer  y  de  hoy. Desde el inicio participamos centenares de  organizaciones políticas, sociales, sindicales, estudiantiles y de DDHH.

Liberpueblo jugó un rol protagónico, junto a otras organizaciones, a lo largo de su  historia. Siempre impulsamos la más amplia unidad de acción en la  lucha contra las  violaciones de DDHH. Desde su fundación, la línea del EMVyJ fue la de ser un espacio multisectorial en el  que participaran  y  fueran protagonistas todas las corrientes del campo popular que lo  desearan.

Esta política permitió la  masificación del Espacio y la organización de marchas multitudinarias del  24 de marzo para  exigir cárcel perpetua y efectiva contra todos los genocidas por todos los compañeros/as, como así también la incansable denuncia y permanente lucha contra todos los actos de los gobiernos que vulneran los derechos humanos.

Así el EMVyJ ganó reconocimiento y se  constituyó como referente en todo el país.

Hacia el interior, la premisa principal para la toma de decisiones era el consenso y el respeto a las diferencias en las posiciones tácticas y estratégicas de las organizaciones que lo componían.

En ese marco, hubo permanentemente una  lucha política  entre  quienes sosteníamos la necesidad de que el Encuentro contuviera a los más  amplios sectores populares comprometidos en la lucha  democrática y  quienes  consideraban que el  EMVyJ tenía  que expresar una línea  política  única, mucho  más  allá de la de DDHH, que excluyera de hecho a otros sectores.

De las más de 300 organizaciones que solían firmar el documento de los 24 de marzo se pasó a menos de 100 firmantes en el año 2019.

Mientras menos participaban en la vida del EMVyJ, mayor era el poderío que alcanzaba la línea sectaria.  Las diferencias políticas se trasladaban cada vez con mayor virulencia al seno de la multisectorial, manifestándose en una dinámica de funcionamiento que atentaba contra los intentos de mantener o ampliar la unidad dentro del espacio.

 

Lo que dejó de ser

Con el gobierno de  Mauricio Macri, las diferencias  políticas en el seno  el Encuentro aumentaron.

La  política macrista implicó un salto cualitativo y cuantitativo en el avasallamiento  de  los  derechos populares básicos. Se agudizó en una  dimensión  exponencial la desigualdad.

Su  gobierno fue el más claro representante y prototipo de las clases dominantes implementando en todos los  planos una política de entrega, saqueo, desindustrialización, hambre, y  como corolario, con la ministra Bullrich, de represión e impunidad.

Su  derrota  en las  urnas  fue un gran logro de nuestro pueblo, que nunca abandonó la lucha en las  calles enfrentando valientemente su feroz represión y criminalización.

Desde la asunción de Macri,  había comenzado a generarse un clima que se tornó insoportable para decenas de organizaciones que querían impulsar una política en materia de libertades públicas que denunciara el gravísimo incremento en la represión que representó ese gobierno, sin desconocer las medidas de anteriores gobiernos que oportunamente habían sido denunciadas pero que en modo alguno podían equipararse con lo sucedido entre el 2016 y el 2019.

 

El punto de quiebre

Durante toda la etapa macrista, aprovechando el vaciamiento (en cuanto a participantes del EMVyJ) fueron avanzando quienes ponían el blanco en un mismo plano al gobierno hambreador, entreguista y represivo de Macri con el peronismo y/o kirchnerismo, inclusive en  otras fuerzas como el  socialismo.

Dicho de otra manera, quienes impulsaron esa línea se opusieron sistemáticamente a que el golpe principal de la lucha del encuentro fuera el gobierno Macrista. Así impulsaron incesantemente una línea cuyas propuestas y consignas golpeaban por igual al peronismo y a Cambiemos sin distinción alguna, licuando en los  hechos, la lucha contra la  política de Macri y  dividiendo al  campo popular.

Vale decir que estas posturas se agudizaron y quedaron más de relieve en ese contexto pero que se venían arrastrando desde hace años. Esa idea de meter a todos en la misma bolsa desmereciendo qué posición política tenían ante cada gobierno o ante cada medida, bajo una velo de principios, llevaba a la imposibilidad de golpear juntos con diversos sectores y que el campo para la unidad de acción se achicara cada vez más. ¿Cuántas veces hemos escuchado? que todas las organizaciones gremiales eran parte de la “burocracia sindical”, que todos los partidos políticos eran la “oposición patronal” y que toda la iglesia había sido cómplice de la dictadura, por poner algunos ejemplos.

Esta  política que impulsaron se acompañó de una absoluta intolerancia a las diferencias en apreciaciones políticas, lo cual generó la agudización de la disputa en el seno del Encuentro. Esas actitudes promovieron la retirada de más organizaciones que querían pelear centralmente contra el gobierno de Macri y no  estaban  dispuestas  a subordinarse a esa línea sectaria y  excluyente, de  vaciamiento del  EMVyJ.

La gran cantidad organizaciones que dejaron de ser convocantes de las actividades del  Encuentro, en estos últimos años, generó un cambio profundo en su composición que dejó  de ser la  amplia multisectorial de DDHH que había  sido.

La  idea  de construir  consensos se sustituyó por  exigencias de acuerdos absolutos, sin  reconocer  la legitimidad  de las  diferencias políticas, e inclusive se cambió el sistema de toma de decisiones. Un verdadero trabajo  de  pinza: excluir  y luego imponer.

 

Nuestra posición

No todas las organizaciones del Encuentro tenían, ni tienen, esa línea. Hemos luchado junto a ellas siempre por lograr los mayores ámbitos de unidad para centrar el golpe en el gobierno de Macri. La  experiencia demostró que las acciones  unitarias fortalecían la lucha y expresaban, además, un anhelo de las  grandes  masas. Así  ocurrió con la  movilización  contra el 2×1 de la Corte Suprema y por la aparición con vida y después exigiendo justicia por Santiago Maldonado y  Rafael  Nahuel.

Durante 2019 las contradicciones dentro del Encuentro dieron un nuevo salto cualitativo, sectarizado a tal punto, que sólo participábamos unas pocas organizaciones.

El 24 de Marzo de 2019 demostró la  gravedad de la situación. Para lograr la unidad tuvimos que aceptar la consigna que golpeaba a “Macri y sus cómplices”. Esta fue la formulación que encontramos entre quienes querían una consigna que golpee por igual a Macri y al peronismo (“Macri y los gobernadores”) y los que entendíamos que el golpe debía ir a Macri.

En esas condiciones, Liberpueblo y otras organizaciones debatimos permanentemente y estuvimos en contra de la  política de expulsión de los que piensan diferente. Continuamos discutiendo y peleando hasta ahora por el ideal de unidad que empujamos en el  Encuentro  Memoria Verdad y Justicia y para que el sectarismo imperante  no termine de destruir el espacio.

Con la victoria del Frente de Todos la situación en el Encuentro se agravó exponencialmente. Se  profundizó la política de ataque a Liberpueblo y otras organizaciones participantes que consideran que hay grandes diferencias entre las políticas del Macrismo y el Frente de Todos.  Independencia de todos los gobiernos no implica que “son todos lo mismo”.

Es inaceptable que se exija uniformidad política en la construcción de un espacio multisectorial de DDHH.

Sostenemos la independencia del EMVyJ, de todos los gobiernos y que el grado de acuerdo es la unidad en defensa de los derechos humanos de ayer y de hoy.

Nosotros, que hemos sido cofundadores y participado consecuentemente desde  el momento mismo de la conformación del  EMVyJ, y cuyos  miembros, en algunos casos, hemos participado  activamente  de la lucha antigolpista y en la resistencia antidictatorial, tenemos  la idea de que la  lucha por  las libertades públicas exige el mayor y más amplio  grado  de  unidad  posible en un marco democrático de respeto a las diferencias.

 

Nuestra decisión

Seguiremos luchando contra la impunidad y la represión y jamás bajaremos esas banderas. Somos  parte de las luchas  de  nuestro pueblo.

Defendemos la independencia de los organismos de DDHH respecto de los gobiernos. Hemos denunciado y seguimos denunciando todas las violaciones de DDHH.

Defendemos que cada organización del campo popular tenga su línea política sin tener que dar cuenta de la misma frente a los demás.

Defender que el Encuentro sea independiente de los gobiernos no implica que sea opositor de todas las medidas que tomen los distintos gobiernos. Esto es tan así que las fuerzas que hoy ponen el golpe central y único en Alberto Fernández, no aceptaron golpear de la misma forma a Mauricio Macri durante sus 4 años de gobierno.

Las fuerzas que lo hegemonizan, en este momento, han roto el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia.

Lo han roto al violar la regla del consenso democrático que rige desde su fundación en el Encuentro y que es básica para tomar decisiones entre organizaciones independientes entre sí.

Sin consenso sacaron un documento del 24 de marzo que no expresa al conjunto del Encuentro Memoria Verdad y Justicia utilizando su firma.

Liberpueblo no firmó el documento  del 24 de marzo  de 2020. Tampoco acordamos, ni asistimos, ni firmamos las  declaraciones del Encuentro impulsadas en las condiciones antes descriptas.

Esta realidad hace que nuestra participación actual en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia sea insostenible.

Hoy más que nunca sostenemos, en medio  de la pandemia, que provoca un enorme sufrimiento e incertidumbre a nuestro pueblo, especialmente a los sectores más desposeídos, que LIBERPUEBLO seguirá trabajando por  la  unidad del campo popular en la  defensa de los  derechos humanos de ayer y de hoy .

 

CABA, 9/06/2020

LIBERPUEBLO,  Asociación por la Defensa de la Libertad y los Derechos del Pueblo