El fentanilo, una poderosa droga que en los últimos años irrumpió en Estados Unidos, extiende las muertes por sobredosis y avanza. Este potente opioide de laboratorio, sintetizado por primera vez en Bélgica en 1960, fue aprobado para uso médico en los Estados Unidos en 1968, actualmente es una de las drogas más populares alrededor del mundo.
El fentanilo es entre 50 y 100 veces más potente que la morfina. Mezclado con otras drogas como heroína, cocaína, metanfetamina o éxtasis, con el fin de potenciar sus efectos y convertirlos en una opción más económica, se estima que ha llevado a la muerte por sobredosis a 110 mil estadunidenses aproximadamente, en 2022.
Los químicos que producen el fentanilo tienen su origen en China (incluida Hong Kong), India y Singapur. Las rutas que sigue esta poderosa droga fueron conocidas a través de un informe de la “Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito”, (Unodc por sus siglas en inglés): China-Alaska-Estados Unidos / China-Canadá-Estados Unidos / China-Estados Unidos / China-México-Estados Unidos / India-México-Estados Unidos.
En torno a eso, las autoridades estadounidenses acusan a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (México) del tráfico ilegal de fentanilo. A lo cual México, a través de su Secretaría de Marina, propuso la creación de un grupo integrado por los países productores de los químicos de esta droga. Un grupo que se dedique a dar seguimiento y trazabilidad, con el fin de evitar el tráfico ilegal. Al mismo tiempo, EE. UU. acusa a China de ser el mayor exportador de fentanilo. Cosa que China niega.
Además de ser una droga de exterminio como todas las drogas, con el fin de ser una de las herramientas de las clases dominantes para oprimir a los pueblos, el fentanilo aparece en un momento donde se agitan los tambores de una tercera guerra y es parte de la disputa por el mundo.
Gustavo Petro, presidente de Colombia, ha dicho que “la estructura de mercado de la cocaína ha cambiado. Las áreas de cultivo de plantas de coca y la localización de laboratorios buscaban trazar rutas hacia el norte por el océano Pacífico o hacia el Caribe. Las rutas recorrían Centroamérica, las islas del Caribe y México hacia EEUU. Estas rutas de manera progresiva comienzan a cambiar. El mercado de la cocaína se desplomó en EEUU, reemplazado por uno peor: el del fentanilo que ya les mata 100.000 personas al año. La cocaína mataba 4.000 por sus mezclas venenosas. Las rutas ahora van hacia el sur. Abandonan las costas y penetran al otro lado de la cordillera de los Andes hacia la selva amazónica. Desde esta zona alejada del mar se trazan las nuevas rutas por los ríos y van hacia el sur. Hacia Brasil para llenar el mercado brasileño, hacia Brasil para pasar al África y de allí a Europa. Hacia Ecuador y Perú para pasar al Asia oriental, a Japón y Australia”.
En un país como la Argentina, (que los yanquis consideran parte de su “patio trasero”), disputado por distintos imperialismos, dónde han crecido exponencialmente las adicciones en especial el consumo de cocaína, debemos tomar nota de las declaraciones de Petro. Sobre todo, cuando tipos como Milei, frente al crecimiento del consumo de drogas, propone que “si te drogás es tu problema” y por lo tanto te tenés que “salvar solo”. No solo proponen destruir los derechos conquistados y agudizar la dependencia a las potencias imperialistas. Sino que, con la propuesta de la dolarización, además del desastre económico que supondría un ajuste brutal y atarnos de pie y manos a los yankis, se generarían las condiciones para el avance de la violencia del narcotráfico, con facilidad para el lavado de dinero, como es hoy en Ecuador.
En la Argentina en enero del 2020, hubo un intento de “meter” el fentanilo. En el partido de Tres de Febrero, provincia de Buenos Aires, con el caso conocido como “cocaína adulterada” en el asentamiento de “Puerta 8”. Este hecho se cobró la vida de al menos 24 personas y produjo decenas de internaciones en el conurbano bonaerense. La respuesta popular de los vecinos, fue atacar a piedrazos los bunkers de la droga. Luego, hubo una jornada unitaria en el Obelisco de las organizaciones sociales, entre ellas el movimiento Ni Un Pibe Menos por la Droga y la Juventud de la CCC, con las consignas “No somos descartables, la droga mata”.
Escribe Juliana Rojas
Hoy N° 1984 25/10/2023
