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02 de octubre de 2010

Durante la semana pasada se realizó la 49º edición del festival.

El festival de Cosquín

Hoy 1252 / Una batalla por la cabeza y el corazon de la gente

Cientos de músicos, bailarines, poetas, cantantes, artesanos y artistas e general de nuestro folclore y el tango, difundieron sus trabajos en los distintos espacios .
Como en cada año, durante las diez lunas transitaron por el escenario mayor en la Plaza Próspero Molina, por los escenarios callejeros, por las peñas, por la calles, por la plaza de artesanos, distintas expresiones de nuestra cultura en Cosquín. Mientras otros tantos, en distintas regiones del país, quedan afuera de la posibilidad para representar la enorme riqueza cultural que anida en las provincias.
Miles de personas con sus familias y amigos, quienes comparten su afinidad por el folclore hacen enormes esfuerzos por seguir a sus artistas. Muchos, se arriman “aunque sea un fin de semana” para compartir la “necesidad de estar”. Para otros, “estar en Cosquín” son las vacaciones. Para la mayoría de los artistas es la posibilidad en el año de ir a mostrar sus trabajos, de ser visto, del reencuentro con los viejos amigos… El ajetreo por esos días es grande para los músicos que no están bajo la tutela de un productor, de “un padrino” y sin el reconocimiento de los medios de comunicación. “A Cosquín hay que saber aprovecharlo” enuncian algunos músicos autogestionados. Muchas cosas implican estar allí, mucho más pisar el escenario mayor.
Así, en sus distintos espacios y formas de expresión, esta ciudad serrana se convirtió por estos días en un centro de batalla en torno a la cultura nacional y popular. Al tiempo que centenares de miles lo siguieron desde la TV y la radio en todo el país. Es una batalla por la cabeza y el corazón de la gente, principalmente en la música en la que afloran y desde la que se configuran sentimientos muy profundos.
 
La crisis también estuvo presente
Este año, la crisis no estuvo al margen. Por un lado, la crisis económica impidió concurrir a este festival a un 40% de gente en comparación con el año anterior. El escenario mayor tuvo poco público durante las noches –salvo dos–, mientras que los espectáculos callejeros, las peñas, la playa y la carpa de artesanos fueron la elección en la mayoría. Para comer al paso, un choripán con una gaseosa chica, se pagaba entre los 12 y 15 pesos; $ 20 un plato de locro… y así hasta el uso de los baños, los que oscilaban entre 0,50 centavos hasta $ 1. Muchas casas quedaron sin alquilar, porque la opción de dormir en una carpa en el camping era la más accesible.
Por otra parte, asoma la expresión de una crisis política, en la que se pone de manifiesto la disputa por el dominio de este espacio.
Las clases dominantes saben que Cosquín es un centro de disputa ideológico. Por eso el intendente de Cosquín, alineado con los K, trató de censurar las expresiones contrarias a l gobierno. Como se pudo ver, la batalla que se libra es impiadosa. Quedó nítidamente graficada la censura cuando se prohibió la presencia de Atilio De Angeli en el escenario durante el espacio de Tarragó Ros. Además la transmisión de canal 7 fue interrumpida por la mano de Tristán Bauer, para ocultar la mención a la lucha agraria.
Por encima del corset con el que se quiere tapar y hacer pasar un discurso de barniz latinoamericanista, han puesto mucha plata en la publicidad de la gestión cultural de los Kirchner, particularmente a través de las provincias subordinadas a su política. Esto pudo verse de manera descarnada en delegaciones provinciales como la de Chaco, que con su coreografía pretendió hacer pasar el discurso de que han batido al monstruo de “la globalización” y que han creado al “hombre nuevo de Chaco” que “pudo enfrentar a esa globalización, triunfar y salir adelante”. De esta manera tapan las luchas que se libran contra estos gobiernos hambreadores. Y uno piensa en los compañeros  de Chaco caminando en la ruta peleando por sus reivindicaciones, enfrentando a la política de Capitanich y de los Kirchner. Esto no puede ser al margen de la comisión organizadora oficial que avala el contrabando ideológico y el doble discurso que desde lo “progre” vacía la realidad, pintando una situación inexistente en las provincias y nuestro país.
Por encima de esto emergen, en las canciones,  en la poesía y en la acción de los artistas, muchas de las necesidades, las aspiraciones y luchas de nuestro pueblo. Rafael Amor el miércoles 28, se presentó en el escenario mayor con un repertorio de cuatro temas musicales que reflejan las luchas y sentimientos de nuestro pueblo, coronando con el himno a los que luchan en las rutas Olor a goma quemada, tema que con el reconocimiento del público fue fuertemente aplaudido. Al día siguiente en el encuentro de poetas, el artista presentó su libro Sueños e insomnios, más íntimo con su público, interpretó los poemas hechos canción que compartió con su hija Delia y con el dúo entrerriano Enarmonía.

Las peñas
Las peñas se montan sobre la necesidad de los artistas que viajan desde distintos puntos del país para mostrar lo que han hecho. La mayoría cobra una entrada que se vende como “derecho de espectáculo” (que oscila entre los 10 y 15 pesos). Algunas, apenas logran cubrir sus gastos, le dan algo al artista.
Pero mayoritariamente estas peñas se han convertido en un negocio –algunos nos comentan que esto es así hace mucho tiempo–, y los hacedores principales que son los músicos y artistas que necesitan llevar su arte, son los explotados y manoseados. El dueño de la peña le cobra al músico hasta el vaso de agua… y la opinión del artista no le pesa, porque detrás de éste hay una larga cola esperando su turno.

Contra las mineras
Un grupo de ambientalistas encabezado por comisiones de 33 pueblos alrededor de la mina Ongamira y acompañados por Joselo Schuap (y el grupo H2O) y Rubén Patagonia, apoyados por Rafael Amor, Ramon Ayala y otros artistas, convocaron a una marcha en las calles de Cosquín en la pelea contra las minas a cielo abierto, en defensa del agua, y contra el saqueo a nuestros recursos naturales.

2010, año del bicentenario
El año próximo se cumplirán 200 años de nuestra primera independencia y también 50 años de Cosquín. La orientación ya este año fue ir conformando el arco de artistas e intelectuales que ellos quieren tener, para que corone su doble discurso y el vaciamiento de contenido. Pero por abajo, la mayoría que asiste esos días (el año próximo, el festival de Cosquín serán 15 lunas), está ávido en la búsqueda de un mensaje diferente, de una propuesta cultural diferente y de una salida.