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13 de noviembre de 2013

Lucha activa para erradicar la droga que castigue con el máximo rigor el narcotráfico y sus conexiones mafiosas.

El flagelo de la droga

Extractos de un documento del Comité Central de la Juventud Comunista Revolucionaria

Según el Informe Anual 2013 de la ONU sobre drogas, Argentina es el tercer puerto proveedor mundial de cocaína, detrás de Brasil y Colombia. “Con el menemismo llegó la droga (principalmente la cocaína) a la Argentina y con Duhalde se masificó el consumo. Con los Kirchner llegaron los cárteles (narcos)”, dijo Marta Pelloni. 
El enorme aumento de consumo de drogas en los últimos 10 años es inseparable del grupo K, de su política y sobre todo de su origen y sus relaciones. 

Según el Informe Anual 2013 de la ONU sobre drogas, Argentina es el tercer puerto proveedor mundial de cocaína, detrás de Brasil y Colombia. “Con el menemismo llegó la droga (principalmente la cocaína) a la Argentina y con Duhalde se masificó el consumo. Con los Kirchner llegaron los cárteles (narcos)”, dijo Marta Pelloni. 
El enorme aumento de consumo de drogas en los últimos 10 años es inseparable del grupo K, de su política y sobre todo de su origen y sus relaciones. 
La carrera política de Kirchner comienza en los 80, de la mano de Diego Ibáñez (era Sec. Gral. Petroleros, asesinado en “dudosas” circunstancias y cuyo hijo fue enterrado vivo luego que se destapara el “operativo langostinos”) y “Bombón” Mercado, cuñado de Néstor K. Todos vinculados a los petroleros. “Con Kirchner vienen los petroleros” decía Duhalde. Nosotros agregamos, los petroleros y la droga. De ahí la explicación del crecimiento del juego (la mejor forma de lavar guita) y Cristóbal López y los casos que mostraron la relación del negocio del narcotráfico y estos años de gobierno de los K: las valijas con droga que se transportaban en los aviones de Southern Winds, los pilotos de la Fuerza Aérea (Julia y Miret) detenidos con cargamento de cocaína en España, las “manzanas blancas” de Expofrut a España. El triple crimen de empresarios de laboratorios (aportistas de las campañas K) y su relación con la efedrina.
A eso hay que sumarle la política oficial de “blanqueo de capitales” y los Cedin. Y la falta de radares de nuestras fronteras, somos un país de libre entrada y salida de la droga. Mas los desplazamientos de la Gendarmería al conurbano abandonando los controles fronterizos. 
Datos y debates
Las estadísticas oficiales (Sedronar) dicen que “en 2011, el 12% de los estudiantes de entre 13 y 17 años probaron por lo menos una vez estupefacientes, en especial, picadura de marihuana. En la última década el consumo de drogas ilegales creció 131% entre los alumnos de colegios secundarios”. La experiencia de nuestro trabajo indica un crecimiento importante en el consumo. Debemos investigar esta nueva situación para abordarla correctamente.
Masificar el consumo es antes que nada un gran negocio vinculado directamente a los narcos y el Estado (poder político, jueces, policía). Pero también apuntan a un mecanismo de dominación de la natural rebeldía que surge frente a las condiciones sociales, de vida y de trabajo de nuestro pueblo. Buscan que la juventud no se rebele ni luche por cambiar su realidad de no tener laburo para alimentar nuestros hijos, no poder seguir estudiando, que nos rompan el cuerpo y nos quemen la cabeza los ritmos de producción en la fábrica, de no tener la tierra para trabajarla y migrar a las villas de las grandes ciudades. O si somos profesionales que agachemos la cabeza y asumamos ser el garca que extraiga más plusvalía y reproduzca este sistema, o artistas desconectados de los sufrimientos del pueblo…
La droga es una problemática social, a la vez que familiar e individual. El pibe que entró en el consumo de drogas arrastra a sus vínculos, a su familia a un enorme sufrimiento. En las barriadas es un verdadero flagelo, una pesadilla que desespera al entorno del pibe al ver como se destruye. El paco, pegamento, aspirar gas de la hornalla, paco negro… están destruyendo a los pibes. Es muy difícil para los que lo rodean reconocer la situación: hay vergüenza, impotencia y miedo. Los vínculos son una pata fundamental para recuperar a los pibes y ayudan a organizarse para enfrentar este flagelo. 
Este Estado y los narcos para lograr la masividad del consumo tienen distintas justificaciones (y hasta algunas por izquierda). Por ejemplo:
* Para la juventud excluida de todo hay paco mas barato que la leche y el pan. Con eso quieren que nos olvidemos de la realidad de mierda que vivimos y nos “ayuda a pasar el hambre”. Los números del paco son impactantes: “En nuestro país, mueve por día más de $9 millones. Se comercializan más de 1,5 millones de dosis diarias. Actualmente, hay casi 180 mil adictos (cada uno compra 20 dosis por día a $6 cada una. Es la tercera adicción en nuestro país, después del alcohol y los fármacos”. (Asociación Antidrogas de la República Argentina).
* Ha crecido el consumo de cocaína. En las fábricas, la misma empresa y el sindicato meten la cocaína para que soportemos la superexplotación de ritmos salvajes de trabajo. También algunas organizaciones “de izquierda” se organizan con eso. Una vez que consumiste, las patronales te tienen agarrado y cuando hay que despedir (porque encabezaste alguna lucha o te presentaste como delegado) te meten análisis (rinoscopía) y tienen la excusa para hacerlo. Hay que destacar que también ha crecido el consumo entre los asalariados y jóvenes profesionales. 
 * Marihuana se consume en todos los sectores pero se concentran en masificar el consumo en las capas medias, estudiantes, asalariados y la justifican desde “la libertad individual”. Se mete la idea que “yo fumo y no jodo a nadie”, “soy libre, hago lo que quiero”, “yo tengo mi plantita”. Quieren que asociemos la rebeldía al “fumar faso”. Por eso dicen “yo fumo y lucho igual”, “fumo y estudio”. No se reconocen como consumidores, mucho menos como adictos y ven así a los pibes que se dan con otra cosa. Es importante destacar que funciona como puerta de entrada a otras drogas “más pesadas” y que hay un cambio muy grande para masificar su consumo con una propaganda que apunta a “naturalizar” el consumo dándole cada vez más espacio en medios de comunicación (TV, revistas como la THC y otras, páginas web); se han desarrollado teorías, se promueven marchas nacionales e internacionales.
Por otro lado, te ofrecen el consumo de drogas socialmente aceptadas (legales) como el alcohol. “Entre 2009 y 2011 se duplicó el número de menores de 20 años que llegan a las guardias intoxicados con alcohol en sangre. Casi 1 millón de adolescentes de 13 a 17 años sufren consecuencias físicas, psicológicas y sociales por la ingesta de bebidas alcohólicas” (Sedronar). Para mantener un consumo masivo de alcohol, estimulan una cultura del reviente como forma de diversión para la juventud. Una vez que entraste buscan que consumas alcohol todos los días. 
 
Lo nuevo
Instalado y masificado el consumo de drogas, ahora los narcos y el Estado (sus políticos, policías, jueces, etc.), vienen por los pibes para convertirlos en “soldaditos” para sus guerras entre bandas, barrio por barrio, cuadra por cuadra. Una fuerza de choque, organizada y armada, mercenaria de esos narcos y de punteros y políticos para confrontar en el propio territorio con las organizaciones populares al servicio del poder de turno. Que no nos sorprenda el hecho que no serán solo las fuerzas represivas el instrumento para aplastar las organizaciones sociales y populares. 
Los soldaditos hoy son una triste imagen que habla de la continuidad del negocio narco en las principales provincias argentinas y de su principal consecuencia: la sangre joven derramada en las calles de los barrios de las grandes ciudades. 
 
Nuestra posición
Reafirmamos la posición adoptada en el Programa del 12 Congreso del PCR. “Lucha activa para erradicar la droga que castigue con el máximo rigor el narcotráfico y sus conexiones mafiosas. Gran campaña integral de movilización de masas para eliminar las condiciones objetivas y subjetivas que fomentan el consumo individual de drogas. No acordamos con la penalización del consumo individual en el sentido represivo del sistema actual. Combatimos la posición que usa la despenalización para incentivar el consumo como supuesta expresión de rebeldía. Luchamos por programas preventivos sociales y de atención y recuperación de los afectados, sanitaria y comunitaria, incluyendo tratamiento obligatorio y gratuito, individual y familiar”. Tenemos que pelear sin concesión contra la droga porque necesitamos de toda la rebeldía, la inteligencia y energía de la juventud para luchar y enfrentar enemigos poderosos que oprimen a nuestro pueblo. Metiendo la droga no solo hacen un negocio con tu vida, sino que te controlan y terminan haciéndote más débil y vulnerable. 
Hay que desarrollar más experiencias y desplegar un movimiento de masas que gane las calles contra la droga, los narcos y la política K. Que pelee por un amplio reagrupamiento de sectores sociales, políticos y religiosos que exijan a los gobiernos: Campañas de prevención de masas y presupuestos para centros de recuperación de las/os pibas/es. Que no se penalice el consumo, ni criminalicen la juventud con proyectos de baja de edad de imputabilidad a los 14 años. Y que luche por conseguir trabajo digno, mantenerse en la escuela y acceso masivo a actividades deportivas y culturales y así contrarrestar las condiciones sociales sobre las que opera el delito organizado para combatir la inseguridad. 
La posición que tiene la JCR contra la droga requiere de un profundo debate político-ideológico y se diferencia de la inmensa mayoría de las organizaciones sociales y políticas juveniles. Nos presiona la idea que nuestra posición nos aísla, nos sectariza. Tenemos que salir con todo, con ofensiva, a propagandizar nuestra posición. Con línea de masas y apoyándonos en que la mayoría de la juventud está en contra de la droga (aunque muchos consuman) desplegar iniciativas y movimientos amplios de lucha contra la droga. Así vamos a crecer y avanzar en los movimientos y en la JCR.
Desde la JCR peleamos por formarnos como jóvenes comunistas revolucionarios dispuestos a dejar todo, a dar la vida por la revolución. Nuestros ejemplos de vida son los mártires que derrotaron al enemigo hasta en la mesa de tortura. Nos inspira la consecuencia revolucionaria del Che, de los grandes dirigentes revolucionarios, de las generaciones de comunistas que nos precedieron, de los gloriosos “viejos” y no tanto que construyeron nuestro Partido, de los miles de héroes anónimos de la clase obrera y de nuestro pueblo.