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20 de junio de 2018

Crece la disputa entre los imperialismos

El fracaso de la reunión del G7

“Traición”, “incoherencia”, “deprimente”, son algunas de las cosas que se dijeron los principales gobernantes del llamado Grupo de los 7 o G7 (Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Japón), tras el fracaso de su última reunión en Canadá, hace pocos días.

El presidente norteamericano Donald Trump se fue dando un portazo de la “cumbre”, echando pestes contra el primer ministro canadiense Justin Trudeau, acusando a este país de “traición”. El gobierno alemán se encargó de difundir una foto donde se ve a la canciller Angela Merkel parada desafiante frente a Trump. El presidente francés Emmanuel Macron ya habla de un “G6”, dando por hecho la salida de Estados Unidos, al que acusa de “incoherencia”.
¿Cuál es la discusión entre los líderes de estas potencias? Los aranceles que se aplican a sus productos. Trump, que llegó al gobierno con la propuesta de cerrar EEUU dentro de sus fronteras, tomó una serie de medidas para fortalecer su industria, y elevó los aranceles a productos claves para el desarrollo, como el acero (25 por ciento) y el aluminio (10 por ciento).
Si bien el centro de esta guerra comercial del sector de las clases dominantes yanquis en el gobierno está en confrontar con China, su política de “América primero” ha tensado las contradicciones con los, hasta ayer nomás, principales aliados de Estados Unidos: Europa occidental y Japón.
Como ejemplo, los aranceles al acero afectan a Canadá, principal exportador a su vecino norteamericano (16,7%), a Japón (4.9%), Alemania (3.7%), además de México, Rusia y China, que se encuentran entre los diez primeros proveedores de acero del mundo.
Por el lado europeo, mientras Macron y Merkel se llenan la boca de declaraciones a favor de la “libertad comercial” y contra los “aranceles contraproducentes” tomados por los yanquis, mantienen sus propias políticas proteccionistas, con elevados impuestos a la importación de productos (“haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”). El propio Trump criticó este doble discurso, días previos a la cumbre: “Por favor díganle al primer ministro Trudeau y al presidente Macron que están cobrando a EEUU aranceles masivos y creando barreras no monetarias”, puso en un tuit.
Trump anunció, en represalia, que va a imponer un alza de aranceles a los vehículos importados. Esto tendrá repercusiones importantes para los monopolios del automotor, ya que Estados Unidos es el primer mercado exterior para las marcas europeas de automóviles.
Los actuales derechos de aduana son efectivamente diferentes entre la Unión Europea y Estados Unidos. Europa grava las importaciones de vehículos procedentes de fuera de la UE, incluyendo los estadounidenses, con un 10%. Mientras, en Estados Unidos, los Audi, Volkswagen y otros automóviles de origen extranjero tienen una tasa aduanera de 2,5%.
“Es deprimente”, dijo Angela Merkel de las posturas políticas y económicas de Trump, “un presidente estadounidense que tiene una agenda definida por su América first”.
Otro punto en discusión en la “Cumbre” del G7 fue la propuesta de Trump de reincorporar a Rusia, separada luego de la anexión de Crimea en 2014. Esto fue rechazado principalmente por Francia y Alemania.

Rusia y China reafirman su unidad
En paralelo a la reunión del G7, se celebraba la de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). En la ciudad portuaria de Qingdao (este de China), Vladimir Putin (presidente de Rusia) y Xi Jinping (mandatario chino), reafirmaron su unidad, y celebraron la incorporación a la OCS de India y Pakistán. También estaba presente en la reunión el presidente iraní, Hasan Rohani, quien obtuvo apoyo a su programa nuclear, cuestionado por EEUU.
Xi Jinping, con el sibilino lenguaje de los capomafias imperialistas, dijo que la “cooperación” es más que nunca necesaria “cuando el unilateralismo, el proteccionismo y las reacciones opuestas a la globalización adquieren nuevas formas… Debemos rechazar la mentalidad de guerra fría y de enfrentamiento entre bloques, y oponernos a la búsqueda desenfrenada de seguridad para uno mismo en detrimento de los demás”, afirmó Xi, sin citar a Estados Unidos. Lo dice el líder de una potencia imperialista que ha puesto como prioridad, en su reciente Asamblea Nacional del Pueblo, la modernización de sus Fuerzas Armadas.
Como venimos advirtiendo desde estas páginas, la creciente confrontación y disputa entre las potencias imperialistas muestra cómo aumentan los factores de guerra. Por ahora localizadas, pero en desarrollo, tanto guerras comerciales como convencionales y localizadas.
Crece la incertidumbre sobre el futuro de la situación internacional, y debemos esfuerzos para oponernos a los vientos de guerra que soplan los imperialismos, que sólo traerá sufrimientos a los pueblos del mundo, avanzando en la lucha por la liberación del pueblo y de la patria.

Escribe Germán Vidal

Hoy N° 1722 20/06/2018