El 13 de octubre de 1909 era fusilado en Barcelona Francisco Ferrer Guardia, destacado pedagogo anarquista, acusado falsamente de complicidad en un levantamiento popular ocurrido en julio de ese año, ante la decisión del gobierno de mandar reservistas a Marruecos, para reforzar la presencia española en el norte de África. La protesta estalló porque los movilizados eran mayormente trabajadores, y se podía exceptuarse pagando una importante suma de dinero.
El 13 de octubre de 1909 era fusilado en Barcelona Francisco Ferrer Guardia, destacado pedagogo anarquista, acusado falsamente de complicidad en un levantamiento popular ocurrido en julio de ese año, ante la decisión del gobierno de mandar reservistas a Marruecos, para reforzar la presencia española en el norte de África. La protesta estalló porque los movilizados eran mayormente trabajadores, y se podía exceptuarse pagando una importante suma de dinero.
La revuelta, que pasó a la historia como “Semana trágica de Barcelona”, fue seguida con pasión por los obreros en Argentina. La CORA (Confederación Obrera Regional Argentina), en su congreso de constitución a fines de septiembre de 1909, había tomado posición solidaria “con los compañeros encarcelados debido al reciente movimiento revolucionario español… proponiéndose adoptar todos los medios a su alcance para hacer práctico el boicot a los productos de procedencia española y la flota mercante de la misma nación, hasta lograr la libertad de los presos que yacen en las cárceles de la monarquía ibérica”.
El fusilamiento de Ferrer tuvo una gran repercusión internacional, concitando el repudio de trabajadores e intelectuales de todo el mundo. Anatole France, el gran escritor francés, en carta abierta afirmaba: “Su crimen es el de ser republicano, socialista, librepensador; su crimen es haber creado la enseñanza laica en Barcelona, instruido a millares de niños en la moral independiente, su crimen es haber fundado escuelas”.
En nuestro país distintas organizaciones obreras convocaron a una huelga en repudio al asesinato del pedagogo español. La misma noche del 13 de octubre la FORA convocaba a un acto, y declaraba un cese de tareas. En su llamamiento decía: “Exteriorizaremos así los obreros de esta República la profunda indignación que nos ha causado el brutal asesinato de F. Ferrer cometido en España por el instrumento del clericalismo embrutecedor e inquisitorial”.
Por su lado, el Comité de Agitación de las Organizaciones Obreras, que integraba también la CORA, convocó a una reunión de delegados el 14, que acordó la huelga general para el 16 y el 17. El 15, cerca de 4.000 personas participan de un acto convocado por los gremios de conductores de carros, gráficos, ebanistas, conductores de vehículos, entre otros. Tanto la FORA, como el Partido Socialista y la CORA realizaron grandes actos el 17 y el 18, que movilizaron a más de 20.000 personas. Así se expresaba el internacionalismo proletario en nuestro país, al igual que lo haría 20 años después con el asesinato de Sacco y Vanzetti.