Frente a las miserables condiciones de trabajo de los peones de estancias, Soto fue, junto a los chilenos Roberto Triviño Cárcamo y José Luis Descouvieres Mansilla y a los argentinos José Font alias “Facón Grande” y Albino Argüelles, el organizador de las famosas huelgas de Santa Cruz. En Los vengadores de la Patagonia Trágica, Osvaldo Bayer realizó una profunda investigación sobre aquella heroica huelga de los obreros rurales, llevada al cine como “La Patagonia rebelde”.
En 1920 ante las primeras huelgas, el Tte. Cnel. Varela enviado por Yrigoyen obliga a los estancieros a firmar el primer convenio rural de la Patagonia: Aumento de 10 pesos, un paquete de velas por mes (porque a las 5 de la tarde era de noche y no había luz eléctrica) y que el botiquín estuviera en español y no en inglés. Cuando se va Varela, los estancieros no cumplen. El 24 de octubre de 1921 se declara la huelga general.
En Buenos Aires, Yrigoyen ordena al Tte. Cnel. Varela que se haga cargo de la represión: en menos de una semana más de 300 hombres sublevan la región del sudeste de Santa Cruz.
