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03 de abril de 2024

Al cumplirse 42 años de la recuperación patriótica de las Malvinas de manos de los británicos

El gobierno avanza con la desmalvinización

Mientras la política de Milei avanza en la renuncia a la soberanía nacional y a la defensa de la causa de Malvinas, el 2 de abril, en todo el país, cientos de combatientes y miles de compatriotas, rindieron homenaje a los héroes de Malvinas y reafirmaron la voluntad nacional de recuperar los territorios usurpados.

Como ha analizado el Comité Central del PCR en sus informes, el gobierno de Milei-Villarruel, alinea a la Argentina con los intereses estratégicos y militares de EEUU, el Reino Unido (RU) e Israel, y, consecuencia de ello, profundiza la indefensión de nuestra nación frente a las aspiraciones coloniales de parte del Reino Unido (integrante de la OTAN), que ocupa o disputa 5.497.178 Km² del territorio nacional, ya que ocupa y explota 1.639.900 Km² de territorio argentino (aguas correspondientes, zona de protección en Malvinas y el Área Marina Protegida y santuario ecológico de 1.070.000 km² alrededor de Georgias del Sur y Sándwich del Sur); disputa con la Argentina 2.426.911 Km² del continente antártico y 1.430.367 Km² de la plataforma continental.

 

A confesión de parte

Milei, durante la campaña electoral, se declaró admirador de Thatcher, una provocación contra los combatientes de Malvinas y una afrenta para los 649 compatriotas que murieron defendiendo la soberanía. A los pocos días, Mondino, diputada electa y mencionada como posible canciller, en un reportaje al periódico británico The Telegraph, se pronunció por respetar el deseo de los “isleños”, tal como lo plantean los británicos. La población en Malvinas es inglesa y no originaria con derecho a la autodeterminación. Argentina siempre planteó respetar sus intereses, nunca sus deseos. Los isleños son británicos, así lo reconoce el Reino Unido y el Reglamento Colonial que rige la organización institucional de las Islas, cuya máxima autoridad no es el pseudo gobierno colonial, sino el comandante militar de la base militar de Monte Agradable (Mount Pleasant).

En enero y por veinte minutos, se produjo en Davos la reunión de Milei con Cameron, canciller del RU, quien reiteró la posición británica de que sobre la soberanía en Malvinas no hay nada que discutir.

Posteriormente, se produjo la provocativa visita de Cameron a las Malvinas, que no mereció el inmediato repudio por parte del gobierno nacional. Cuando el escándalo creció, Mondino publicó un triste Twitter teorizando que vale más una tonta chicana que una queja diplomática formal.

Semanas después, el Reino Unido extendió la prohibición de pescar de 283.000 a 449.000 Km² en el denominado Santuario Ecológico ilegal del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, de 1.070.000 Km² de alrededor de las Islas, violando, además de la soberanía argentina, la Convención de los recursos vivos en la Antártida, sin que la Cancillería argentina tomara posición alguna y actuara en consecuencia.

En consonancia con su política internacional, Milei aprobó los planes de ampliación del puerto de Montevideo, como solicitaba el presidente de Uruguay Lacalle Pou. La decisión implica el abandono del proyecto del Canal de Magdalena, que hubiera permitido la salida directa de las exportaciones nacionales y la integración del litoral marítimo patagónico, y aportado positivamente a la defensa y soberanía del Atlántico Sudoccidental, la lucha anticolonial por Malvinas y otros territorios usurpados, y creado mejores condiciones para la defensa de los intereses argentinos en la Antártida.

Luego se supo del acuerdo para autorizar la presencia de militares del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU en la mal llamada Hidrovía. Fue a los pocos días de que el Reino Unido realizara un nuevo ejercicio militar en Malvinas, cuya hipótesis de guerra es contra la Argentina, por el control total del paso interoceánico Atlántico Sur-Pacífico Sur y con el Índico, sin ocultar la amenaza militar a la Patagonia Argentina en vista a una posible guerra mundial en disputa con los imperialistas chinos y rusos.

En mayo, el portaaviones nuclear USS George Washington, de EEUU, navegará el Mar Argentino. Hace días se produjo la visita del director de la CIA, William Burns, previo al viaje de la generala Laura Richardson. En febrero de este año, Blinken, uno de los principales jefes políticos yanquis, se reunió con Milei. Qué se negoció en esa oportunidad no lo sabemos, pero el grosero alineamiento con EEUU/OTAN permite suponer que eso fue lo que acordó Milei ante el jefe yanqui.

 

Una variante de la desmalvinización muy peligrosa

La desmalvinización como política de Estado comenzó en el último turno dictatorial con Bignone, cuando se ocultó y persiguió a los combatientes de Malvinas para silenciarlos.

Alfonsín y Caputo negociaron los Acuerdos que se firmarían en Madrid en 1989. Los Acuerdos los firmó Menem porque Alfonsín debió abandonar el gobierno seis meses.

Con Menem se concretó, en la práctica, la rendición argentina. Menem y Cavallo suscribieron los Acuerdo de Madrid I/octubre de 1989 (paraguas británico de soberanía) y Acuerdo de Madrid II/febrero de 1990 (control británico del sistema de defensa nacional), plenamente vigentes entre otros Acuerdos y que ningún gobierno denunció, y la Ley de Garantía a las Inversiones británicas Nº 24.184, dos instrumentos fundamentales en las relaciones políticas, económicas, diplomáticas y militares de subordinación al imperialismo inglés.

Di Tella, sucesor de Cavallo en la cancillería, avanzó en la entrega nacional con su política de “relaciones carnales” con los imperialismos y de “seducción” de los kelpers.

Con los Acuerdos Malcorra-Duncan y Foradori-Duncan, el gobierno de Cambiemos aceptó todas las imposiciones de los británicos en relación con Malvinas, resumidas en una carta de Theresa May a Macri. El Acuerdo Foradori-Duncan fue derogado durante el gobierno de Alberto Fernández.

Milei no necesita la reedición del Acuerdo Foradori-Duncan promovido por Macri, porque la renuncia a cualquier decisión soberana sobre Malvinas es proclamada por el propio presidente de la Nación.

La desmalvinización actual viene también de la mano de Victoria Villarruel, hija del Tte. Cnel. Eduardo Villarruel, que integró la Compañía de Comandos 602 durante la guerra de Malvinas. Villarruel acompaña por acción u omisión la política de alineamiento impulsada por Milei, en la que es fundamental la relación de subordinación colonial con el Reino Unido. No se ha manifestado en contrario ni en la campaña electoral ni como vicepresidenta.

Villarruel se reunió con la embajadora británica Kirsty Hayes. En un video que hizo circular, afirma que le planteó a Hayes cuándo Inglaterra se avendrá a discutir la cuestión de soberanía. No se conoce la respuesta de la embajadora, se presume que debe haber respondido con la versión oficial de los colonialistas, “la cuestión de la soberanía en Malvinas no está en discusión”.

Para la Argentina lo que importa, y alguien de la jerarquía de Villarruel lo debería saber, es exigirle a la potencia colonialista ocupante informar, como lo plantea una resolución del Comité Jurídico Interamericano, cuándo y cómo Gran Bretaña va a restituir las Malvinas y demás territorios usurpados a sus verdaderos dueños, los argentinos.

Villarruel, como parte del uso de la cuestión Malvinas para el gobierno de LLA, designó en la Dirección de la Gesta de Malvinas del Senado a Nicolás Kasansew, que integró el noticiero de la dictadura “60 minutos” y fue corresponsal de la televisión oficial durante la guerra. Balza fue quien apadrinó su condición de VGM, que fue confirmada por la Justicia, que desestimó una denuncia en su contra. Es apreciado por muchos veteranos de Malvinas, pero muchos otros cuestionan severamente su actuación durante la guerra.

Austríaco de nacimiento, descendiente de oficiales del ejército zarista, habla ruso a la perfección, se proclama un nacionalista prorruso –coincide con los sectores más fascistas de Rusia–, admirador del zarismo y anticomunista furioso. Pertenece a sectores vinculados al reaccionario nacionalismo oligárquico, profundamente antipopular, que se han subido al carro de La Libertad Avanza y el gobierno de Milei, apostando a la candidatura presidencial de Villarruel en 2027 (!) o su asunción anticipada por la renuncia de Milei.

Fue Kasansew quien anunció un posible desfile el 2 de abril de los veteranos de Malvinas, que a las pocas semanas debió dar por cancelado, porque su costo era “imposible” de afrontar debido a “la crisis económica”.

Hay plata para pagar la deuda ilegítima, odiosa, usuraria y fraudulenta; para garantizar los negociados de monopolios extranjeros y terratenientes, para la timba financiera capitaneada por el Toto Caputo, pero no para hacer un desfile de veteranos de Malvinas. Del ajuste a favor de la casta oligárquico-imperialista, no se salvó Malvinas. Una verdadera canallada.

Escribe Alberto F. Cordelli

Hoy N° 2004 03/04/2024