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03 de noviembre de 2021

El problema territorial tiene 130 años de historia

“El gobierno de Río Negro tiene una política racista y antimapuche”

Conversamos con Orlando Carriqueo, werkén de la Coordinadora del Parlamento Mapuche – Tehuelche de Río Negro y secretario de Pueblos Originarios CTAA Río Negro, sobre el conflicto con el gobierno de Arabela Carreras.

El dirigente del Parlamento Mapuche-Tehuelche comenzó manifestando a este semanario la preocupación “porque el discurso violento y estigmatizador que levanta el gobierno de la provincia de Río Negro, no ayuda a resolver un montón de conflictos territoriales existentes, que no solo atañen a nuestra provincia sino en todo el territorio argentino.

“Me parece que hay una problemática que atraviesa toda la Argentina, que tiene que ver con reconocer y reparar el genocidio que ha sido muy caro para las familias de pueblos originarios, y que específicamente en la Patagonia hoy, tiene muchos intereses en relación a la tierra, y que nos marca una situación compleja, que viene de arrastre, y que frente a los conflictos, en lugar de buscar el diálogo reconociendo la deuda histórica que tiene el Estado con los pueblos originarios, se utiliza el discurso del terrorismo.

“Eso no hace bien a la reconstrucción de los lazos, a reconocer que la mayoría de la población de la provincia de Río Negro, Neuquén y Chubut, somos mapuche-tehuelche. Nos está haciendo mucho daño”.

Carriqueo profundizó un poco más de dónde viene esta idea de estigmatización: “La creadora de la idea de que el pueblo mapuche es terrorista, fue Patricia Bullrich en el 2017 con el Informe RAM. También hoy lo toma Berni (ministro de Seguridad de provincia de Buenos Aires) para hacer su análisis con tinte nacionalista y autoritario, y que también lo tiene a él como interesado particular porque es propietario en un exclusivo barrio privado de Bariloche, el Lauquen, donde tienen un conflicto con toda una comunidad.

“Las ideas que estos personajes manifiestan insultan todo lo que signifique la modificación de un Estado moderno. Impulsan un tipo de cohesión a una sociedad que en la realidad es heterogénea, con naciones preexistentes que han construido también en las provincias. Pienso que esa demonización tiene un beneficio propio, un vil beneficio electoral para un sector de la Argentina que todavía cree que todos los argentinos venimos de Europa.

“Me parece que lo que tiene que reconocer el Estado es que la Argentina nació de un genocidio, que ese genocidio está impune. Que tiene estos problemas estructurales que arrastra la Argentina, y que no se va a resolver a los tiros, se resuelve devolviendo tierras, reconociendo las tierras que hoy ocupan las comunidades, respetando su territorio. Y eso me parece que hoy está fuera del parámetro de algunos sectores de la derecha que siguen construyendo la idea del mapuche como del enemigo interno, del mapuche como un extranjero, cuando el pueblo mapuche-tehuelche tiene más de 13 mil años en la Patagonia. Esa desinformación con la que se transmite en las noticias, tiene que ver con una dinámica centralista y porteña de lo que pasa en la Argentina; de que lo que se construye en este país se hace desde un lugar central y se devalúa toda una historia territorial, una sociedad distinta que vive en el interior, que por más que elija uno u otro partido, hay fuertes raíces indígenas en esa construcción social.

“Hay muchos intereses sobre la tierra, a pesar de los 500 años de la Conquista de América y de los 140 de la Conquista del Desierto y de la construcción del Estado argentino sobre un territorio que no tenía límites, que no tenía propiedad privada. Es todavía un choque fuerte, distinto de entender cómo funciona el mundo. Y eso todavía no se logra respetar. Vivimos en un mismo espacio territorial y tiene que haber un reconocimiento de cómo vivimos como pueblo, y eso escapa hoy a la mirada de cierto sector de la sociedad, y fundamentalmente de los grandes medios de comunicación que hacen con esto una noticia que no es.

 

Juntos no cumplió ninguno de los puntos de acuerdo

“Nosotros somos una organización representativa de más de 150 comunidades, la mayoría de las que están en la provincia de Río Negro. Sin embargo, no tenemos diálogo con el gobierno de la provincia. Nosotros hemos tenido una reunión cuando asumió la gobernadora en enero de 2020, donde presentamos un acuerdo de cinco puntos, y ninguno de esos puntos respetó. El relevamiento de la 26.160, la reglamentación de la Educación Intercultural Bilingüe, la reglamentación de la Ley Integral Indígena 2287, en uno de sus artículos en especial que nos interesa, que es la revisión de los títulos de tierra otorgados fraudulentamente y que han perjudicado a muchas comunidades y familias mapuches. También, el Fondo de Desarrollo de las Comunidades, un organismo de cogestión que hemos logrado con las comunidades y el Estado provincial. Y sobre todo la regularización de las tierras que tienen más de cien años… el problema territorial arrastra los 130 años de historia y un montón de hechos que han sucedido que nos marcan a fuego. No solo la discriminación, el racismo, el despojo, el corrimiento de las poblaciones, sino la falta de reparación de lo que entendemos que todavía tiene que reconocer el Estado.

“Si no hay diálogo, es difícil que haya un acuerdo, pero creo que estas situaciones marcan duros puntos de vista, y diametralmente opuestos. El gobierno habla cosas que no son, y en base a eso, dispone de una política antimapuche y racista. Mientras esté este gobierno con este signo político en la provincia, y no sean otros los actores, es muy difícil. Aún, al poder político nacional le cuesta esa decisión política.

“La mayoría de la sociedad en Río Negro, Neuquén y Chubut es mapuche-tehuelche, pero para la confrontación ponen el discurso de una única persona que no es representativa del pueblo mapuche, que es el lonco Facundo Wala. Me parece que en ese marco, el discurso de Wala, le es funcional para deslegitimar los reclamos territoriales, e históricos, para demonizar. Y lo que hay que entender es que Wala puede hablar en nombre de su comunidad, pero no es representativo de una organización ni de comunidades. Ni tampoco la línea política de nuestra organización que es el Parlamento Mapuche, que tiene más de cuarenta años. Entonces su discurso les es funcional para no reconocer nada. Y en ese sentido, nuestra organización marca un camino de diálogo, de un país pluricultural, plurinacional, donde se respeten los territorios comunitarios, y que se reconozca el derecho a ocupar estos territorios.

“Todas las demandas judiciales que hemos presentado por los conflictos en los que están inmersas las comunidades, terminan cayendo en saco roto, la militarización y el discurso del terrorismo, nos marcan a fuego, y marcan también peligrosamente el camino del terrorismo de Estado. Porque ¿qué otro elemento le hace falta a los gobiernos de Río Negro, Neuquén y Chubut para avanzar ilegalmente sobre las comunidades? Para salir a cazar indios… No les falta nada… tienen el discurso, tienen los medios hegemónicos, tienen la decisión política, la Justicia les responde no haciendo caso a ningún habeas corpus, a ninguna medida cautelar. Es un llamado de atención en estos tiempos de democracia que esto esté pasando.

“Esto tiene que ver con una decisión política en medio de una elección donde las decisiones se toman a cuentagotas y mirando al electorado. Entonces, el gobierno nacional tampoco se anima a ponerse más firme en una política. Porque mientras el Estado argentino no reconozca que ha sido un genocidio y que tiene una deuda pendiente que cumplir, la 26.160 está a punto de caer y hace 15 años, y nunca se termina el relevamiento. El gobierno de Juntos Río Negro está haciendo mucho daño a la mayoría de la sociedad, y ojalá el castigo lo pague en las urnas”.

 

Hoy N° 1888 03/11/2021