El decreto 1107/2024, del 18 de diciembre, modifica las leyes de Defensa y de Seguridad Interior, y sin pasar por el Congreso, permite militarizar lo que considere “objetivos estratégicos”. La redacción del decreto es tan amplia, que con él Milei podría militarizar Plaza de Mayo, un aeropuerto, los yacimientos petrolíferos de Vaca Muerta, etc.
Además, el mismo decreto permite al Ministerio de Seguridad de la Nación, dirigido por Patricia Bullrich “solicitar la intervención de las FFAA para esa tarea sin pasar por los mecanismos previstos en la ley (convocatoria de un comité de crisis, o declaración del estado de sitio)”, como denuncia el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), y agrega “También debilita el control civil sobre las FFAA en situaciones de conmoción interior o estado de sitio al delegar la conducción en el Estado Mayor Conjunto”.
El otro decreto (1112/2024) modifica aspectos de la reglamentación de la Ley de Defensa, y le da al Estado Mayor Conjunto una gran capacidad operacional sin control, a la vez que redefine el Sistema de Defensa Nacional para actuar en áreas relacionadas con el “ciberespacio, espectro electromagnético y espacio exterior”.
Y lo más grave, desde el punto de vista de las luchas populares, es que el decreto 1112/2024 establece que “se considerarán agresiones” o “amenazas” a las acciones que “provengan de Fuerzas Armadas u organismos paraestatales extranjeros”, así como también “de organizaciones terroristas u otras organizaciones transnacionales”. Ya vimos que, para este gobierno, todo aquel que se opone a su política puede ser considerado un terrorista. Esa fue la acusación a los 33 presos durante la represión a la marcha contra la aprobación de la Ley Bases.
Plantea con justeza el Foro Patriótico y Popular en una declaración, fechada el 20/12/2024, que con estos decretos “Javier Milei vuelve sobre una propuesta política que fue rechazada incluso por los propios militares, la de utilizar a las fuerzas armadas para la represión interna. Es de hecho la concepción del enemigo interno (el pueblo), doctrina que se ejecutó desde la dictadura de Onganía en adelante, y que tuvo en la dictadura de Videla su peor y más dramática ejecución. Milei se propone imponer la doctrina de la seguridad interior, la que coloca como enemigo al propio pueblo.
“El objetivo de este gobierno para el 2025, es profundizar su política de ajuste contra los distintos sectores de la vida nacional, destruir la industria, la ciencia, la técnica y la educación nacional, y avanzar en la liquidación de la soberanía y el patrimonio nacional de la mano de los proyectos liquidacionistas elaborados por Sturzenegger y otros funcionarios de La Libertad Avanza, muchos de ellos resumidos en la anti constitucional Ley Bases y sucesivos Decretos de Necesidad y Urgencia”…
“Todas las iniciativas de Javier Milei y su gobierno en todo lo vinculado a la defensa nacional y la seguridad interna, contradicen de lleno el legado sanmartiniano y belgraniano, padres fundadores que se negaron a alzar sus armas en contra de su propio pueblo, que comprometieron sus vidas en la lucha por la libertad y la independencia de nuestra Nación y naciones hermanas. Son también una afrenta permanente a la heroica lucha que libraron nuestros combatientes entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, contra la agresión militar del Reino Unido y sus aliados, y por la que entregaron su vida 649 héroes”.
El gobierno refuerza el aparato represor del Estado, sabiendo de las múltiples luchas que se oponen a su política. Avanzan en un uso fascista de las fuerzas federales y de las propias Fuerzas Armadas, para intentar sostener su plan de gobierno hambreador y entreguista.
hoy N° 2041 08/01/2025