Pasaron dos años de aquel primer grito colectivo en 2015 que dijo “Basta de Femicidios”, “basta de morir por ser mujer”. El reclamo era porque no muriera ni una mujer más. En 2016 se produjeron 290 femicidios y en lo que va de 2017 se perdieron a 133 más. El reclamo se redobla, porque no hay acciones concretas por parte del Estado para frenar las muertes, ni políticas públicas de prevención y asistencia, que contengan a las víctimas de violencia y les permitan seguir con sus vidas y tener trabajo, salud y vivienda. El gobierno de Macri no sólo agravó todos los problemas del pueblo, sino que tampoco tomó una sola medida a favor de las mujeres.
Capital Federal
Este sábado 3 de junio las actividades en el Congreso comenzaron desde antes de la marcha, las compañeras comentaban: “Estamos desde temprano recolectando firmas para que sancionen una ley de emergencia en violencia, que ya tiene media sanción en Senadores y que el gobierno de Macri la cajoneó el año pasado. Juntamos miles de firmas porque la gente está convencida de ponerle un freno a esta violencia y de que el centro es reclamarle al Estado políticas integrales de prevención y asistencia, porque el gobierno no da respuestas”.
Ya cercanas las 16hs se fueron encolumnando organizaciones de mujeres, sindicales, estudiantiles, políticas y una gran cantidad de personas que fueron por la suya, desde distintos puntos de la ciudad para marchar a la Plaza de Mayo. Cientos de miles se encontraban detrás de la cabecera que portaba un cartel con la consigna “Ni Una Menos. Vivas nos queremos. El Estado es responsable”, detrás la militancia de la Campaña Nacional por el Aborto Legal Seguro y Gratuito y luego las distintas organizaciones. Fueron recibidas por una gran cantidad de mujeres que ya estaban en Plaza de Mayo esperando para dar comienzo a la lectura del documento.
La nutrida columna del PCR, PTP y la CCC con numerosas pancartas y lo cánticos: "gritemos todas emergencia nacional" repetido decenas de veces junto al “Ni una menos. Vivas nos queremos”. Destacándose en la cabecera, la pancarta con el nombre y el rostro de Daiana Belen, llevada por su madre, quien decía “mi hija fue asesinada por su novio el 29 de setiembre de 2016 en Retiro (CABA). Él ahora está preso y estamos esperando que no salga nunca más, que el gobierno y los jueces nos escuchen, que no se hagan los sordos”. La tía de Daiana Garnica, llevaba la pancarta con el nombre y rostro de la joven desaparecida en Alderetes, Tucumán, el 6 de mayo de este año, decía que “va a ser un mes y todavía no se sabe nada de ella. Acá en Capital Federal, no se hablaba del caso, con las compañeras de la CCC empezamos a difundir por las redes, fuimos a la Casa de la Provincia de Tucumán, los medios empezaron a difundir el tema”.
Una vez más se vuelve a visibilizar a lo largo y ancho del país el masivo reclamo de las mujeres al Estado por su falta de acción ante la dramática situación actual y la necesidad de declaración de la emergencia nacional en violencia contra la mujer de modo urgente aunque el gobierno macrista quiera mirar para otro lado. Es el tercer año consecutivo que las mujeres se unen al grito de “ni una menos, vivas nos queremos”, conscientes de que la lucha continúa "porque se lo debemos a todas las pibas que nunca volvieron" como se escuchaba cantar en la plaza, y porque no queremos perder ni una más.
