En este nuevo 3 de Junio, en medio de una pandemia brutal, donde nosotras estamos al frente de esta lucha en los comedores y merenderos, y en un contexto de emergencia sanitaria con hospitales colapsados de pacientes por Covid, las mujeres de todo el país hemos protagonizado una extraordinaria jornada en un grito que nos unió y nos continúa uniendo a lo largo y ancho del país.
Hace seis años marcábamos a fuego este día en nuestra historia de lucha. Sin dudas, el 3 de junio de 2015 fue un antes y un después en la vida de todas nosotras. Colmamos las calles y las plazas de todo el país y nos unimos en un solo grito: Ni una menos. Avanzamos. Y ese grito de bronca y dolor ante el femicidio de Chiara y tantas otras, lo transformamos en lucha. En el camino tuvimos grandes conquistas, pero sabemos que con lo que tenemos no alcanza.
Hoy, en un contexto de crisis sanitaria, económica y social que tiene a las mujeres de nuestro pueblo en la primera línea de batalla contra la pandemia y contra el hambre, redoblamos la lucha por nuestro derecho a vivir vidas dignas de ser vividas.
Este año volvimos a reclamar que se termine con tanta violencia hacia las mujeres. Ha aumentado en forma alarmante la violencia doméstica al permanecer y compartir inevitablemente tantas horas con el agresor. Y también crecieron los femicidios, último eslabón de la violencia extrema.
Al día de la fecha según datos de Ofemmm (Observatorio de Femicidios de Mar del Plata) hubo 104 femicidios al 5 de junio, lo que indica un femicidio cada 35 horas. Comparando con el mismo período del 2020, donde ocurrieron 84 femicidios muestran que la violencia contra las mujeres lejos de haberse reducido se ha profundizado y son cada vez más crueles.
Han aumentado también los abusos y violaciones. Siguen desapareciendo mujeres y niñas víctimas de las redes de trata y el tráfico con fines de prostitución.
A esta violencia se le suma el crecimiento del hambre y la desocupación. El gobierno ha tomado medidas pero son insuficientes. Sabemos que cuando la miseria crece las principales afectadas son las mujeres porque somos las administradoras de la pobreza del hogar.
Por lo tanto, de Ushuaia a la Quiaca y de los Andes al Atlántico, solas o en unidad con otras fuerzas, y atendiendo a la situación sanitaria vigente, nos organizamos de manera virtual con cartelazos, ruidazos, tuitazos y copamos las redes. Esto fue el reflejo del masivo y extraordinario Congreso Federal de Promotoras. Un mar de pañuelos de la campaña, el PCR y la JCR, la CCC inundaron las redes sociales haciendo oír nuestros reclamos:
*Exigimos la declaración de la emergencia en violencia a nivel nacional, provincial y en cada municipio.
*El reconocimiento económico de las promotoras territoriales.
*Vacunas para las que están en la primera línea.
*Aparición con vida de Tehuel.
*No hay ni una menos sin emergencia nacional.
Hoy N° 1867 09/06/2021