1. ¿De qué se sonríen los candidatos de Macri?
Hoy, 7.600.000 chicos, 59 de cada 100 menores de 17 años, viven en condiciones de pobreza estructural (Observatorio Social de la UCA).
1. ¿De qué se sonríen los candidatos de Macri?
Hoy, 7.600.000 chicos, 59 de cada 100 menores de 17 años, viven en condiciones de pobreza estructural (Observatorio Social de la UCA).
Hoy, en el Conurbano Bonaerense, 22 de cada 100 personas declaran pasar hambre y 43 achicaron las porciones de su comida. En el segundo cordón, los que pasan hambre suben a 30 de cada 100. Volvieron las ferias de trueque. Una página de Faacebook de tres mujeres de La Matanza, publica 3.000 ofertas por día en las que ofrecen cambiar budines de pan por yerba y ropa de bebé.
Hoy, casi el 40% de trabajadores no tuvieron paritarias porque son precarizados, están en negro, son cuentapropistas que changuean, o trabajan en PyMes o comercios a les va muy mal, y sufren los brutales tarifazos y la inflación.
Hoy, millones que trabajan en la agricultura familiar, campesinos pobres, originarios, pequeños ganaderos y tamberos, obreros rurales y chacareros de las economías regionales y las zonas inundadas están en crisis, o los expulsan de sus tierras, acaparadas para los agronegocios.
Hoy, las mujeres sufren la emergencia en violencia y la esclavización por la trata. Y millones de pibes están esclavizados por la droga, sin trabajo, sin estudio y sin futuro.
Hoy, toda la propaganda de Cambiemos muestra a sus candidatos sonriendo. Será que la están pasando muy bien a costa de la miseria popular.
2. Se profundiza el ajuste
El gobierno ya está avanzando con los acuerdos que recortan los salarios, flexibilizan el trabajo y liquidan los convenios por rama.
Los acuerdos tipo “Vaca Muerta” ya se han firmado en petroleros, metalmecánicos y la construcción. Ahora, se están negociando otros 100 acuerdos con la agroindustria, obreros rurales y 10 gremios de la marina mercante. Para los que resistan, agitan los las intervenciones o auditorías de las cuentas, como en el SOMU, Canillitas y Vigiladores.
Las negociaciones del gobierno con las direcciones sindicales colaboracionistas avanzan en silencio hasta las elecciones de octubre. El gobierno necesita consolidar por una ley esos acuerdos antiobreros. El proyecto de esa ley ya fue preparado en el Ministerio de Trabajo, que lo va a presentar después de las elecciones. Para que pase esa ley, quieren embellecerla mezclando el justo blanqueo del trabajo en negro, con la flexibilización del trabajo y la liquidación de los convenios por ramas.
3. Siguen las luchas
El pueblo no sonríe como los candidatos del PRO. Hay malhumor, bronca y protestas callejeras. Pesa la estafa de “pobreza cero con trabajo de calidad”, y esa repetida mentira de la salida de la recesión. Por eso Macri prohibió a sus candidatos hablar de economía. Un candidato macrista reconoció que muchos vecinos “nos llenan la cara de dedos”; nos dicen “yo los voté, ¿dónde está el cambio que prometían?”, y “el gobierno es insensible y soberbio y gobierna para los ricos”.
Hay un gran repudio a la brutal represión a los trabajadores de Pepsico. Las obreras y los obreros de Mondelez pararon contra el mal pago de una quincena. Los de Cresta Roja volvieron a cortar la ruta por 50 despidos. Se movilizó el Astillero Río Santiago. Hay luchas de petroleros, portuarios, estatales y docentes.
La CGT reúne un plenario. Hay reclamos de anticipar la movilización del 22/8. Crece, desde abajo, la presión para un nuevo paro nacional.
Frente al hambre, la precarización del trabajo y la desocupación, avanza el plan de lucha de la CCC, la CTEP y Barrios de Pie, por la ejecución de la Emergencia Social y una ley de Emergencia Alimentaria. Avanzan los preparativos para la masiva movilización del 7 de agosto.
Hay situaciones explosivas, por el hambre y la desocupación, por la expulsión de tierras de campesinos pobres y originarios, las inundaciones y otras calamidades, las “zonas liberadas” para la droga, la trata, el delito organizado y la falta de respuestas del gobierno.
4. Abrir un camino
“El PRO es producto del derrumbe de las formaciones políticas clásicas que estallaron con la crisis de 2001”, (Clarín, 23/7). “Macri se consumió en casi 20 meses sin resultados económicos (…) haciendo para la gente de menos recursos que el futuro esté en el pasado y para los empresarios que no haya futuro con Macri”, (Perfil, 23/7). “Aunque no le guste al presidente, somos un gobierno de transición” dijo el gobernador mendocino de Cambiemos, Cornejo.
Algo saben los multimedios del sistema, por lo que abren el paraguas. Lo que le están diciendo al gobierno es que, cualquiera sea el resultado electoral del próximo 13 de agosto que va a definir el escenario para las elecciones de octubre, salga fortalecido o debilitado, el macrismo tiene que hacer el ajuste de fondo. Es lo que recogió Macri en sus viajes y de sus visitantes de Estados Unidos, China, Europa y Japón. Y lo que le reclaman los monopolios y terratenientes del bloque dominante.
De ahí la importancia de llegar con las luchas hasta las elecciones, y seguirlas sin pausa después de los comicios. No dar tregua como planteó Cristina Kirchner. Y también, la importancia de pelear voto por voto, para que en cada provincia emerjan y se proyecten las fuerzas populares, patrióticas y democráticas.
Es fundamental que las luchas y las elecciones acumulen fuerzas para las tormentas que se van a presentar, tanto por las situaciones explosivas creadas por el agravamiento de la crisis social con el ajuste macrista, como también, para torcerle el brazo a la profundización del ajuste, la entrega y la represión que se prepara para después de octubre.
En esa dirección, tiene gran importancia el avance de la coordinación de las fuerzas sociales con el resto del movimiento obrero, y con los movimientos campesinos y populares Así como son fundamentales las multisectoriales que surgen en todo el país.
Es el camino de los revolucionarios de la Independencia: ¡Ni amo viejo ni amo nuevo, ningún amo! Hoy para barrer con el Estado oligárquico-imperialista y mafioso que sostiene la dependencia y el latifundio, y construir uno nuevo, en manos de los trabajadores, los campesinos y el pueblo.