Tras la reunión con el Ministerio de Desarrollo Social Juan Carlos Alderete, dirigente de la Corriente Clasista y Combativa, manifestó que el gobierno nacional intenta congelar la implementación de la Ley de Emergencia Social hasta después de las elecciones de octubre. Hasta el momento solo han ejecutado el 30% del presupuesto designado para la Ley, la cual concede 10 mil millones por año, según las organizaciones con este ritmo no se va a llegar al 50% a fin de año. Ante la situación de hambre y miseria en que está sumido nuestro pueblo, le exigieron al gobierno que convoque en forma urgente al Consejo Social y Económico en los próximos días.
En el marco de estos reclamos, el jueves 27 se realizó una concentración en el Obelisco bajo la consigna de que “el hambre no espera”, por la sanción de la Ley de Emergencia Alimentaria, la plena implementación de la Ley de Emergencia Social, exigiendo que se termine la represión y la política ajustadora de Macri.
Mientras todas las miradas están puestas sobre las elecciones, las organizaciones sociales no se quedan de brazos cruzados porque la pobreza y el hambre siguen creciendo. Luciano “Tano” Nardulli de la CCC decía que “lo único que crece en la Argentina es la pobreza y ese es un acelerador para que haya hambre y mortandad infantil. En un país como el nuestro que somos uno de los mayores productores de alimentos no nos puede pasar lo que está pasando”. Además destacó la importancia de que logremos representantes en el Congreso que reflejen las necesidades del pueblo ante los políticos que miran para otro lado, y que son importantes las elecciones pero también lo es “no abandonar la calle, hay exigir que en cada mesa hayan tazas de leche, sopa, carne y que haya dignidad”.
No es posible tapar el sol con la mano, los índices oficiales hablan por sí mismos cuando el INDEC reconoce que aumenta la pobreza y el desempleo. Esto se traduce en 1.500.000 de nuevos pobres, y repercute fuertemente en los más pequeños, ya que la mitad de los chicos en Argentina son pobres y más del 40% están malnutridos. Estos chicos tienen comprometido no sólo su presente sino también su futuro porque la falta de alimentación de hoy no puede recuperarse al crecer y traerá consecuencias irreversibles en su adultez si no se actúa con urgencia para revertirlo durante su infancia. Por eso, en la jornada de lucha se repitió una y otra vez que el hambre es un crimen y que la situación es de emergencia. Nicolás Tauber, precandidato a diputado del PTP en Ahora Buenos Aires, afirma que “el hambre en la Argentina se puede terminar con la decisión política, en ese camino estamos exigiéndole al gobierno que pare con el ajuste, que abra la mano y le dé comida a los pibes. Necesitamos una Argentina con un proyecto para la juventud, que se pueda estudiar, trabajar y que la salida no sea la droga o la muerte a manos de la policía o de las bandas narco”.
Esta jornada forma parte del plan de lucha por Tierra, Techo y Trabajo, de la CCC, la CTEP y Barrios de Pie, que con la histórica movilización de Liniers a Plaza de Mayo marcó un camino de unidad en las calles. Hoy se convoca a realizarla nuevamente y participar de forma masiva porque el hambre sigue creciendo y el gobierno ajustando. El coordinador de desocupados de la CCC, Juan Carlos Alderete, expresó que “si no cumplen con la ley de Emergencia Social vamos a un conflicto duro, hoy en muchas provincias se hizo una jornada por la emergencia alimentaria, y está planteada la marcha el 7 de agosto, que en Capital Federal, va a ser de San Cayetano a la Plaza de Mayo, y el 22 vamos a participar de la jornada que convoca la CGT”.