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09 de agosto de 2017

Decenas de miles marcharon el lunes 7 desde Liniers hasta la Plaza de Mayo convocados por la  CTEP, Barrios de Pie y la CCC reclamando la ejecución completa de la ley de emergencia social, y repudiar la política de hambre, ajuste y entrega de Macri.

El hambre no espera

Multitudinaria marcha de Liniers a Plaza de Mayo

 

 
La contundente marcha y el acto, que los organizadores estiman en 200 mil personas, que desbordaron la Plaza de Mayo con decenas de miles de personas se gestó en los barrios de la hambruna del Gran Buenos Aires y la Capital Federal. Hambruna que ha crecido producto de las políticas del gobierno macrista, que está profundizando todos los males de los sectores populares. Esta gigantesca movilización es continuidad de la realizada hace exactamente un año, que significó el comienzo de un plan de lucha que le arrancó al gobierno la sanción de la Ley de Emergencia Social, con acuerdo de todas las bancadas del Congreso.
En las barriadas desde hace días miles de compañeras y compañeros prepararon todo para garantizar la inmensa movilización: banderas, chalecos, comida, movilidad, seguridad, etc. El inmenso protagonismo de los sectores más empobrecidos volvió a mostrar su gran capacidad de lucha. En el arranque en Liniers varios dirigentes de distintos barrios contaban que la mayoría quiso hacer los 12 kilómetros de marcha, pese al esfuerzo que implicó. Un vez más, como en los grandes acontecimientos políticos de nuestra historia cercana, los más pobres entraron a la Capital Federal a denunciar esta política. 
A la marcha y el acto posterior en Plaza de Mayo se sumaron gran cantidad de sectores con sus dirigentes: estaban la CGT y las CTA, ATE, la Federación Nacional Campesina, estudiantes secundarios y universitarios, el Movimiento Ni un Pibe Menos Por la Droga, así como partidos y frentes políticos, entre ellos el PTP, el PCR, la lista Ahora Buenos Aires en Ciudadanía Porteña, y el Frente Socialista y Popular bonaerense. Desde Liniers marcharon sectores de la Iglesia como los Misioneros de Francisco.
Esta marcha se replicó en distintos lugares del interior. Entre ellos Posadas (Misiones), Rosario (Santa Fe), Bahía Blanca (Buenos Aires), Salta, Santa Rosa, Gral. Pico, Rancul y Realicó (La Pampa), Comodoro Rivadavia (Chubut), San Juan y otros.
 
En Plaza de Mayo
Tras varias horas de marcha, durante las que la columna se fue agigantando, la cabecera llegó a la Plaza de Mayo, que ya se encontraba colmada con miles y miles venidos desde todos los rincones del Gran Buenos Aires y de los barrios más pobres de la ciudad porteña. Con una gran ovación fue saludada la llegada unitaria de las tres organizaciones, y cuando sus principales dirigentes subieron al palco. 
El primero de los oradores fue Daniel “Chucky” Menéndez, de Barrios de Pie, quien resaltó la solidaridad de los marchantes con los trabajadores despedidos de Pepsico, y reclamó la inmediata aparición con vida de Santiago Maldonado. Remarcó Menéndez la importancia de conseguir la aprobación de una Ley de Emergencia Alimentaria, describiendo el gran crecimiento de comedores y copas de leche en los barrios.
Luego habló el compañero Juan Carlos Alderete, coordinador del Movimiento de Desocupados de la CCC y candidato a diputados provincial en la lista del Frente Socialista y Popular bonaerense (ver aparte).   Cerró el acto Esteban “Gringo” Castro, por la CTEP, quien desarrolló cada una de las consignas convocantes de la marcha: Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo. Tomó el ejemplo de solidaridad de clase de los comedores populares para reiterar el reclamo de una ley de emergencia alimentaria. Dijo que no puede haber paz sin justicia social. Reclamó una “reparación histórica” para los pequeños agricultores; la urbanización de villas y asentamientos populares y la Plena implementación de la Ley de Emergencia Social. Castro convocó finalmente a movilizarse el 22 de agosto junto a la CGT.