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02 de octubre de 2010

La muerte de Rosa Molina y 15 originarios chaqueños muestra lo que ocurre en todo el país. La inflación K aumenta el hambre, y es un robo a los salarios, que engorda los bolsillos de los monopolios, los terratenientes y el Estado.

El hambre y la inflación K, matan

Anticipo Hoy edición 1186

1. El hambre K mata
Murió Rosa Molina, la mujer toba de 56 años que pesaba 24 kilos. Vivía en el barrio Cacique Pelayo de la localidad chaqueña de Fontana, y falleció por “problemas derivados de su desnutrición”. ¡Qué forma hija de perra para no pronunciar esa palabra maldita que no existe para el gobierno K: hambre!
Con Rosa suman 15 los originarios chaqueños “reconocidos” que han muerto este año por la misma causa. ¿Cuántos son los “reconocidos” o “no reconocidos”, en todo el norte y el sur? ¿Cuántos originarios y criollos “se llevó” el hambre K en los barrios populares de las grandes ciudades? ¿Cuántos niños arrastrarán toda su vida, su corta vida, las secuelas del hambre K?
Quienes denuncian el hambre K, como los Desocupados de la CCC y el MTD Aníbal Verón acampando en la Plaza de Mayo, no son recibidos por los funcionarios que hacen campaña electoral por CK en Nueva York. Para los que sufren y denuncian el hambre, la única respuesta de este gobierno fueron cientos de policías armados, en medio de la noche, para sacarlos de la Plaza.
¡El hambre no existe!, es la orden K. No existe por las buenas o por las malas. La muerte de Rosa Molina tampoco existe. No existió ni para el presidente ni para su señora-candidata. Ni existió para los otros candidatos del sistema.
Lo que gastaron los K en Nueva York alcanzaba para paliar el hambre de los tobas. Pero las Rosa Molina no cuentan para los K.

2. Inflación desbocada
“En la Argentina no existe la inflación”, dijo Alberto Fernández, el jefe del gabinete K. Ni Néstor ni CK hablaron de la inflación en su viaje. El jueves 4, el IndeK anunciará la cifra inventada en la oficina presidencial.
El tomate aumentó el 30%, la papa el 20%, el aceite el 7%, las harinas el 15% (arrastrando a los fideos y el pan). Mendoza anunció que en esa provincia la carestía subió en septiembre el 3,1%; pero el gobierno K la “corrigió”, decidió que había sido solo del 1,5%.
Con esos índices K truchos el gobierno establece la “línea de pobreza” y de “indigencia”, para que los discursos de CK digan cuánto mejor estamos gracias a ellos. Según la línea de pobreza K, el pueblo paga alquileres (o cuotas de un crédito para comprar una casa) de $ 38. Leyó bien: treinta y ocho pesos. ¿Cobran $ 38 Néstor y CK a los inquilinos de sus 40 propiedades en Santa Cruz? No. En la Villa de Retiro de la Capital Federal, por una pieza se paga de $ 200 para arriba. 

Hambre y palos
Los precios de muchos productos ya incluyen “lo que se espera de inflación”. La inflación K ha comenzado a realimentarse a si misma, a indexarse. Las patronales fijan los precios calculando entre el 20 y el 30% anual.
Los aumentos de salarios pactados con el techo salarial del 16% ya fueron devorados por la carestía. Los de los estatales, que nunca se recuperaron del hachazo de la devaluación, están totalmente por debajo de la línea real de pobreza. Lo mismo sucede con las jubilaciones y pensiones, y con los sueldos de los que trabajan en negro. Las changas no dan ni para comer.
El problema del hambre, de los salarios y las jubilaciones, con el estallido de la inflación, está creando un polvorín en las masas populares.
El gobierno lo sabe y le teme. Por eso CK dice que va a impulsar “un pacto social”, para comprimir los reclamos salariales. Ya le dieron $ 50 millones a los jerarcas sindicales para la “caja” de las obras sociales, para que frenen los reclamos que vienen desde abajo.
Para frenar lo que brota desde abajo vienen las amenazas de intervención a sindicatos combativos como el SAT de Salta y los desafueros de delegados como en el Subte. Para eso activan la judicialización de la protesta social, como con los juicios a Amancay Ardura, Fredy Mariño y Marcelo Martínez, a los trabajadores del Hospital Francés, y a Horacio Catena, Raúl Arce y Toledo.
Para eso aplican la ley de terrorismo de Estado a los presos políticos, la Corte Suprema da “facilidades” para los allanamientos, y el gobierno aumenta la plata para la SIDE. El presupuesto de la SIDE aumentó de $ 138 millones en el 2003 a $ 388 millones para el 2008. El jefe de los espías, si gana CK, sería Juan Manuel Abal Medina, el mismo que fue contratado por el gobierno reaccionario del PRI en México como “asesor contra la subversión”, y fue acusado de organizar la represión a las organizaciones populares, particularmente, a los indígenas.

3. Los K: traidores y “no gratos”
“La fábrica [Botnia] está ahí y no hay nada que hacer”, dijo Néstor Kirchner en Nueva York, poniendo al denudo la mentira con la que encubrió su política estos años. Lo único que le importó al gobierno, fue negociar con Tabaré Vázquez que postergue la puesta en producción de Botnia para después de las elecciones de octubre. La población de Gualeguaychú cortó la ruta 14 y realizó allí una asamblea declarando a Néstor y CK “personas no gratas”.
El envenenamiento que provocan las pasteras, las mineras, plantas como Aluar, etc., junto a la falta de redes de agua potable y cloacas, y el estado de coma del sistema sanitario público, son una bomba de tiempo sanitaria para el pueblo. Han reaparecido todas las enfermedades que tienen su caldo de cultivo en el hambre y la pobreza.
La mentira ambiental K ha quedado al desnudo. La población entrerriana, movilizaciones como la de los autoconvocados de la salud de la Capital Federal y el Conurbano bonaerense, con el apoyo de la CCC, contra la Barrick en San Juan, etc., están diciendo ¡Basta! Los carteles de propaganda kirchnerista de Gualeguaychú están cruzados por otros que dicen: Botnia = traición K”.
También califican públicamente a los K de “traidores”, sectores populares que creyeron el discurso K, en Santa Cruz o en el movimiento del petróleo, y se ven estafados por la corrupción (hay más de 100 funcionarios a los que la justicia debiera investigar y cajonea los juicios), la entrega como los contratos con Pan American, la represión y el matonaje, etc.

4. Los miedos K
¿A qué le teme Kirchner? Esto es lo que trasciende:
1. Al desboque de la lucha salarial, como ya señalamos. También, a la lucha contra el hambre, por jubilaciones, por la tierra, la educación, la salud; la de los movimientos ambientalistas, democrático, por la recuperación del patrimonio nacional, etc. A la rebeldía del movimiento de mujeres, que ultima los preparativos para su gran Encuentro Nacional en Córdoba; y a la de los jóvenes.
2. A la segunda vuelta electoral en octubre. Las encuestas de la prensa “opositora” dan a CK en el borde (La Nación) o forzado al ballotage (Perfil), aunque muy por encima de sus rivales dentro del sistema. Las oficiales la dan ganadora, pero temen “sorpresas” como las de Santa Fe y Córdoba.
3. A la masiva oposición y el estado deliberativo de las Fuerzas Armadas. Muchas policías están partidas, o sin control. El kirchnerismo confiaba en la Gendarmería, pero “lo sorprendió” el baleamiento de una periodista  en Caleta Olivia. Antes “lo sorprendió” el secuestro de Julio López, y lo volvió “a sorprender” el reciente secuestro, por varias horas, de una testigo “protegida” de los juicios contra genocidas de la dictadura.
La relación del grupo K con los capitales ingleses es tan fuerte, que Kirchner solo se atrevió a “protestar”, en las Naciones Unidas, frente a la provocación de los ingleses de extender su “soberanía” en la plataforma de Malvinas. La situación exigía, para empezar, llevar a votación la denuncia en la Asamblea General de la ONU. Esa política humillante con los ingleses genera una contradicción antagónica con las corrientes militares patrióticas que tienen como bandera haber enfrentado con las armas al imperialismo inglés, o que rescatan el nacionalismo militar peronista.

5. La clave para avanzar
Entramos en la recta final hacia las elecciones de octubre. El desgaste del gobierno es harto visible. Pero sus opositores dentro del sistema no enamoran.
Ya no se pueden ocultar hechos como el fraude en Córdoba y la decisión de repudiarlo con el voto en blanco, el pronunciamiento de Gualeguaychú por el voto verde, el del acampe de los Desocupados de la Corriente y el MTD Aníbal Verón por el voto en blanco, nulo o la abstención, junto a las campañas con estas posiciones del PCR y otras fuerzas sociales y políticas.
La clave, de fondo, de estas elecciones, va a ser la masividad que alcance el voto en blanco, nulo y la abstención. Esto dependerá, en definitiva, de la voluntad y decisión de las fuerzas sociales y políticas, para empalmar con el descontento generalizado y los profundos brotes de rebeldía y bronca populares. Dependerá, también, de la voluntad y decisión de esas fuerzas para coordinar iniciativas que las instalen como un núcleo firme de oposición a la política kirchnerista, que no abra compuertas a los otros candidatos del sistema, ni se ilusione con candidaturas testimoniales.
Sobre esa base se podrán reagrupar, luego de las elecciones y cualquiera sea su resultado, al conjunto de las fuerzas populares, para terciar en las grandes tormentas que se avecinan. Imponiendo en el centro de la política nacional la agenda de la lucha contra el hambre, por salarios de acuerdo a la canasta familiar, la educación, la salud, el techo, la tierra, la libertad, la recuperación del patrimonio entregado y la independencia nacional. Y creando las condiciones para pasar en limpio el borrador del Argentinazo, conquistando un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático.