Los revolucionarios de aquella época como el Gral. Belgrano, al mando del Ejército del norte, organizaron al conjunto del pueblo y no dudaron en enfrentar la dominación extranjera, cueste lo que cueste. Incluso desobedeciendo las órdenes de Buenos Aires que le exigían bajar a Montevideo para combatir a Artigas o cuando le ordenaban deshacerse de la bandera creada recientemente y seguir usando los símbolos de la Monarquía española.
El conjunto del pueblo participó fervientemente, perdiendo lo poco que tenían. A la oligarquía regional, Belgrano no les dejó otra alternativa: o quemaban todo y se plegaban al Éxodo, o los fusilaba.
A diferencia de estos patriotas el gobierno de los K. vacía el contenido revolucionario de nuestra historia y lo desvinculan de su política presente, que lejos de ser nacional y popular, profundiza la dependencia con:
• El saqueo de nuestras tierras y recursos naturales garantizando a las empresas mineras contaminantes, grandes beneficios como el veto a la ley de Glaciares.
• Paga la deuda externa ilegitima y fraudulenta a costa del pueblo. Con salarios que día a día se como la inflación, profundizando el hambre y la desocupación y negándose a pagar el 82% móvil a los jubilados.
• El canje de la deuda con el banco ingles Banklays, principal accionista de la empresa petrolera que roba nuestros recursos naturales en las Malvinas
• La desaparecieron 70.000 pequeños productores y el aumento de la concentración y extranjerización de la tierra.
• La aprobación de la ley Antiterrorista pedida por Bush, el procesamiento a los luchadores populares y la impunidad en casos como el de Cuellar, Ibañez, de Libertador, Santillan, Kostequi, Fuentealba, los jóvenes de Bariloche. También la desaparición de Julio López.
El gobierno, como en el bicentenario de la Revolución de Mayo, montó una fiesta para intentar apropiarse del sentimiento patriótico del pueblo.
El PCR y la JCR de Jujuy acompañó la conmemoración de esta fecha tan importante para el pueblo y para los revolucionarios y por medio de la distribución de 5.000 volantes, pintadas y pegatina salió a expresar su repudio a esta política.
Horas después se difundió en la radio la molestia que causaban estos afiches por lo el gobierno provincial le ordenó a la policía que despegara los afiche.
El Éxodo Jujeño, a pesar del uso que le quiera dar este gobierno, seguirá siendo un claro ejemplo del protagonismo y el heroísmo de las masas originarias y campesinas, mestizas y criollas en las luchas para alcanzar una segunda y definitiva independencia.
Corresponsal
