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12 de diciembre de 2012

El hoy como instrumento para avanzar

Hoy 1449 / Palabras del director de nuestro semanario, Eugenio Gastiazoro, en el picnic de la prensa revolucionaria

Amigas, amigos, camaradas.
Nuevamente nos encontramos en esta gran fiesta anual de nuestros periódicos hoy y Chispa, órganos de los comités centrales de nuestro Partido Comunista Revolucionario y de nuestra Juventud Comunista Revolucionaria, en cuyo nombre agradecemos la presencia y protagonismo de todos ustedes que han hecho posible esta hermosa jornada, de innegable trascendencia política.

Amigas, amigos, camaradas.
Nuevamente nos encontramos en esta gran fiesta anual de nuestros periódicos hoy y Chispa, órganos de los comités centrales de nuestro Partido Comunista Revolucionario y de nuestra Juventud Comunista Revolucionaria, en cuyo nombre agradecemos la presencia y protagonismo de todos ustedes que han hecho posible esta hermosa jornada, de innegable trascendencia política.
Este año ha sido un año muy movido en política, un año clave en el desenmascaramiento de la política del gobierno kirchnerista, que dice una cosa y hace otra, que hablando de que es “nacional y popular” descarga la crisis sobre los trabajadores y el pueblo, a través de la inflación y los ajustes, mientras se siguen llenando los bolsillos los monopolios imperialistas de la exportación de granos, las corporaciones mineras saqueantes, los grandes bancos, los usureros imperialistas y los grupos económicos amigos del gobierno.
Con el 54% de los votos, la presidenta Cristina Fernández creyó que podía hacer lo que quisiera. Pero no era para esto que la mayoría de los sectores populares la votó, sino porque pensó que la Señora Fernández iba a aplicar una política que descargara la crisis sobre los que se la “llevan con pala”, como ella misma decía. Pero al otro día de las elecciones ya comenzó a mostrar la hilacha, hablando de “sintonía fina” y de “readecuaciones” que no ponían el centro en golpear a los verdaderos beneficiarios del “modelo” sino en emparejar hacia abajo a los sectores medios y populares, descargando el ajuste con la inflación y el impuesto a las ganancias a sectores cada vez más amplios de trabajadores y obligando a las provincias y municipalidades a “readecuarse”, etc. Pero, ya el 27 de diciembre se produjo el primer estallido popular, en Santa Cruz, la provincia supuestamente mimada de la Presidenta.
Vinieron luego las heroicas jornadas en Famatina y toda la provincia de La Rioja, que se extendieron a Catamarca y toda la región cordillerana hasta Esquel, poniendo al desnudo la política saqueadora y contaminante de los monopolios imperialistas asociados al gobierno kirchnerista y sus gobernadores provinciales. Y vino el trágico 22 de febrero, con el accidente ferroviario en Once, que mostró con toda su crudeza que este “modelo” de saqueo y corrupción, ¡mata! Así los hechos fueron mostrando la creciente distancia entre el discurso y la realidad.
Desde entonces fueron numerosas las jornadas de movilización y de lucha que protagonizó el movimiento obrero y popular y demás sectores patrióticos y democráticos. Entre otras, en la lucha por romper el tope salarial del 18% en las paritarias, el 24 de marzo y las anteriores y posteriores movilizaciones contra la llamada ley antiterrorista y la criminalización de la protesta social, el 2 de Abril contra la usurpación inglesa de nuestras Malvinas e islas del Atlántico Sur, la jornada nacional activa del 8 de junio convocado por la CTA, con la adhesión de la CCC, Barrios de Pie y demás organizaciones, la confluencia en el acto de la CGT en Plaza de Mayo el 27 de junio, etc., etc. Pasos, que han sido hitos en el reagrupamiento social y político de las fuerzas obreras y populares, patrióticas y democráticas, para abrirle la mano a la política del gobierno kirchnerista que, con la inflación, los ajustes y la represión pretende seguir descargando la crisis sobre la clase obrera y demás sectores populares, para que se sigan beneficiando los que se la “llevan con pala”.
Este fue el trasfondo en el que comenzaron a volver las cacerolas, con una convocatoria ampliada a través de las llamadas redes sociales en la noche del 13 de septiembre, que hizo fracasar al gobierno en su intento de contraponer la protesta de las clases medias con el movimiento obrero y popular, atribuyendo todo a una conspiración del grupo Clarín. Y así vino el paro y movilización del 10 de octubre contra el ajuste convocado con un programa propio por la CTA, CCC, Barrios de Pie, Teresa Vive, FAA, FUA, Pueblos Originarios en lucha y Federación Nacional Campesina, en cuyo acto en Plaza de Mayo confluyeron el Sindicato de Camioneros y otros gremios de la CGT.
En tanto a comienzos de octubre se había producido el reclamo salarial de los prefectos y gendarmes que duró más de una semana y, del 6 al 8 de octubre habían confluido en Misiones miles de mujeres de todo el país, en el 27 Encuentro Nacional de Mujeres, que marcó un nuevo hito en su lucha contra todas las formas en que se manifiesta su doble opresión en esta sociedad y a los que no da respuesta el gobierno kirchnerista: la violencia sexual y doméstica, el femicidio, la penalización del aborto, la trata y la prostitución, el paco y la droga, el gatillo fácil y la inseguridad, etc., etc.
Así llegamos al histórico noviembre pasado, con el cacerolazo del 8 que mostró la magnitud y extensión del descontento en todo el país, no solo de las capas medias altas como dice el gobierno sino también de las capas medias bajas, fundamentalmente asalariadas, y que contó con una gran simpatía e incluso participación de sectores obreros y populares. Lo que potenció el paro nacional activo del 20 de noviembre, ahora convocado por las dos centrales obreras, la CGT y la CTA, y las organizaciones campesinas, originarias, estudiantiles y sociales convocantes de la jornada del 10 de octubre, convirtiéndolo en el primer paro general contra la política del gobierno kirchnerista.
Al mismo tiempo, al gobierno kirchnerista comenzó a quemarle las manos el legado de sus propios canjes de bonos con los usureros imperialistas, de la deuda externa ilegítima y fraudulenta heredada de la dictadura y el menemismo que no investigó, e hizo manteniendo su jurisdicción en los tribunales de Nueva York y pagando religiosamente los bonos a los grandes bancos que armaron esa renegociación. Pues, amparándose en ese reconocimiento de la deuda ilegítima y fraudulenta, los fondos buitres y demás tenedores de títulos que no entraron en el canje iniciaron largos juicios que irrumpieron con el embargo de la fragata Libertad en Ghana y el fallo de una cámara norteamericana, cuya jurisdicción había sido convalidada en el canje kirchnerista. A lo que se suman los reclamos de monopolios imperialistas con juicios en un tribunal del Banco Mundial, al que tampoco nunca recusó el gobierno kirchnerista y cuyo pago exigió el propio presidente Obama a la presidenta Fernández en persona. Y ni qué decir de la deuda con el Club de París que la Presidenta sigue reconociendo pese a haber sido iniciada por la dictadura genocida.
Llegamos así a este diciembre de 2012, con la cuestión social agravada por la política inflacionaria de ajuste y la nación nuevamente agredida por el ataque de los usureros imperialistas, pero también con una disposición de combate y de reagrupamiento para el combate de las fuerzas obreras, campesinas, estudiantiles, populares, patrióticas y democráticas, como lo mostraron las jornadas del 8 y 20 de noviembre.
El relato kirchnerista pretende seguir embarcándonos en falsas polarizaciones, ahora a la “corporación mediática” (Clarín) ha sumado la “corporación judicial” y a los fondos buitres ha sumado los abogados “caranchos”, sin hacerse cargo de que si existen algunos “caranchos” es porque niega el justo reclamo de los jubilados y quiere hacer pasar el despojo a los trabajadores que significa su nueva ley sobre Riesgos de Trabajo, la apropiación de sus fondos en las Obras Sociales y el mínimo no imponible sobre sus salarios. Todo el que haga juicio por algo de esto, ahora es “carancho”.
Denunciando este relato, debemos afirmarnos en el reagrupamiento de fuerzas y la unidad de acción, con los puntos programáticos del 10 de octubre y el 20 de noviembre. La jornada convocada por la CGT y la CTA para el 19 de diciembre, a once años de las históricas jornadas del Argentinazo, será decisiva para avanzar en la lucha por abrirle la mano al gobierno kirchnerista y estar así en mejores condiciones de enfrentar la prepotencia de los imperialistas. Para lo que es clave también en esta lucha, extender el despliegue de la campaña por lograr la personería electoral del PTP, nacional, provincial y localmente, engrandeciendo y fortaleciendo al PCR y la JCR, tareas en la que nuestros periódicos, el hoy y la Chispa, son instrumentos indispensables para avanzar en la relación política con los movimientos de masas y para organizar y ayudar al debate colectivo de la vanguardia.
Muchas gracias