El latifundio
La principal herencia que nos dejó la colonia española fue la grande y a veces enorme propiedad territorial, el monocultivo y la dependencia del mercado exterior. El latifundio es la principal supervivencia precapitalista en las relaciones de producción de nuestro país. Es una herencia de la colonia y del feudalismo que la corona española introdujo aquí. La guerra de la independencia dejó en pie el latifundio inmenso. Latifundio que luego se extendió con el saqueo de las tierras públicas. El último gran reparto –saqueo– de la tierra pública lo hizo la llamada Revolución Libertadora por el Decreto-Ley 14.577 de 1956, que acabó con las tierras fiscales de mejor calidad. Desde el Río Colorado a Tierra del Fuego las mejores tierras prácticamente se regalaron.
La bandera roja
La bandera roja era empleada en tiempos de agitación social para prevenir que sería aplicada la ley marcial. El 10 de agosto de 1792 ella se convirtió en el símbolo revolucionario para proclamar la ley marcial del pueblo contra los rebeldes del poder ejecutivo. Georges Sorel, sindicalista revolucionario, en Reflexiones sobre la violencia.
La línea de masas
Para mantenernos vinculados con las masas, debemos actuar de acuerdo con sus necesidades y deseos. En todo trabajo que se realice para las masas, se requiere partir de sus necesidades y no del buen deseo de un individuo. Sucede con frecuencia que objetivamente las masas necesitan un cambio determinado, pero que subjetivamente no tienen todavía conciencia de esa necesidad y no están dispuestas o decididas a realizarlo. En tales circunstancias, debemos esperar con paciencia. No debemos realizar el cambio hasta que, por efecto de nuestro trabajo, la mayor parte de las masas hayan adquirido conciencia de la necesidad de ese cambio y tengan el deseo y la decisión de hacerlo. De otro modo nos aislaremos de las masas. Todo trabajo que requiera la participación de las masas resultará ser una mera formalidad y terminará en el fracaso si las masas no están conscientes de la necesidad de ese trabajo ni se muestran dispuestas a participar en él. (…) He aquí dos principios: uno, las necesidades reales de las masas y no necesidades imaginadas por nosotros, y el otro, el deseo de las masas y la decisión que toman ellas mismas y no las que tomemos nosotros en su lugar.” Mao Tsetung: “El frente único en el trabajo cultural”. O. E. t. III.
hoy N° 2027 18/09/2024