El reparto de la tierra pública en los ex territorios nacionales comenzó con la ley 269 y se consumó con nueve leyes generales, cincuenta y una especiales y siete decretos del Poder Ejecutivo. De una superficie de 119.240.600 hectáreas, excluidos los lagos, las más ricas y mejor situadas, fueron enajenadas a precio vil o directamente donadas a unas 1.800 personas.
02 de octubre de 2010