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26 de julio de 2023

Buscan retroceder 200 años e ilegalizar la organización gremial

El macrismo quiere terminar con los derechos laborales

Conversamos con Verónica Quinteros y Fernando Almejún, compañeros abogados de Liberpueblo, sobre los proyectos del macrismo de “reforma laboral”.

Quinteros comienza diciendo: “Si hablamos de los candidatos de Juntos por el Cambio, en este aspecto lo que tienen son matices de diferencias. Los dos proponen reforma laboral. Cuando se habla de reforma laboral, siempre lo hacen las clases dominantes. Los trabajadores nunca hablan de reforma laboral,

“Desde la dictadura de 1976 para acá las reformas siempre han sido en perjuicio de los trabajadores, no hubo una sola reforma a favor. Hubo, en algunos períodos, la recuperación de algunos artículos de la Ley de Contrato de Trabajo del 74. Cuando hablamos de reforma laboral hablamos de quita de derechos.

“A grandes rasgos, ellos tienen dos ofensivas. Una sobre los derechos individuales, es decir dejar sin efecto muchos de los de los derechos que están en la Ley de Contrato de Trabajo, por ejemplo, en cuanto a la indemnización por despido. En la Argentina hay un sistema en donde podés despedir a alguien pagándole una indemnización, lo podés despedir sin causas y eso es una cuestión que se ha discutido mucho en cuando se hizo la Ley de Contrato de Trabajo de 1974, en un contexto de pleno empleo. Se le daba mucho valor a lo que regulaban los sindicatos en la negociación colectiva. Muchos convenios colectivos de trabajo preveían la estabilidad. Luego vino toda la ofensiva patronal con la dictadura y esto se perdió, y quedó la Ley de Contrato de Trabajo con un sistema que permite el despido sin causa.

“¿A qué quieren ir el sector de Bullrich, y también el de Larreta, aunque tienen matices? Quieren establecer un “fondo de cese laboral”, es decir un sistema similar al que tiene el gremio de la construcción. Sin indemnización por despido. Que haya una cuenta en donde se va depositando una suma de dinero y que al final de la relación de trabajo, o sea, cuando quiera el empleador, vos te vayas con ese ese fondo.

“Otro de los grandes temas de los proyectos macristas es, con la excusa de la gran informalidad del mercado de trabajo en nuestro país, desmantelar el sistema actual de multas, lo que los abogados llamamos “indemnización agravada”, por el que el empleador, si despide a un trabajador que está sin la debida registración laboral tiene que pagarle más dinero. Ya hubo experiencias similares en la Argentina, que no generaron ningún puesto de trabajo.

“Plantean la falsa contradicción de que el problema de que haya poco empleo, o de la informalidad tiene que ver con las leyes laborales y no con las políticas económicas. Ni en Argentina ni en ninguna parte del mundo el desmantelamiento del derecho al trabajo generó más empleo. Esto está estudiado. No hay un solo caso un solo país en donde a menor derecho, más empleo.

“Esta reforma tiene otro aspecto, que es extender el período de prueba a un año, en el que el trabajador no tendría ningún tipo de indemnización en caso de despido.

 

Quieren desmantelar el sindicalismo

“El gran objetivo que tienen estos sectores, si vuelven a ser gobierno, es desmantelar el sindicalismo en la Argentina. Desmantelar todas las leyes colectivas de trabajo. Porque hoy el movimiento sindical argentino tiene tres patas: ser reconocidos como sujeto de derecho, lo que tiene mucha importancia en las leyes, desde la Constitución hasta la Ley de Asociaciones Sindicales, que le da un poder muy importante, para la huelga y para la negociación colectiva. Los trabajadores, a través de la negociación colectiva, pueden generar leyes, y pueden recuperar una parte de la plusvalía.

“Tienen como objetivo desmantelar la huelga como derecho de las y los trabajadores. Para eso vienen implementando lo que llamamos criminalización de la protesta social, es decir que los problemas de los trabajadores no se resuelvan en instancias laborales sino penales. Y de ese modo desmantelar a las direcciones e imposibilitar que los trabajadores y las trabajadoras tengan direcciones en el conflicto.

“Por ejemplo, Patricia Bullrich hace campaña con haber metido presos a dos dirigentes del gremio de Camioneros en San Nicolás. Quieren que la organización de los trabajadores sea ilegal, como pasaba hace 200 o 300 años atrás. Para ellos, la coalición de trabajadores es por sí peligrosa, con lo cual pasás de ser un sujeto derecho a ser un sujeto delictivo. Quieren eliminar lo que se logró con mucha lucha.

En este sentido, está la experiencia de un sector del empresariado que armó una organización que se jacta de perseguir a los sindicalistas, el “Movimiento Empresarial Antibloqueo (MEAB)”, a los que la Inspección General de Justicia les rechazó la personería jurídica porque consideró que tiene un objeto ilícito. Este MEAB dice abiertamente que uno de sus objetivos es iniciar denuncias penales ante una huelga, es decir perseguir al que lucha, al que ejerce el derecho de huelga.

Esto viene de la historia, y en las clases damos ejemplos de la etapa en la que estaban prohibidas las huelgas, con leyes y edictos que vienen de la Revolución Francesa, que prohibían la asociación gremial con el argumento de que el empresario y el trabajador son iguales ante la ley, y si los trabajadores se asocian hacen competencia desleal. Efectivamente, para los intereses de los patrones esta asociación era peligrosa, era un delito. Hoy quieren volver a esto. Retroceder 200 años atrás.

 

“Cuanto más débil es la organización sindical, menos posibilidades tienen las y los trabajadores de reclamar”

“Quieren desmantelar el derecho colectivo del trabajo, que es el único que garantiza los derechos individuales del trabajador, asegura la abogada de Liberpueblo. Cuanto más débil es la organización sindical, menos posibilidades tienen las y los trabajadores de reclamar que se respeten los horarios y condiciones de trabajo, pelear por aumento salarial, etc.”.

Verónica nos decía que, en lo que hace a los trabajadores rurales y a las empleadas en casas de familia “arrancamos de más atrás con relación a sus derechos. Si bien no tenemos los derechos conquistados por los trabajadores de los grandes gremios industriales, Argentina tiene estatutos para estos sectores que reconocen derechos que tienen en pocas partes del mundo. En países como Honduras, a las empleadas domésticas hasta les cambian el nombre. En los sectores agrarios hubo experiencias muy combativas en otros momentos, y hoy sus direcciones no lo son, por eso también pierden derechos”.

Almejún agrega que “hay un tema con la justicia del trabajo. Si bien el 95% de los casos judiciales que llegan son despidos, y ya estás fuera de la puja distributiva, quieren que la justicia del trabajo sea palabra muerta. Las grandes empresas están estirando los juicios laborales, que en promedio duran cinco años, y no quieren pagar intereses sobre los montos indemnizatorios. Ni siquiera quieren pagar las actualizaciones. Es parte del objetivo de desmantelar la justicia del trabajo, que fue una conquista de los trabajadores”.

Verónica recuerda que cuando se crea la justicia del trabajo, en tiempos del primer gobierno de Perón, “la Corte Suprema no les quiso tomar juramento a los jueces porque los consideraba un fuero inferior”.

 

La reforma laboral siempre ha sido un objetivo de las clases dominantes

Quinteros afirma que “tanto la reforma laboral como el desmantelamiento de la representación sindical ha sido un objetivo permanente de las clases dominantes. Esto se ve en lo salvaje que fue la dictadura con los trabajadores y sus representantes. Siempre las clases dominantes necesitan eliminar derechos, y esto depende de la correlación de fuerzas, y los auges de lucha en cada momento. Argentina, por lo que fue el peronismo en materia de derechos laborales, es muy de avanzada, con relación a las normas conquistadas.

“Hoy están decididos en avanzar contra estos derechos, y lo dicen abiertamente entendiendo que hay un contexto mundial que los favorece y mucho. Por ejemplo, en la Organización Internacional del Trabajo, en la que nosotros no creemos mucho, pero sirve para medir la temperatura de cómo viene la discusión en el mundo del trabajo, el sector empresarial viene planteando que la huelga no es un derecho reconocido por el “Convenio 87”. Es decir que hay un contexto internacional para esta embestida contra los derechos laborales.

“Para las clases dominantes es un problema que los trabajadores estén organizados, porque está claro que las y los trabajadores son los que generan la riqueza.

“Estos sectores vienen con el objetivo de desmantelar todos los derechos. Algunos te dicen que para qué te horrorizás tanto, si vivimos con una inflación que no se aguanta, hay despidos de hecho, una informalidad laboral del 50%, etc. A las clases dominantes no les alcanza con eso. Tienen que modificar el derecho. Con la dictadura a la Ley de Contrato de Trabajo se le sacaron aproximadamente 99 artículos de los más importantes. Hoy, más de cuarenta años después, no los pudimos recuperar todos.

“Y en estas elecciones, además de la presidencia, están en juego muchas bancas en el Congreso. Si el macrismo consigue un resultado muy favorable, por lo que se ve en algunas elecciones provinciales, podrían tener mayoría y avanzar con estos objetivos”, alerta Quinteros.

 

Hoy N° 1971 26/07/2023