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09 de agosto de 2023

Patricia Bullrich habló de militares “injustamente presos”

El macrismo usa Malvinas para encubrir genocidas

Después de los gobiernos de Menem, el de Macri fue el más anti Malvinas de todos. Bullrich integró esa administración que reivindica sin tapujos.

Recordemos. Macri viajó, en enero de 2016, al Foro Empresario de Davos y se reunió con el entonces primer ministro británico Cameron. Luego de la entrevista, dijo que mantuvo una “muy linda reunión” y explicó que el objetivo de su gestión era iniciar “una relación en la cual se pongan todos los temas bajo un mismo paraguas”. El paraguas al que se refirió Macri es el que se estableció en los Acuerdos de Madrid I y II, negociados por Alfonsín-Caputo y firmados por Menem-Cavallo. En esos Acuerdos se adoptó el “paraguas de soberanía” –propuesta británica aceptada por Videla y Martínez de Hoz en 1976–, por lo cual, se puede conversar sobre cualquier tema, menos el de la soberanía argentina.

Cuando asumió Theresa May como primera ministra, envió a Macri una carta planteando todas las exigencias inglesas en relación con Malvinas. Todos sus pedidos fueron aceptados. Esto cristalizó en los llamados “Acuerdos Foradori-Duncan”, los que, luego de los de Madrid, fueron la más vergonzosa claudicación nacional ante el colonialismo británico. El Acuerdo Foradori-Duncan fue derogado por el gobierno del Frente de Todos.

Nunca está de más recordar la “carnal amistad” de Macri con Joe Lewis, ahora acusado y detenido en EEUU por diversos fraudes.

Lucas Llach, vicepresidente del Banco Central de Argentina durante el gobierno de Macri, propuso no solo regalar Malvinas, sino también Tierra del Fuego. En este combo de entrega nacional, iba el Sector Antártico Argentino, al cual, provocativamente, el Reino Unido le impuso el nombre de “Tierras de la Reina Isabel”.

El ahora candidato a Jefe de Gobierno, Martín Lousteau firmó en la Embajada de EEUU un acuerdo entre nuestro país y el Estado de Georgia (EEUU), subordinando a esa potencia imperialista la instrucción de fuerzas de seguridad argentinas. Se pasó a una vinculación directa con el Comando Sur de EEUU, que ahora comanda la generala Richardson.

Luego de ese “Acuerdo marco”, Bullrich firmó acuerdos con la DEA/CIA que complementaban los suscriptos por Lousteau. La gira en que se firmaron esos acuerdos culminó en una reunión con la cúpula del Comando Sur en Miami. Suscribieron los acuerdos los ministros Bullrich, de Seguridad, y Aguad, de Defensa, uno de los responsables del naufragio del submarino ARA San Juan, que se cobró la vida de sus 44 tripulantes.

Durante el gobierno de Macri se intentó liquidar todo progreso científico y técnico vinculado a la defensa nacional. Héctor Lostri fue el funcionario quien tuvo a su cargo este desguace. Se anularon o “freezaron”, el desarrollo de vectores, en especial el del cohete sonda Tronador, (que acaba de realizar su prueba de motores con todo éxito), y otros logros de nuestros técnicos e ingenieros.

Durante la pandemia, Bullrich, en el programa +Realidad en LN+, al hablar sobre las exigencias de la farmacéutica Pfizer, que habría pedido como garantía para cerrar el trato para la entrega de vacunas para el  Covid parte de nuestra soberanía nacional, sentenció: “Las islas Malvinas se las podríamos haber dado”.

En las elecciones en 2021 Bullrich promovió a Sabrina Ajmechet como candidata a diputada nacional (resultó electa), quien sostuvo que “la creencia en que Las Malvinas son argentinas es irracional, es sentimental”, y que “Las Malvinas no existen. Las Falkland Islands son de los kelpers”.

Días atrás, Bullrich habló en Punta Alta, donde se encuentra la Base de Puerto General Belgrano de la Armada. Allí dijo: “Muchos de los que lucharon en Malvinas (…) terminaron injustamente presos sin el reconocimiento de haber estado luchando por la patria”.

Esto es mentira. Por la guerra de Malvinas no hay militares presos. El estudio crítico de la guerra de Malvinas, se lo comparta o no, es el “Informe Rattenbach”. Sus consideraciones nunca recalaron en ningún estrado judicial. Bullrich, en verdad, se refirió a aquellos oficiales que, habiendo participado de la guerra de Malvinas, estaban claramente comprometidos por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar. Por estos crímenes es que están presos.

Ya el macrismo, Bullrich como parte de este, intentó salvar a los condenados por genocidio con el fallo de la Corte Suprema del 2×1. Una gigantesca movilización popular obligó a los tribunos a recular y anular esa vergonzosa resolución.

Usar Malvinas para encubrir los crímenes de lesa humanidad cometidos contra el pueblo argentino entre 1976-1983, es una maniobra que ensucia la causa por la soberanía de nuestros territorios usurpados. Mal pueden quienes llevaron adelante, cuando fueron gobierno, la política más anti Malvinas de los últimos tiempos, avanzaron en la destrucción del sistema de defensa nacional, que afirmaron que se puede regalar las Malvinas y todo lo que ello involucra, o que esta porción de patria no nos pertenece, pretender erigirse en defensores de la causa Malvinas y sus combatientes. La hipocresía de Bullrich solo se compara con su cinismo y su genuflexa conducta antinacional.

Escribe Alberto Cordeli

Foto: Patricia Bullrich disfrazada de cowboy en una fiesta en la embajada de EEUU 2019

Hoy N° 1973 09/08/2023