“La insurrección, para poder triunfar, no debe apoyarse en una conjura, en un partido, sino en la clase de vanguardia. Esto en primer lugar. En segundo lugar, debe apoyarse en el entusiasmo revolucionario del pueblo. Y, en tercer lugar, debe apoyarse, en el momento crítico de la historia de la creciente revolución en que sea mayor la actividad de la vanguardia del pueblo, en que sean mayores las vacilaciones en las filas de los enemigos y en las filas de los amigos débiles, inconsecuentes e indecisos de la revolución. Estas tres condiciones al plantear el problema de la insurrección son precisamente las que diferencian el marxismo y el blanquismo”.
V. I. Lenin, 13-14 (26-27) de septiembre de 1917.