La actividad tuvo como panelistas a Carlos Echagüe, director adjunto de Política y Teoría, Edgardo Reynoso de la Dirección del Cuerpo de Delegados del Sarmiento, y Amancay Ardura coordinador nacional de la Corriente Clasista y Combativa; el compañero Sergio Márquez de la zona Oeste coordinó la mesa.
La actividad tuvo como panelistas a Carlos Echagüe, director adjunto de Política y Teoría, Edgardo Reynoso de la Dirección del Cuerpo de Delegados del Sarmiento, y Amancay Ardura coordinador nacional de la Corriente Clasista y Combativa; el compañero Sergio Márquez de la zona Oeste coordinó la mesa.
Los panelistas comenzaron sus intervenciones dando la solidaridad a los compañeros del movimiento de Desocupados de la CCC de la Zona Oeste que han sufrido el robo de su sede. Y denunciaron que este hecho es parte de la tercerización de la represión, para sacar a los luchadores de las calles.
Carlos Echagüe habló sobre la importancia de una revista político-teórica para el movimiento obrero porque “no hay movimiento revolucionario sin teoría revolucionaria”. Aclaró “así como la teoría desligada de la práctica es estéril, la práctica es ciega si no está guiada por una teoría. Para nosotros la teoría revolucionaria de la clase obrera es el marxismo leninismo maoísmo”. Destacó que hace 40 años sale esta revista, y que es parte de “la lucha revolucionaria”, y cómo acompañó los procesos de lucha de la historia argentina e internacional de la clase obrera.
Sobre el N° 71 de PyT señaló que centralmente aborda las luchas obreras “desde Kraft, la democracia directa, la recuperación sindical, la lucha de Arcor, los estatales de La Pampa, bancarios, Bosch”, y publicaciones sobre el bicentenario.
Tender un puente
con los compañeros
Edgardo Reynoso comenzó agradeciendo que el PCR de la zona Oeste haya elegido ese lugar, para la charla: “Nos congratula abrirles las puertas”.
Señaló que el movimiento obrero está “en una etapa que está signado por un hecho que todos quieren cubrirlo, pero no se puede ocultar, que fue el Argentinazo”. “Del 2001 para acá quedó marcado en Argentina un estado de conmoción muy importante” y hay una “situación de conflictividad, a veces dispersa, que siempre la vemos en funcionamiento”.
Destacó que el gran desafío que tenemos hoy es “la pelea por una dirección del movimiento obrero que responda a los intereses del movimiento obrero”. Porque por estos días se ha “desnudado más el carácter traidor de este sindicalismo, y su carácter empresario”. Señaló que es un momento muy complejo donde los dirigentes tienen que “tender un puente que una lo que lo conmueve al compañero y nuestro programa político”. Y que es una responsabilidad hacer avanzar la cabeza de los compañeros hacia posiciones que disputen lo político. Destacó que tenemos que “tener las orejas más grandes que la jeta, porque necesitamos escuchar más de lo que decimos”, para comprender qué es lo que están pensando sobre el momento los compañeros.
Finalizó diciendo que estamos “bombardeados por el doble discurso, porque éste es un gobierno que baja el cuadro de Videla pero sube el cuadro del Club de París, legitima el robo de la deuda externa y eso significa ajuste y más ajuste.”
Por un centro coordinador
Amancay Ardura comenzó hablando de lo que le faltó al Argentinazo: “el grueso de la clase obrera ocupada al frente, un centro coordinador como tuvimos en la década del 90 cuando nos juntábamos CTA, CCC, MTA”. Pero recordó “no hay que olvidar que esa gran pueblada que volteó a un gobierno, la hicieron las masas en la calle en todo el país y con ese movimiento piquetero que hoy está metido en todos lados”. A este movimiento piquetero “no hay cosa que se nos escape, y nos encuentra siempre en la calle.”
También señaló que el Argentinazo nos dejó una crisis de hegemonía “donde los de abajo todavía no pueden con los de arriba pero no le dan tregua, y los de arriba se pelean entre ellos y no pueden con los de abajo. Donde las masas del pueblo descreen del consenso del Estado”.
“Hay millones que no creen en el Congreso, en la Justicia, la policía, descreen de lo que los de arriba quieren, que es el consenso para seguir sosteniendo el Estado”. Y aclaró que hoy hay “tercerización de la represión, si necesitan patota es porque su estructura de represión no les están sirviendo”.
Recordó cómo asumió Néstor Kirchner, “el más mentiroso de todos”, y la entrega que hizo durante su gestión y la de CFK: “no nos olvidemos de las 600 minas, la ley corta de petróleo, las tercerizadas, el pago de la deuda externa”, etc.
Dijo que tenemos que estar optimistas, porque tenemos condiciones, “si no recordemos las 30 mil mujeres que hicieron su Encuentro este año”, las luchas de los “petroleros, la lucha de los obreros de Terrabusi el año pasado, de los de General Motors, Paraná Metal, que frente a la crisis de producción relativa, la reacción obrera inmediata fue frenar los despidos y la pelea salarial.”
“Es posible cambiar el poder en la Argentina” finalizó Ardura, “porque los de arriba están fragmentados, están en disputa, porque existe una crisis internacional”. Pero necesitamos prepararnos, “no sólo luchando todos los días, necesitamos tener discusión teórica, política. Necesitamos una estrategia de poder, para dar vuelta los sindicatos en los lugares decisivos, para que la clase obrera pase al frente”.