Llegó el Mundial de Fútbol, y con él, inmensos negocios para las potencias imperialistas y los monopolios más allá de la alegría que trae a los futboleros de todo el mundo.
En nuestra patria lo viviremos en medio de la creciente bronca popular contra el gobierno de Macri, con la esperanza de que a nuestra selección le vaya bien, y sin descuidar la lucha frente a esta política de hambre y entrega.
Orígenes del Mundial en Rusia
La Federación de Rusia, el estado más grande del planeta, será por primera vez la anfitriona de la Copa Mundial de Fútbol. El 3 de diciembre de 2010, el Comité Ejecutivo de la FIFA eligió (en una decisión inédita) a dos sedes mundialistas simultáneamente: Rusia 2018 y Qatar 2022.
Los perdedores de ambas elecciones, Inglaterra y Estados Unidos (el propio Barack Obama la calificó como “una decisión equivocada”), contragolpearon con la investigación del FBI llamada “Fifagate”, que reveló el entramado de corrupción y lavado de activos que gobernó en la FIFA por décadas. Fueron acusados Blatter, Platini, y más de 40 dirigentes del fútbol mundial.
Los coletazos del “Fifagate” llegaron a Argentina, a través del arrepentido Alejandro Burzaco (Ex CEO de Torneos y hermano del secretario de Seguridad de Macri, que pagó su fianza) que reconoció la corrupción en el Programa de Fútbol Para Todos, con el fallecido Julio Grondona y los jefes de Gabinete de Cristina Kirchner a la cabeza.
El poder del organizador
Preguntado sobre quién ganaría el mundial, el presidente ruso Vladimir Putin respondió: “en un mundial ganan sus organizadores”. Con esa frase, evidencia el uso propagandístico de uno de los eventos deportivos más vistos del planeta y la oportunidad de realizar grandes negocios. El gobierno ruso desembolsó 10.000 millones de dólares para las obras que incluyeron infraestructura, remodelación de estadios y un gran dispositivo de seguridad. Recordemos que estamos hablando de una potencia militar imperialista, que interviene abiertamente en otros países, y tiene gran control social interno.
La sede en el enclave militar de Kaliningrado es un claro ejemplo. Los acuerdos tras la segunda guerra mundial dejaron este territorio pruso-alemán con costa en el Mar Báltico, bajo dominio ruso. Ubicada entre Lituania y Polonia, Kaliningrado es el territorio más occidental de Rusia, donde el gobierno estableció un arsenal de armas nucleares y fue el lugar predilecto para ejercicios militares de prevención “antiterrorista”; como demostración de su poder militar ante la Unión Europea y la OTAN.
Capitales rusos, chinos y qataríes en la FIFA
Desde su asunción como presidente de la FIFA, Gianni Infantino prometió políticas de transparencia y “fair play financiero”. Pese a ello, a raíz del Fifagate, varias empresas se retiraron del esponsoreo de la FIFA, y tomaron su lugar capitales rusos, chinos y qataríes.
Los sponsors más importantes son los “socios FIFA” que se aseguran el uso y la publicidad de sus marcas en todos los eventos FIFA. A los históricos: Adidas, Coca Cola, Hyundai-Kia y Visa, se sumaron: Gazprom (la empresa gasífera más importante de Rusia y patrocinante del Chelsea, Zenit de Rusia y Shalke 04 de Alemania); Wanda Group (la mayor empresa inmobiliaria de China, propiedad del hombre más rico de este país, y accionista del Club Atlético de Madrid, que cambió el nombre de su estadio a Wanda Mentropolitano); y Qatar Airways (antiguo patrocinante del Club Barcelona y próximo de Boca Juniors). Para asegurar los intereses de los patrocinadores, Rusia sancionó una ley que reprime la utilización indebida del logo del Mundial durante su desarrollo.
Entradas y controles
La mayor parte de las 15.000 entradas entregadas por el Comité Organizador a la AFA para los tres partidos de la primera rueda jamás fueron sometidas al sorteo estipulado, sino que fueron repartidas de forma directa a dirigentes deportivos, barrabravas y sponsors. Como siempre, las entradas oficiales terminan en la reventa y con sobreprecios de hasta 10 veces su valor de venta oficial. Sin embargo, no basta tener entrada para ingresar a los estadios y zonas aledañas. El Comité Organizador creó la “Fan ID” (identificación de fanáticos) como documento de identidad y visa para el público. Bajo excusa de aplicar el derecho de admisión y excluir a los violentos, este sistema de seguridad le proporcionará al gobierno ruso datos personales y reconocimiento facial de los turistas, y acceso a sus teléfonos si adhieren al wifi oficial.
Capitales chinos en AFA
Después del escándalo de la frustrada elección para presidente de AFA, que terminó con el “empate” imposible “38 a 38”, a días de la asunción Macri, se profundizó la división del fútbol argentino. Se creó la Superliga para gestionar los ingresos de la Primera División, y la AFA se reservó la explotación de los derechos de la Selección. El reparto quedó así: la Superliga para el sector de Tinelli, y la AFA para la alianza “Chiqui” Tapia- Angelici. Con la empresa Torneos como intermediario, la AFA salió a la búsqueda de nuevos patrocinadores. Para vender el “producto” e instalarse en el mercado asiático sumó a 4 empresas chinas como patrocinadores regionales: el sitio de Internet Yabo Sport, la empresa de diseño Der, la empresa de productos para el hogar Vanward y la compañía financiera HexinDai.
Israel: el partido que no fue
Camino a Rusia, la selección se instaló en Barcelona. Con la mira en hacerse de 3 millones de dólares, la AFA organizó un partido con Israel, a disputarse en la ciudad de Haifa. Confirmado el evento, comenzó la presión política del primer ministro Benjamín Netanyahu a Macri para que el partido se jugara en Jerusalén, en la Conmemoración de los 70 años de independencia de Israel, y en medio del conflicto por el cambio de la sede de embajada de EEUU a Jerusalén y su reconocimiento como capital de Israel.
De hecho, el “Teddy Stadium” donde iba a jugar la selección, pertenece a un club popular con hinchadas de grupos ultranacionalistas, xenófobos y violentos, que cambió su nombre a “Baitar Trump Jerusalem”, en homenaje a Donald Trump. Esto generó la protesta del Estado Palestino y grupos que se manifestaron en contra. Los jugadores sintieron la presión de la campaña #Argentinanovayas, y resolvieron no jugar el partido; en horas, la AFA convalidó la decisión del plantel. Esto frustró la visita de Macri a Jerusalén, y es en los hechos un golpe a sus acuerdos con Trump y Netanyahu, y la posibilidad de profundizar negocios con empresarios israelíes. n
escribe Comisión de Deportes
Hoy N° 1721 13/06/2018
