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15 de mayo de 2013

El martes 7/5 el gobierno lanzó un nuevo blanqueo de capitales. Lo hizo en un momento donde se difunde el caso Lázaro Báez, que como testaferro del matrimonio Kirchner, canalizó cifras multimillonarias provenientes de las coimas provenientes del gasto público en  un período de diez años y más si se cuenta la gobernación de Santa Cruz.

El nuevo blanqueo K

Tras la fuga de 80 mil millones de dólares a las casas matrices del capital imperialista

El objetivo que se propone es financiar la explotación de petróleo y la compra y venta de inmuebles a través de dos Bonos a suscribir por los interesados. El conjunto de la oposición de derecha salió al cruce de tales instrumentos y puso el centro en la posibilidad que le da daría a Báez para blanquear el dinero mal habido; puede ser que lo haga, en alguna proporción con testaferros del testaferro, pero se equivocan y subestiman a los K porque si algo han demostrado en su larga gestión es que hasta ahora no cometieron el error de aquellos delincuentes que vuelven al lugar del hecho para mostrar todo lo que robaron. En el mundo existen paraísos fiscales muy lejos de la Argentina mucho más seguros y sin legislación con letra chica como para que los lavadores tengan que rendir cuenta en algún momento.
Allí y a las casas matrices del capital imperialista fueron a parar los 80 mil millones de dólares que el gobierno “nacional y popular” reconoce que permitió que se fugaran entre los años 2007 y 2011 provenientes de las ganancias que “levantaron con pala” en la Argentina según expresión de la propia presidenta. El anuncio por lo tanto tiene más de maniobra de distracción y de objetivo recaudatorio mínimo que de plan ambicioso de mediano y largo alcance.
Cierto es que el gobierno necesita dólares porque las reservas del Banco Central están tocando fondo, el saldo de la balanza comercial no alcanza para seguir pagando religiosamente la deuda pública, el nivel del gasto público sigue en alza, tal como lo necesitan en un año electoral y un hecho fundamental como es la necesidad de contar con 13 mil millones de dólares para pagar la importación de combustibles por el déficit energético determinan este tipo de blanqueo. Según estimaciones del quinteto que anunció la medida se propondrían de mínima el blanqueo de 4 mil millones de dólares, hipótesis muy incierta, que de por sí sería un fracaso teniendo en cuenta que según algunas estimaciones los dólares de argentinos en el exterior rondan los 200 mil millones de dólares, y dentro del país habría 40 mil millones.
La situación no es la misma
No es la misma situación que se daba en el blanqueo anterior de esta gestión que se hizo en el año 2010 y logró 4 mil millones de dólares, la credibilidad política en este gobierno cayó notoriamente en el último año, tanto de lo pequeños y medianos poseedores de dólares que podrían disponerse a suscribir los nuevos Bonos, puede que lo hagan algunos que tienen grandes sumas de dólares y estén proclives al blanqueo de dinero ilegal a como dé lugar.
Para los pequeños y medianos empresarios, productores o profesionales que tengan dólares en su poder es mucho más seguro seguir apostando a la evolución del dólar paralelo que a un Bono que ofrece un rendimiento anual del 4 por ciento, aunque la información hasta el momento es confusa porque no se sabe si tal porcentaje es semestral o anual. Para quienes tienen ahorros en pesos la posibilidad de volcarse a Bonos en dólares ya existe porque están en el mercado el Boden 2015 y el Bonar 2017 que en estos momentos pagan el 7 por ciento de interés anual y se acreditan en abril y en octubre de cada año.
En el mundo de los pequeños y medianos empresarios y de cualquier contribuyente, incluidos los trabajadores que pagan el arbitrario e injusto impuesto a las ganancias, pagar en tiempo y forma “es cosa de giles”, porque saben que cuando se atrasan un mes en cualquier plan de pagos son acosados y castigados con intereses sobre intereses, en cambio con este nuevo blanqueo se vuelve a premiar con impuestos cero a los evasores y a lo que poseen capitales mal habidos.