“No queremos saber nada de ídolos falsos,/ pero guardaremos profunda memoria/ del pan con el que fuimos nutridos,/ y que fue para nuestros padres una difícil conquista,/ Sin inútil y hueca adulación/ inclinémonos ante nuestros padres,/ no ridiculicemos sus errores/ con la fácil sabiduría de después,/ Iniciaron un camino nuevo,/ difícil./ Acaso/ los vamos a juzgar? / ¿Acaso creéis de verdad que nosotros/ seremos absolutamente infalibles?/ Pensad en el día en que los niños,/ despiadados,/ alejados ya de nuestros problemas,/ recuerden tan sólo lo que no pudimos resolver/ y se hayan olvidado de todo lo que resolvimos./ Al lado de nuestro pueblo,/ en un movimiento que no puede volver atrás,/ continuemos la empresa de nuestros padres/ sin repetir sus errores.” Eugenio Evtuchenko : No he nacido tarde
03 de octubre de 2010
