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02 de octubre de 2010

El paro bancario en Rosario

Hoy 1267 / Se multiplica el protagonismo de las bases

El 14/5 se realizó una nueva jornada de protesta de los bancarios a nivel nacional. En Rosario, el paro de 5 horas sin atención al público fue acatado por la totalidad de los empleados de las entidades oficiales y privadas. La medida concitó una adhesión de tal magnitud que muchas de las patronales decidieron el cierre de puertas de sus sucursales.
Luego de realizar asambleas en las filiales, y conociendo el alto acatamiento del interior, los empleados se concentraron a partir de las 10 en la sede de la Asociación Bancaria.
Fue particularmente emotivo el encuentro de los metalúrgicos de Mahle y los trabajadores del Banco Bisel de la sucursal peatonal. En esta entidad se realizó una masiva asamblea que decidió salir a saludar a los trabajadores de Mahle que venían marchando por la peatonal. El conmovedor encuentro arrancó lágrimas tanto de los metalúrgicos como de los bancarios y ambos sectores al grito de ¡Argentina! ¡Argentina! sellaron un compromiso de lucha hasta el logro de los objetivos.
La movilización bancaria fue una de las más importantes de los últimos tiempos. Luego de recorrer distintas arterias del microcentro, la columna realizó un acto en una sede del Grupo Macro, donde se repudió el accionar de esta patronal que pisotea permanentemente los derechos de los trabajadores.
Habría que destacar que en esta larga lucha se fue produciendo un proceso de democratización de la vida bancaria, ya que se ha multiplicado el protagonismo de las bases que participan masivamente en las asambleas y se disponen a elegir a sus delegados de base junto a las comisiones internas. Mientras no se avanza y se dilata la discusión paritaria, los bancarios asistimos a una provocadora maniobra de las Cámaras de Bancos Privados que unilateralmente otorgaron el 15% de aumento, negando en los hechos el reclamo del gremio que exige un 25% de aumento.
Una vez más la dirigencia gremial lamentablemente no está a altura de las circunstancias. Por un lado las bases exigen medidas que profundicen los reclamos, y por el otro, Zanola, incómodo por la lucha y urgido por ser un año electoral, termina vacilando haciéndole el juego a la presión de las patronales y del gobierno.