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02 de octubre de 2010

Los trabajadores le pasaron por encima a la dirección del gremio. El secretario general tuvo que escapar de la bronca obrera.

El paro de la UOM en Córdoba

Hoy 1277 / Crece la rebeldía de los trabajadores

La jornada de lucha de los metalúrgicos del 23/7 en Córdoba arrancó con abandono de tareas desde las 10 hs. Los trabajadores también se manifestaron en ruta 9 y Camino Interfábricas; O’Higgins y Celso Barrio; y en la rotonda de barrio Las Flores, para luego concentrarse en el gremio y marchar hacia la sede de la Cámara de Empresarios Metalúrgicos.
La marcha fue masiva y ruidosa, alrededor de 4.000 obreros hicieron temblar el centro de la ciudad a pesar de la jugada del gremio que no mandó a las fábricas los colectivos para el traslado de los compañeros de las fábricas más alejadas.
La columna llegó al edificio de la Cámara  y al grito de “queremos aumento la puta que los parió…” hizo sentir su reclamo en pleno barrio Nueva Córdoba. En ese momento el secretario general Augusto Varas (quien también es legislador provincial por el Frente Cívico y titular de la CGT kirchnerista) ingresó con el petitorio del 22% de aumento. A los 15 minutos salió y dijo que se podía pelear por un 12% con lo que empezaron las puteadas.
Para calmar a la gente anunció que la semana siguiente estudiarían las medidas a seguir, lo que desató la bronca y los golpes al secretario general, su adjunto y los matones del gremio; mientras le gritaban “cagador, traidor” y le reclamaban su compromiso político antes que el compromiso con los trabajadores.
Varas y sus secuaces tuvieron que escapar corriendo como ratas, algo que nunca se vio en la UOM de Córdoba. Los obreros, lejos de  desconcentrar, decidieron volver a la sede del gremio y no aflojar hasta arrancar medidas concretas y urgentes, previo paso por la Cámara donde se arrojaron huevos y se rompieron vidrios. Al llegar a la puerta del gremio la bronca se manifestó en tirar piedras y huevos, y prendiendo fuego en la puerta para hacer salir a los de adentro ya que se habían quedado algunos dirigentes, incluso se quemó una bandera de la UOM.
A esta altura la indignación de los compañeros era inmanejable, se pedía la cabeza de Varas, el grueso de la gente permaneció hasta pasadas las 16 hs. con un clima muy tenso y los ánimos muy caldeados.

Seguir el plan de lucha
Durante el acampe frente al gremio se encontraron obreros de distintas fábricas, principalmente jóvenes que se vieron unidos por las mismas necesidades, hasta contratados sin representación que jugándose su puesto decidieron ir a la puerta de la fábrica y no dejar ingresar a nadie para venir a la marcha. Se mantiene firme la decisión de luchar hasta el final por el aumento y no dejar el gremio sin una medida o un plan de lucha.
Se desconcentró con el compromiso de los delegados que estuvieron en el acampe de autoconvocarse al otro día para exigir un plan de lucha para la próxima semana, pero fueron patoteados por delegados traidores y afines a Varas; algunos no pudieron entrar y otros amenazados con sanciones y hasta la expulsión del gremio.
Quedó reflejado que en la UOM está creciendo por abajo una corriente de rebeldía que en la marcha no se sintió aislada, porque pasó por arriba a los dirigentes traidores, y está conciente que éste es el momento de ir a fondo por un salario digno y un gremio para los trabajadores.