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02 de octubre de 2010

Ante el despido de trabajadores de agencia, las más de 3.000 obreras y obreros de Terrabusi-Kraft paralizaron la planta un día entero y lograron volver atrás la medida.

El paro en Terrabusi

Crónica de una gran jornada.

El jueves 31 de mayo, siendo las 21.30, la empresa sorpresivamente deja 35 trabajadores de agencias en la puerta de la fábrica, sin permitirle el acceso, formando un gran cordón con personal de seguridad y algunos policías afuera para intimidar.  
Estos trabajadores jóvenes piden ingresar, ya que lo único que quieren es no quedar despedidos y hacen llamar a los compañeros de la Comisión Interna que van, los toman de la mano, y en medio de una escaramuza hacen un “hueco” y entran a las corridas para los vestuarios, se ponen la ropa de trabajo y se presentan en sus puestos.
Son rechazados, por lo que deciden concentrarse en la oficina de personal y piden hablar con un responsable de la compañía. Viene el del turno noche e informa que “por falta de gas se ven en la obligación de suspenderlos, de palabra, hasta nuevo aviso y que le avisarían por teléfono”. Se arma un debate, porque los “chicos” plantean que la agencia les avisó a las 4 de la tarde que estaban despedidos y que eran 120 trabajadores en esas condiciones. Piden un compromiso escrito de cuándo tienen que volver a trabajar y que los días caídos sean pagos. El jefe consulta a su superior y vuelve diciendo que la empresa no puede firmar nada, que “su empleador es la agencia” y propone como garantía a la Comisión Interna de que “la empresa no va a fallar”, les pide que se retiren a sus casas y esperen el llamado.

 
Comienza el paro
 Se resuelve con la Interna, siendo la medianoche, informar a los compañeros que estaban trabajando. Entramos en el comedor, se pide solidaridad, hay asambleas en las tolvas de amasado y se acuerda parar la producción. Los compañeros garantizan que no se elabore más masa, por lo tanto se van quedando las líneas de empaque sin mercadería. Se hace lo mismo en los sectores de chocolate, pastas, obleas, galleta de arroz, etc. y queda paralizada toda la planta.
Los pibes deciden ir hasta el cuarto de los congresales de Daer para que se sumen y lo llamen “porque esto es grave”. Se arma discusión y forcejeos. Los congresales dicen que no pueden hacer nada, no tienen la “orden de arriba”, pero “están con ellos”. Se van sumando más compañeros, que les patean el cuarto al grito de: “¡que venga Daer, la p… que lo parió!” y “queremos aumento”.
Empiezan a caer altos directivos de la empresa a las 4 de la mañana con los mismos argumentos, agravados porque dicen que la semana que viene le toca suspensión a los temporarios de chocolate, y adelantamiento de vacaciones al personal efectivo. Contestamos que si no tienen gas que se la agarren con el gobierno nacional y no con los más débiles, que tuvimos que salir a cortar la Panamericana y tomar la decisión ahora de no colaborar con horas extras para que “repartan” algo con los trabajadores, de la producción récord de este año, que lograron duplicar y estabilizar en 15.000 toneladas mensuales. Preguntamos si esto no era una represalia patronal, porque es una barbaridad despedir. Además el gobierno de Kirchner dice que no hay problemas energéticos, ¿quién miente?
En un estado asambleario se acuerda seguir con la medida, y ya los jóvenes no quieren suspensión por escrito, quieren efectivización, y deciden no irse de la fábrica hasta que haya una resolución favorable.
Todos los sectores de la noche siguen atentamente el desarrollo de los hechos, se mantienen informados y se van sumando al reclamo. A las 5.30 de la mañana llama nuevamente la patronal con el vicepresidente del Cono Sur a la cabeza, para pedir que se deje largar la producción, y que “nos volvemos a ver al mediodía”. Salimos de la reunión, siempre con la “comisión” de los 35 “despedidos” y nuestra gran sorpresa es ver a todo el turno mañana, con un gran contingente del turno noche, y sobre todo los jóvenes que no paraban de cantar y saltar, pidiendo asamblea general para discutir qué estaba pasando y cómo seguir.

Asamblea general
A las 6.30 se realiza la asamblea general, no cesan los cánticos y los abucheos contra la patronal y la colaboración de Daer, dirección del gremio: “¡qué boludos! el 16% se lo meten en el culo!”,  “queremo aumento, la p… que los parió”, “no nos vamos nada, que nos saquen a patadas”.
Luego del parte dado por el coordinador de la Comisión Interna, Ramón Bogado, a mano alzada se aprueba todo lo actuado, continuar en estado de asamblea sin producir, y agregar los reclamos de: trabajo para todos, rechazo del 16,5% de aumento firmado por el sindicato por insuficiente, urgente aumento salarial y paritarias en Terrabusi-Kraft.
Se mociona ir hasta la puerta de la empresa para buscar a otros 39 compañeros (en su mayoría mujeres) a los que no dejaban entrar. Mil quinientos compañeros fueron hasta la puerta, hicieron a un lado a los “patovicas”, abrieron el portón, se abrazaron con todos los despedidos y juntos entraron. Continuando con la asamblea general, se resuelve pasar todos juntos sector por sector para sumar a todos los compañeros, y mantenerse así hasta obtener respuestas favorables.
Se hizo un comunicado de prensa a la opinión pública y entraron a llamar los medios de difusión (TV, radios, agencias, etc.) preguntando si volvíamos a cortar la Panamericana. A la respuesta de que “la asamblea lo estaba evaluando”, muchos medios fueron a la puerta de la fábrica, y hasta ahí se dirigían los trabajadores para hacer conocer sus denuncias y reclamos.
Rápidamente fueron llegando las adhesiones (ver recuadro). Un gran contingente se hizo presente en la puerta. Los trabajadores recorrían los 250 metros para ir a agradecer. Los jóvenes, incansables, seguían cantando, saltando, contagiando y sumando adherentes. Se suman los compañeros de las empresas tercerizadas de mantenimiento y distribución.

“El día más feliz de mi vida”
Al mediodía de ese viernes 1 de junio se hace presente un funcionario del Ministerio de Trabajo con una citación para la Interna a una reunión. La asamblea general resuelve que la Comisión vaya. La reunión se hace a la tarde con funcionarios del Ministerio, la dirección de la empresa, el sindicato (no viene Daer) y la Comisión Interna. La empresa denuncia “paro de los trabajadores”. Nosotros decimos “estado de asamblea de los trabajadores, maniobra patronal, que el Estado provea de gas para producir” y por pedido de la asamblea agregamos reclamos salariales y efectivizaciones.
Rápidamente el Ministerio resuelve conciliación obligatoria, de 10 a 15 días, con todos los compañeros despedidos en sus puestos de trabajo. En ese lapso seguir las negociaciones. Volvimos a la planta y ponemos a consideración de la asamblea general, a la que se habían sumado todos los compañeros del turno tarde. Con grandes discusiones se resuelve acatar la resolución del Ministerio de Trabajo en medio de una gran algarabía de los compañeros.
Es un paso muy importante dado por los más de 3.000 trabajadores de Terrabusi-Kraft que permitió en la lucha unificar y fortalecer en los tres turnos. La asamblea general vio también como un déficit principal la falta del cuerpo de delegados por sector y la necesidad de imponerlos ante la dura batalla que sigue en curso contra esta monopólica patronal negrera.
Queremos dejar expresada una frase que dijo un compañero y que de alguna manera sentimos la gran mayoría de los que vivimos esta extraordinaria jornada de los más de 3.000 trabajadores de la fábrica Terrabusi-Kraft de la ciudad de General Pacheco, provincia de Buenos Aires, Argentina: “No sabés lo que es esto… Impresionante, recorremos toda la fábrica, cantando, hablando con la gente. No sabés… Es el día más feliz de mi vida”.


Adhesiones recibidas
La Comisión Interna agradece la gran solidaridad que ha recibido de trabajadores de otros gremios, comisiones internas, cuerpos de delegados y sindicatos, organizaciones sociales y de derechos humanos, estudiantiles, personalidades políticas, etc, digna de las mejores tradiciones de lucha del movimiento obrero argentino.
A las del Foro Patriótico, de la Sra. de Phillipeaux, Liberpueblo, un sector del peronismo, la CTA, la CCC, se sumaron los Sutebas de Quilmes, Berazategui, Esteban Echeverría, Jorge Smith del Cuerpo de delegados del Astillero Río Santiago, delegados de FATE, Comisión Interna de Zanón, de Pepsico, Garrahan, delegados de Emfer, cuerpo de delegados de Bosch, delegados de Atlántida, delegados de Ford, Sindicato de Televisión de Salta, delegados del Hospital de Comodoro Rivadavia, delegados del Casino Flotante en conflicto, Junta Interna de delegados de ATE Sec. de Cultura de la Nación, Amas de Casa del País, MIJP, desocupados de la CCC, Ceprodh, Multisectorial de Escobar, comedor “Los Pibes” de Tigre, distintos centros de estudiantes, CEPA, MUS zona norte, organizaciones sociales y de desocupados, y sigue la lista.