Los pueblos originarios son reconocidos por la Constitución Nacional como pueblos preexistentes, se los nombra como “los verdaderos dueños de la tierra”, pero fueron despojados de ella a sangre y fuego, con leyes de exterminio y campañas como la de Victorica en nuestra zona, para posteriormente ser concedidas esas tierras en grandes latifundios.
Los pueblos originarios son reconocidos por la Constitución Nacional como pueblos preexistentes, se los nombra como “los verdaderos dueños de la tierra”, pero fueron despojados de ella a sangre y fuego, con leyes de exterminio y campañas como la de Victorica en nuestra zona, para posteriormente ser concedidas esas tierras en grandes latifundios.
El ejemplo más doloroso y cruel de este proceso, simboliza la fundación de la localidad de Presidencia Roca en 1889, a 40 km de Pampa del Indio. Derrotados los bravíos pueblos de la zona, en el acto de fundación de esa localidad, con “orgullo”, como registra en su propio diario, el General Victorica, exhibió la cabeza de Yaloshi en el asta de la bandera, uno de los más grandes y combativos caciques de los Tobas. Veinte años más tarde, 240.000 hectáreas de ese Territorio Nacional, que había sido indomable, les fueron concedidas a Bunge y Born.
En el período de la dictadura de Lanusse, cuando éste impulsaba el Plan Agrex para la zona, sorpresivamente Bunge y Born les vendió las 150.000 hectáreas al norte de Pampa del Indio, a los hermanos Roseo. Estos eran inmigrantes italianos que estaban instalados en Buenos Aires con una fábrica de muebles. Siempre se dudó si no eran testaferros de los que impulsaban el Plan. Más aún por las condiciones en que vivían y la falta total de utilización de esas tierras. Estas se transformaron en una zona de gran biodiversidad de fauna y flora. Los hermanos la llamaron Estancia “La Fidelidad”.
Las otras 90.000 hectáreas que están al sur de Pampa del Indio y rodean Presidencia Roca, quedaron 45.000 en manos de la Estancia “La Leonor” de Comega de Bunge y Born, y vendieron a Eurnekian las otras 45.000 hectáreas, de las cuales más de 10.000 fueron desmontadas, quemados esos recursos forestales y varios ríos bloqueados y otros canalizados para su beneficio.
Un asesinato abre la posibilidad
En el año 2011, Manuel Roseo, único sobre viviente de los hermanos, es asesinado en su casa de J. J. Castelli, donde vivía muy humildemente. Se abre una disputa por la sucesión y el esclarecimiento, y una campaña por expropiar y transformar “La Fidelidad” en un Parque Nacional. Impulsan la iniciativa senadores chaqueños, apoyados por ONGs, personalidades y empresas. Hacia fines de 2014 se convierte en Ley y se abre la disputa por la posesión, con el reclamo de los herederos por el monto de la misma.
Se habla de las 128.000 hectáreas del Parque, de una estancia que tenía 150.000. De la diferencia no se sabe que pasó.
Parque sí, Máster Plan no
No está mal que se pueda convertir en Parque Nacional; el problema principal es que con él se quiere dar impulso al Máster Plan de El Impenetrable, que abarca todo el territorio norte de la provincia. Son unos 3 millones de hectáreas, unas 21 veces el parque inaugurado. Es un proyecto impulsado por el Ministerio de Turismo del gobierno nacional con el acuerdo del gobierno provincial. Pretenden avanzar con la ocupación de dichos territorios, acordando con algunas asociaciones amigas, para la cesión de tierras que permitan instalar infraestructura hotelera y pistas de aterrizaje, en una zona de enorme disputa de todo tipo.
Se proponen “exotizar” a los originarios de la zona, para que con plumas y vestimentas ancestrales, algunas danzas y artesanías, reciban algunos dólares, mientras sacan fotos a algún yaguareté. No hay ninguna propuesta de producción realmente sustentable para los pobladores originarios y criollos pobres de la zona.
Hasta ahora la mayoría de los pueblos que la habitan, han resistido y se han opuesto. La lucha será dura y requerirá de gran solidaridad nacional para conocer la verdad sobre el proyecto y las condiciones de vida de estos combativos pueblos.
