Lo expresado en el título se pone manifiesto si estudiamos la composición de su explotación petrolera, con las cifras de 2011.
La principal productora de petróleo del país, YPF, tiene actualmente la siguiente composición de capital: Estado nacional: 26%. Estados provinciales: 25%. Intereses bursátiles: 17,5%. Repsol: 12%. Bancos (Credit Swiss, Banco Itau, Standard Bank, City): 11,1%. Slim: 8,4%.
Lo expresado en el título se pone manifiesto si estudiamos la composición de su explotación petrolera, con las cifras de 2011.
La principal productora de petróleo del país, YPF, tiene actualmente la siguiente composición de capital: Estado nacional: 26%. Estados provinciales: 25%. Intereses bursátiles: 17,5%. Repsol: 12%. Bancos (Credit Swiss, Banco Itau, Standard Bank, City): 11,1%. Slim: 8,4%.
La segunda petrolera del país, Pan American Energy se compone así: British Petroleum (de los ingleses que ocupan nuestras Malvinas): 60%. Grupo Bridas: 40%. A su vez el Grupo Bridas es 50% de Bulgheroni (dueño del 4º yacimiento gasífero del mundo en Turkmenistán y que explota en el Mar Caspio con consentimiento y control ruso) y 50% de Cnooc (empresa estatal china).
La producción de crudo (cifras de 2011) se divide en: YPF 33,75%, Pan American Energy 19,55%, Petrobras 6,77%, Chevron (yanqui) 6,21%, Pluspetrol (cuya entidad controlante Pluspetrol Resources Corporation N tiene sede en Amsterdam) 4,70%, Sinopec (Estatal China socia de Repsol en Brasil) 4,6%.
Es decir 75,6% de la producción lo concentran 6 empresas de las cuales se ha nacionalizado (Nación y provincias) sólo el 51% de YPF. La presidenta aclaró en su discurso del 16-04-2012 que “el modelo además que hemos elegido no es un modelo de estatización, que quede claro, es un modelo de recuperación de la soberanía y del control de un instrumento fundamental, porque seguimos conservando la forma de sociedad anónima, seguimos funcionando de acuerdo a la ley de sociedad privada”. Agregó además que: “En cuanto la dirección sea llevada por los argentinos no tenemos que tener prejuicios de que bajo la forma de joint ventures, de unidades transitorias de empresas y de todas las modalidades modernas de negocios que hoy imperan en el mundo podamos asociarnos con otras empresas estatales, con empresas privadas, con capitales nacionales.”
Ha quedado absolutamente claro, por las cifras difundidas en estos días, que se ha confirmado el fracaso total de todas las variantes de las líneas políticas privatistas ensayadas, por décadas, en la conducción y gestión de nuestra política petrolera. Todas las cifras, que hemos difundido durante años demostrando eso, se han visto confirmadas. Hoy se reconoce que el costo del barril de petróleo en boca de pozo en Argentina es (según las distintas versiones) de entre 6 y 12 dólares, y que ese mismo petróleo es puesto en destilerías a valores de entre 50 y 60 dólares. Se demostró que no se invierte en exploración porque es la parte onerosa del negocio petrolero y que esas ganancias fueron sacadas del país. En efecto, como en ningún país en el mundo, se remitieron al exterior (con la anuencia del representante del Estado -miembro del actual gobierno- en el Directorio de YPF) el 90% de las utilidades. Es más, en los últimos años se remitieron al exterior 105% a 135% de las utilidades, lo que implica que se sacó más que las ganancias declaradas, en una clara maniobra de evasión impositiva y vaciamiento. Y que esas utilidades remitidas fueron a Repsol España para comprar áreas y pozos en zonas redituables del mundo.
El debate
1. Desde ya que para quienes por años luchamos por la estatización total de nuestro petróleo en todas las etapas de la cadena productiva, la expropiación del 51% de Repsol, nos alegra. Pero también sabemos quienes aprendimos al lado de maestros y luchadores como el Dr. Adolfo Silenzi de Stagni, que hubo períodos de estatización parcial y, más aún, de estatización con privatización disfrazada, que permitieron el surgimiento de poderosos petroleros actuales como Bulgheroni. Es más, fue la política de este gobierno, más recientemente, la que hizo que advenedizos “amigos” como Cristóbal López y Lázaro Báez de convirtieran en petroleros. Petroleros que hoy son importantes en Argentina y que, junto a monopolios imperialistas extranjeros, pueden ser esos inversores extranjeros o nacionales de los que habló la Sra. Presidente.
2. Más aún, podemos afirmar que esas políticas de estatización parcial o privatización disfrazada, iniciaron el camino de rapiña de nuestro petróleo y fueron el abono necesario para la total privatización petrolera argentina.
3. Vemos con preocupación que, con presumible honestidad pero, a nuestro juicio, apresuradamente, muchos luchadores de la causa del petróleo argentino califican lo que está ocurriendo, como un cambio de 180 grados. Hay quien evalúa que hay una corrección de la política petrolera del gobierno para retomar un camino mosconiano. Esto no es así.
4. Parece que algunos creen que el gobierno ha cambiado. Nosotros no tenemos evidencias científicas para creer que esto sea así. Estas mismas nuevas resoluciones pueden fundamentar el surgimiento de una nueva “Patria Contratista” cuya voracidad ya conocimos o, peor aún, fortalecer a monopolios como Bulgheroni (socio de la inglesa British y de los chinos) o, abiertamente, a otros monopolios imperialistas extranjeros. Efectivamente, se ha hablado y entablado negociaciones con monopolios estadounidenses, rusos, chinos, etc., interesados en “el negocio”. Queremos recordar que la empresa estatal de Angola está asociada a la empresa China Sonangol International Holding Limited. Esta última, con sólo el 34% de las acciones, utiliza a la sociedad para la penetración china en África.
5. Queremos hablar claro: algunos creen que, de la noche a la mañana, un gobierno que representa, en sus medidas, los intereses de un sector de burguesía intermediaria (nativa pero no nacional) asociado a diversos intereses imperialistas (generalmente de potencias competidoras de los yanquis) se ha convertido por arte de magia, en una burguesía nacional reformista (como la surgida en el período del general Perón). No compartimos esa creencia. Queremos dejar esto claro. Las medidas del periodo del matrimonio Kirchner se caracterizaron (como la misma presidente lo ha reconocido) en una primarización de nuestra economía (mientras se agitan banderas de industrialización), desnacionalización de la misma, promoción de monopolios imperialistas de minería contaminante (que también son parte de la explotación de nuestros territorios colonizados por los ingleses), extranjerización de la tierra, crecimiento del latifundio, pago de la deuda externa usuraria, ilegítima y fraudulenta, persecución y castigo a los pueblos originarios. Y nuevas leyes de persecución al pueblo como la ley antiterrorista y las labores de inteligencia sobre luchadores populares. En suma: remache y profundización de la dependencia que es la causa del estrangulamiento actual.
6. Es más: se acaban de pagar, en dólares, los Boden 2012 que, como reconoció la propia presidenta, en un 78% son de bancos extranjeros e irán al exterior y el restante 22% había sido vendido, hace rato, por los pequeños ahorristas, a precio vil, a grandes tenedores financieros y bancos. Bancos que han ganado como nunca durante el actual período, como lo expresó la presidenta. Además, algunos de los acreedores, tienen intereses en la explotación económica en nuestras Malvinas.
7. Por lo tanto, la lucha por una total estatización petrolera, en el marco de un proyecto político patriótico y popular verdadero, sigue vigente y necesita de la fuerza y el protagonismo de todo el pueblo para hacerse realidad.
Reafirmamos nuestra lucha y nuestra consigna: “el petróleo es nuestro”.
Estatizar sin indemnización, desde el subsuelo al surtidor
Por la propiedad y gestión estatal, monopólica y eficiente, en todos los eslabones de la cadena productiva, desde la exploración a la comercialización, con control de sus obreros y técnicos y del pueblo argentino, de todos los hidrocarburos líquidos y gaseosos de la Argentina.
Derogación de toda la legislación privatista menemista y las leyes promovidas por este gobierno como la llamada “Ley Corta”.
Por una nueva ley de hidrocarburos (que reemplace la ley vigente que data de la dictadura de Onganía), y que establezca los principios anteriores.
Llamamos a constituir un amplio movimiento nacional y federal en cada ciudad, en cada pueblo, en cada provincia para lograr estos objetivos, rescatando las ideas y los hechos de los generales Mosconi y Baldrich, y del Dr. Adolfo Silenzi de Stagni y las banderas del Movimiento Nacional de Defensa del Petróleo Argentino (Monadepa), que presidiera este insigne patriota.