El precio de la carne está aumentando a diario y como consecuencia el pueblo argentino consume cada vez menos su “gran comida”. El consumo por habitante es uno de los más bajos de la historia, en el año 2020 fue de 49,7 kilos y en el mes en curso estamos en 44 kilos. En la década de los años 80 el promedio fue de 77 kilos y en una época se llegó a bordear los 100 kilos.
Ante esta situación que afecta la calidad de nuestra alimentación el gobierno ha decidido que a partir del día 17 de mayo se cierran las exportaciones por 30 días, con el objetivo declarado de evitar la subfacturación de exportaciones, la evasión y la triangulación de las ventas con otros países limítrofes y así normalizar los precios y ordenar el mercado interno, se intenta revertir el hecho de que cada vez es más difícil para la mayoría del pueblo comer carne vacuna.
La medida ha provocado la reacción de la llamada Mesa de Enlace hegemonizada por un puñado de terratenientes ganaderos que defienden y representan los intereses de los pooles de siembra y grandes capitales agrarios. Para oponerse convocaron al paro de los ganaderos, consideran inadmisible que el Estado se meta con ellos. No quieren dejar de tener súper ganancias, seguir imponiendo los precios de los alimentos y embolsando la renta agraria parasitaria, tampoco quieren que se controle la exportación de carne y por ello se oponen ferozmente a cualquier tipo de regulación entre las necesidades del consumo interno y las exportaciones.
Desde que el menemismo liquidara la Junta Nacional de Carnes y toda otra Junta en el sector agropecuario los grandes dueños de las vacas tienen piedra libre para seguir en el negocio a costa del pueblo.
Bien señala el comunicado de los compañeros de Entre Ríos: “El cierre de exportaciones por 30 días intenta frenar la escalada de precios, pero creemos que no es una medida que vaya a tener el impacto directo en la mesa de los argentinos que se pretende si no se toman otras más integrales: que se estudie toda la cadena, desde el productor hasta el consumidor, pasando por los consignatarios, frigoríficos y supermercados, además de los frigoríficos exportadores, de los que sólo cinco concentran más del 60% de todas exportaciones de carne de Argentina”.
En la ganadería existe una gran concentración de la producción y hay mucha especulación. Los principales frigoríficos abastecedores del mercado interno y exportadores son Friar de Vicentín, Gorina, Arrebeef, Compañía Central Frigorífica Pampeana, Rioplatense de Constantini, Logros de Río Segundo, Swift, Marfrig, La Anónima y Coto. Son los diez que controlan el mercado de la carne. Uno de ellos el frigorífico Logros en Córdoba faena 18 mil cabezas por día, cuando en el mercado de Liniers se negocian 15 mil cabezas.
Si el gobierno quiere cortar el tema de la especulación que hoy impera con la carne, tiene que poner precio máximo, y si los de la Mesa de Enlace, los grandes ganaderos, los frigoríficos y los supermercadistas los boicotean hay que aplicar la ley de abastecimiento. No se puede seguir permitiendo que en un año el precio de la Canasta Básica Alimentaria haya subido un 44,2 % y la carne en promedio un 67,2 %. El kilo de asado en el periodo macrista de 2016-2019 subió un 276 %.
Al mismo tiempo es necesario que el gobierno intervenga en la regulación del precio de los alimentos que consume la mayoría de la población y los que necesita la ganadería, para esta producción tiene que bajar el precio del maíz y la soja que demandan los pequeños y medianos productores de carne vacuna y porcina. Es necesario más que nunca tener un plan ganadero nacional, con subsidio, créditos accesibles y plan sanitario para los pequeños y medianos ganaderos. En nuestro país existen 130 mil establecimientos ganaderos bovinos de los cuales el 80 % son de pequeños y medianos. Toda esta política debe estar ligada estrechamente a la necesidad de recuperar la soberanía sobre nuestros ríos y los puertos y recreando una flota fluvial propia, junto a la nacionalización del comercio exterior y la recreación de la Junta Nacional de Carnes y de Granos para regular la producción y la exportación. Este es el camino de fondo en este tema para dar vuelta la página de la dictadura, el menemismo y el macrismo, en beneficio de los intereses populares y nacionales.
Comisión Agraria del PCR, 23 de mayo de 2021