Pasaremos revista a nuestras fuerzas y combatiremos en todo el mundo, habrá luchas muy importantes. Los portuarios de la costa oeste de EEUU pararán contra la guerra en Irak de su gobierno imperialista, los obreros y los desocupados franceses demostrarán que sus gigantescas luchas no se han parado, la clase obrera y el pueblo de Nepal mostrarán su avance arrollador hacia la revolución, los obreros chinos librarán grandes combates contra la burguesía imperialista que gobierna.
La clase obrera de todos los países librará grandes combates y estará junta, entrañablemente junta, a los pueblos oprimidos por los imperialistas, que libran gloriosas guerras de liberación nacional como el pueblo iraquí, el afgano, y el pueblo palestino que han empantanado a sus invasores y han avanzado para echarlos a patadas de sus países.
En Argentina
En Argentina pasaremos revista y aprenderemos de las largas, combativas y ejemplares luchas realizadas por los petroleros y otros sectores contra el impuesto a los salarios que hicieron retroceder al gobierno de Kirchner, los extraordinarios conflictos salariales –que pusieron como horizonte la canasta familiar real, hoy de $ 3.200 en la zona central del país– como el Garrahan, Subterráneos, Astillero Río Santiago, Terrabusi, petroquímicos de Bahía Blanca, mecánicos, bancarios, etc.
Luchas que como la de los pescadores de Mar del Plata, de los trabajadores del Casino, la de los trabajadores del Indec, como la de varias automotrices y aeronáuticos, han ido desnudando la política mentirosa del kirchnerismo de índices truchos en el Indec, denunciando la inflación creciente y casi descontrolada.
Combates que enfrentan la flexibilidad laboral en todos los terrenos, que pelean el acortamiento del horario y sobre todo, tiene una enorme trascendencia la lucha contra la tercerización en las fábricas, por el pase a planta permanente de contratados de agencia. Esto se logró con más de 600 trabajadores en Terrabusi y en una automotriz, o como lograron los estatales de La Pampa, donde efectivizaron 4.000 compañeros de los planes sociales que trabajaban como esclavos en distintas dependencias del Estado.
Pasaremos revista a la heroica lucha de los trabajadores de Mafissa que fueron desalojados de la fabrica hace pocos días y que tienen el apoyo de todos los luchadores contra el patrón y el gobierno provincial y nacional, a la de los trabajadores de la recuperada IMPA que fueron desalojados y que se logró retomarla, así como reafirmaremos la pelea por la expropiación de Zanon en la Legislatura de Neuquén y el triunfo de los trabajadores de Renacer al completar el proceso de total de expropiación a título gratuito y a favor de los trabajadores.
Ha avanzado por abajo la democracia obrera y la recuperación sindical, como lo muestran en los últimos dos meses la elección del cuerpo de delegados de Terrabusi, la defenestración de la directiva de químicos y petroquímicos de Bahía Blanca, el triunfo de internas combativas en dos grandes empresas del país.
Está en pleno desarrollo la lucha en paritarias contra la política de topes salariales, en acuerdo con las patronales monopolistas e imperialistas y los dirigentes sindicales traidores y conciliadores de las dos centrales (CGT y CTA).
La clase obrera y la rebelión agraria
Esto se da en el medio de la más grande rebelión agraria que recuerde el país. Frente a esta rebelión, una parte de la clase obrera participa en ella, otra simpatiza pero manteniendo neutralidad, y un sector está a favor del gobierno. Estos últimos, encabezados por la mayoría de los dirigentes de la CGT y la CTA, que junto a las grandes patronales, apoyan la política proimperialista, antiobrera y anticampesina de Cristina. Se juntan con las patronales monopolistas, en vez de movilizar a los trabajadores por los sueldos y apoyar a los pequeños y medianos productores como hemos hecho los verdaderos clasistas revolucionarios.
La lucha agraria ha sido tan vasta y extendida que sacudió en profundidad al gobierno, mostrando una vez más cómo se expresa la crisis de hegemonía, la vigencia y profundidad del auge de luchas, y cómo las brasas del Argentinazo están encendidas, expresión de esto son los 8.800.000 votos nulos, blancos y abstenciones de octubre del 2007.
Se abrieron debates profundos
La lucha agraria ha abierto un debate político de proporciones gigantescas en la clase obrera y el pueblo, y particularmente en el clasismo y la izquierda, sobre si el gobierno de Cristina Kirchner es “nacional y popular”, un gobierno nacionalista burgués” como el de Perón, o es un gobierno vendepatria de burguesía intermediaria de distintos imperialismos. Si la lucha de los campesinos es reaccionaría, o es progresista y justa. Quiénes son los amigos entrañables de la clase obrera en el campo, quiénes los aliados, cuáles las fuerzas a neutralizar y quiénes los enemigos a golpear.
Se ha puesto en discusión a fondo la caracterización del tipo de país, del carácter de la revolución agraria y antiimperialista dirigida por la clase obrera o socialista de entrada, ¿somos un país oprimido por el imperialismo? ¿Qué diferencia hay entre burguesía intermediaria y burguesía nacional? ¿Cómo tratar a las naciones y pueblos originarios? ¿Los imperialismos son un factor externo e interno?
Todos estos debates abiertos están dividiendo aguas entre las fuerzas que se suman al gobierno, o las que dicen ser neutrales pero objetivamente ayudan al gobierno, porque lo consideran nacionalista burgués.
A los clasistas revolucionarios que hemos defendido consecuentemente el marxismo leninismo maoísmo, y lo estamos integrando al proceso de la revolución de nuestro país, el Primero de Mayo nos encontrará muy contentos por haber realizado un gigantesco acto por el cuarenta aniversario del partido político de la clase obrera, el PCR, que llega unido, junto a una Corriente Clasista y Combativa que está unida y fortalecida.
Desde ya somos sumamente conscientes de las debilidades que aún tiene el proceso revolucionario, que aún el clasismo revolucionario no dirige los centros decisivos del proletariado industrial y rural que permitan poner en jaque a las direcciones de las dos centrales que están con el gobierno.
Seguramente la dispersión que la lucha agraria ha provocado entre los clasistas influenciados por corrientes revisionistas del marxismo impedirá un acto unitario este 1º de Mayo en Plaza de Mayo, como se logró los últimos tres años, también muestra las limitaciones teóricas y políticas de distintas corrientes, aunque algunas tuvieron una postura correcta frente a la lucha de los campesinos.
Hay que redoblar el debate por ganar los millones de obreros de fábrica, los desocupados y jubilados que están en lucha y que aún no vislumbran una salida revolucionaria y que sólo pueden hacerlo en la medida que coagule un centro coordinador obrero, campesino y popular, basado en la lucha y las multisectoriales con un programa de lucha revolucionaria, contra la dependencia y el latifundio, por la independencia nacional.