Francisco Candioti, gobernador de Santa Fe en los primeros años de la década de 1810, era uno de los hombres más ricos de la región. A diferencia de la mayoría de los otros terratenientes, apoyó la Revolución de Mayo, luego colaboró con Belgrano aportando dinero, mulas, carretas, ganado, y 1.350 caballos.
Francisco Candioti, gobernador de Santa Fe en los primeros años de la década de 1810, era uno de los hombres más ricos de la región. A diferencia de la mayoría de los otros terratenientes, apoyó la Revolución de Mayo, luego colaboró con Belgrano aportando dinero, mulas, carretas, ganado, y 1.350 caballos.
Compartía con el Dr. Francia del Paraguay y con Artigas, la necesidad de decretar la independencia absoluta en forma inmediata, así como el respeto por los pueblos originarios. La riqueza de este terrateniente era fabulosa. Llegó a tener 750.000 hectáreas, además de negocios en Perú y Chile. Lo apodaban “el príncipe de los gauchos”.
Artigas tuvo una alianza con este terrateniente, lo visitó antes del Congreso de Oriente, y dejó testimonio de que tenían miradas comunes sobre la libertad, la independencia absoluta y el respeto por las etnias originarias. Además, ambos pensaban que Buenos Aires no podía ser la capital.
Las actas del congreso del arroyo la China se perdieron, pero es posible reconstruir parte de lo tratado por las actas de los Cabildos al elegir sus diputados y luego al recibir los informes de los mismos. En este sentido es particularmente valiosa la documentación del Cabildo de Soriano, y otro elemento clave para reconstruir el congreso, son las instrucciones de los gobernadores a sus diputados. En este sentido, el diputado por Santa Fe, Diez de Andino, recibió de Candioti estas instrucciones: Primeramente pedir la independencia absoluta de estas colonias, declarando que están absueltas de todo vínculo con España, su corona y la familia de los Borbones.
Candioti se enfermó, antes de la realización del congreso, dejó la gobernación y falleció el 27 de agosto de 1815 a los 62 años. Al momento de su fallecimiento, todavía el artiguismo pisaba fuerte en la región.
Fuente: Edmundo Favaro. Artigas, el Directorio y el congreso de Tucumán. El País. Montevideo 1960. Pag. 135.
